martes, 17 de abril de 2012

Dos fachadas a modo de retablo









Véase la concavidad de la fachada hasta el rosetón



Parece que como colaborador de Juan de Álava, Cornelis de Holanda llega a España (en nuestro caso a Pontevedra, pues era flamenco) para enseñar su arte entre gótico y renacentista. En 1538 le piden que esculpa la fachada occidental de la iglesia de Santa María la Mayor, en Pontevedra, que había empezado a construirse con las rentas del gremio de mareantes de la ciudad. Quizá no empezó hasta 1541, siendo uno de sus colaboradores Joâo Nobre; Cornelis más bien dedicado a las esculturas.El tema principal es la durmición o tránsito de la virgen María, a la que se representa acostada en una cama y bajo un dosel. Varios apóstoles rodean a la virgen en momento tan solemne.
El "retablo" está formado por tres cuerpos y varias calles verticales, cuyo número es distinto según la altura a la que nos refiramos. Según se asciende se representan la Trinidad, la asunción y coronación de la virgen María y un calvario.

Escena de la durmición de la virgen con algunos apóstoles acompañándola
Esta iglesia constituye una de las últimas muestras de un conjunto de ellas que se construyeron en las villas marineras de Galicia y norte de Portugal entre los siglos XI y XVI. En la segunda mitad del siglo XVI terminará las obras el portugués Mateo López (coro alto y torre de las campanas; de éste autor hablaremos a continuación, pues en torno a 1591 construirá la fachada de la iglesia de San Martín Pinario, en Santiago, teniendo en cuenta la fachada de Pontevedra que comentamos aquí). 

Cornelis de Holanda también participa en la construcción de la iglesia a partir de 1539, y poco después comienza la gran fachada occidental, cediendo la mitad de la misma a Joâo Nobre. La fachada se organiza (al igual que el Hospital Real de Santiago) con arco de medio punto (ver arriba) enmarcado por balaustres: no podemos decir columnas porque los fustes tienen una forma irregular, con decoración plateresca). Las escultuas son de varios autores, y de ahí su diferente factura: más renacentistas en el lado de la Epístola y más góticas en el lado del Evangelio. Al lado de la puerta están las esculturas de los apóstoles Pedro y Pablo; otras esculturas son doctores como San Gregorio, San Jerónimo, San Agustín y San Abmbrosio; evangelistas y profetas, entre ellos Isaías y Juan el Bautista.

El triunfo de María sobre la muerte se muestra en los relieves superiores: la "asunción" y la coronación por la "trinidad". En la parte superior la crucifixión, de manera que el papel de María es de mediadora ante su hijo (todo lo contrario que lo defendido por los protestantes, cuya doctrina arreciaba en ese momento). Sobre los contrafuertes se esculpen un San Miguel y un Hércules(esta imagen pagana se debe a que Hércules se asimila al fundador mítico de Pontevedra, Teucro).

(Para las esculturas de la parte central ver: 
 http://www.flickr.com/photos/rodionquidam/5783492504/ ).

Fachada de la iglesia de San Martín Pinario
La fachada de la iglesia de San Martín Pinario está concebida en tres partes anunciando las tres naves del interior. Las partes o "calles" laterales están menos decoradas, con sendas ventanas adinteladas rematadas por frontones curvos y escudos sobre ellos, lo que ya es del gusto barroco. Además, a los lados, la decoración en espiral es característica del barroco compostelano (el "barroco de placas"). Las "calles" están separadas por pilastras almohadilladas, rematadas por pináculos barrocos.



La parte central, la que se concibe a modo de retablo, tiene parecidos en su conjunto con la de Santa María la Mayor, y no es extraño porque Mateo López trabaja aquí en la fábrica de la iglesia y en San Martín en la fábrica y en la fachada. Es obra de finales del siglo XVI (1591) por lo que el gusto barroco hace ya su aparición con toda claridad, aunque también hay elementos renacentistas. La fachada está dividida en tres cuerpos separados por cornisas; a medida que ascendemos la decoración es más minuciosa. La escalera de acceso, barroca por el dominio de sus líneas curvas, se hizo posteriormente para adaptar reformas urbanísticas en la plaza, de manera que hubo que construir una puerta adintelada, rematada por un frontón partido. Detrás se encuentra la puerta con arco de medio punto, anterior y renacentista. 

También la concepción cóncava es parecida a la de Santa María de Pontevedra. Los elementos clásicos están presentes, pero transformados al encontrarnos en momento muy avanzado del siglo XVI, además de que se le fueron añadiendo elementos decorativos posteriormente. Sin embargo, las imágenes de las hornacinas son muy hieráticas, más próximas al gótico, adaptadas perfectamente al marco y en función del conjunto de la fachada. Además conservan las peanas y los doseletes del gótico, lo que quiere decir que pudieron ser añadidas de otras iglesias o trabajadas por maestros distintos. La imagen central del cuerpo central es la única que está enmarcada por columnas y un entablamento sobre ella.

Los templetes semicirculares en la parte superior también son barrocos y todo ello rematado por un frontón clásico aunque decorado en su tímpano por San Martín auxiliando a un desvalido. El rosetón ya no presenta el círculo de los góticos, sino un óvalo barroco, forma más caprichosa de una época que se distanciaba -pero solo en parte, como hemos visto- del renacimeinto.

Ver el video en el enlace vihttp://www.turgalicia.es/sit/ficha_datos.asp?crec=3489&ctre=1212&cidi=E  

Estas dos fachadas, construidas en un largo tiempo, permiten ver que la evolución de los estilos en Galicia fue lenta (el gótico perdura en muchos edificios renacentistas de España) y que el barroco se abre camino cuando aún estamos en el siglo XVI.