jueves, 30 de julio de 2020

¿El último saqueo de Roma?


Los Colonna formaron una de esas familias aristocráticas en la Italia medieval que llegaron a colocar en la sede pontificia a uno de sus miembros, Odonne, papa con el nombre de Martín V. Una vez elegido prefirió no establecerse en Roma, ciudad que se encontraba decaída desde que los papas se habían instalado en Avignon, residiendo en Mantua y Florencia mientras tanto, muriendo en 1431 tras un pontificado de catorce años.

Casi un siglo más tarde la familia Colonna, particularmente Pompeo[i], aliada al virrey de Nápoles, el borgoñón Carlos de Lannoy, atacó Roma en el contexto de la guerra de Italia que se desarrolló entre 1521 y 1526. Pompeo Colonna colaboró desde las primeras filas en el asalto a Roma en 1526 y en el saqueo del año siguiente, pero su participación en éste conflicto tuvo ante todo motivaciones de ambición personal.

Por su parte el condestable Carlos de Borbón (conocido también como Carlos III al frente de sus estados) había nacido en 1490 de otra familia aristocrática, la formada por Luis de Borbón, francés que fue conde de Montpensier entre otros títulos, a quien sucedió su hijo Gilberto de Borbón, nacido en Pozzuoli[ii], que sería gobernante de Auvernia; su esposa Clara Gonzaga pertenecía a otra importante familia italiana, y ambos fueron los padres del condestable Carlos de Borbón, que mandó las tropas imperiales que saquearon Roma en 1527.

Carlos de Borbón fue acumulando títulos nobiliarios a medida que sus hermanos fallecían, pero ya estaba desposeído de ellos cuando, en 1526, se firmó la Liga de Cognac entre Fancia, el papa Clemente VII, Venecia, Inglaterra, Milán y Florencia. Poderosa alianza contra la que se enfrentaron los soldados del emperador Carlos V en el contexto de la guerra de Italia citada, aunque los conflictos por el control de la península se remontan a finales del siglo XV y no terminarán sino en 1559, cuando Francia se vio obligada a firmar la paz de Cateau-Cambresis.

El palacio papal fue saqueado por los Colonna, así como las casas de aquellos cardenales que se habían mostrado fieles a Clemente VII, el cual se había refugiado en el castillo de Sant’Angelo, donde estuvo prisionero varios meses. Mientras tanto los luteranos avanzaban en Alemania, lo que obligó al papa a llegar a acuerdos con su captor, el propio emperador Carlos V.

El condestable Carlos, que había servido al rey de Francia, Francisco I, se pasó por razones puramente personales al bando del emperador Carlos, participando activamente en el saqueo de Roma en 1527. El alemán y luterano Jorge de Frundsber había sido requerido por las tropas imperiales para colaborar en la lucha contra la Liga de Cognac, encaminándose desde el sur de Italia hacia Roma en compañía de no pocos luteranos que había reclutado. Como su ejército había sido improvisado, carecía de la cohesión necesaria, por lo que muchos soldados se amotinaron contra él y le abandonaron, llegando a Roma y participando en el saqueo.

El “saco” de Roma es una manifestación de intereses muy encontrados entre los que están las ambiciones de las monarquías española y francesa por el control de Italia, las ambiciones de personajes aristocráticos por situarse en la mejor posición posible aprovechando la coyuntura, y la ocasión de mercenarios que se vendían al mejor postor. El papa Clemente VII, que estaba empeñado en la guerra contra la reforma luterana, al mismo tiempo se involucró en las luchas de las potencias por el control de Italia, lo que llevó a esta a un conflicto, solo parte de otro mayor, sin que la población en general tuviese nada que ganar y sí mucho que perder.

No fue la única vez que Roma fue saqueada: a finales del siglo IV, a principios del V, a mediados del mismo, en 472 por los germanos, a mediados del siglo VI, a mediados del IX, en 1084 por los normandos a los que llamó el papa Gregorio VII…


[i] Formó parte de un grupo de condottieros al frente de los cuales estaba un tío suyo; luego eligió la carrera eclesiástica y fue obispo pero no por ello dejó de estar interesado en los avatares políticos de la aristocracia de su tiempo, enfrentándose al papa Clemente VII, un Médici.  

[ii] Junto a Nápoles.


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