jueves, 25 de julio de 2013

Los servidores de Hogarth

Óleo sobre lienzo (Tate Gallery)
Dice Eva-Gesine Baur que originalmente, Hogarth quiso ser un pintor de historia, pero ni sus contemporáneos ni sus sucesores mostraron especial interés por estas ambiciones. Lo que buscaban era el Hogarth del "Mundo al revés", el Hogarth de la sátira moralizante... Y se interesaban por el retratista. Su capacidad de caracterización, de descubrir lo único en la típico, su inclinación a extraer los aspectos  históricos fuera del contexto... para conseguir ejemplos irónicos de la naturaleza humana, hicieron que estuviera considerado como el pintor de la vida privada, de los aspectos ocultos u olvidados. Entre sus obras tardías se encuentra este retrato de sus servidores. Hogarth retrata a un grupo, pero se niega a ordenarlos en forma de un retrato de grupo, de "conversación". Hace un cuadro con el carácter de un estudio, emplea los medios del boceto y, al mismo tiempo, realiza cada uno de los rostros con cuidado. Los sirvientes llevan su triste traje doméstico, se apiñan en su espacio mínimo y, sin embargo, son individuos completamente libres. Cada uno de ellos mira en una dirección distinta, ninguno de ellos se relaciona con el otro. No revelan nada sobre sí mismos. 

En el Londres de la primera mitad del siglo XVIII ya se comercializaba el arte profusamente, no era cosa solo de señores y aristócratas, y muchas de las obras de Hogarth se adaptaron perfectamente a un nuevo público. De la época en la que pinta a sus sirvientes es la obra "Eligiendo entretenimiento, en la que una serie de personajes tratados de forma jocosa tocan instrumentos musicales, beben, se mueven y amontonan en torno a una mesa. No hay orden, cada uno a está a lo suyo y algunos departen entre sí, pero en juerga ilimitada (se encuenta en el Sir John Soane's Museum de Londres). Otro cuadro es el que lleva por título "Solicitando votos", en el que dos personajes, a la puerta de una taberna, piden el voto a otro, mientras las demás personas a lo suyo y el simbolismo de un león en una puerta que parece querer comerse una flor de lis (se encuentra en el mismo museo).

"La boda de Stephen Beckingham y de Maria Cox" es el título de un cuadro pintado en 1729 que se encuentra en el Museo Metropolitano de Arte, Nueva York. Representa un contraste porque el marco es una arquitectura neoclásica, cierto barroquismo escenográfico y la formalidad de los personajes. Pero pronto vuelve de nuevo a "La orgía", obra de 1735, con los personajes en torno a una mesa, bebiendo, cortejándose, con un pie levantado, con las piernas femeninas  al descubierto en una explosición de las costumbres "licenciosas" de la clase media de su época.

Minorías y revolución industrial

Un interesante debate es el del papel de las minorías religiosas en el origen del capitaismo moderno y en los comienzos de la industrialización. Las primeras tentativas de interpretación en este sentido se remontan al sociólogo alemán Max Weber, autor de un ensayo aparecido en 1904, "La ética protestante y el espíritu del capitalismo". Grupos de protestantes puritanos, penetrados de ascetismo, estuvieron en el origen e asombrosos éxitos económicos en los siglos XVII y XVIII, especialmente en Holanda, Ginebra, Neuchâtel y en Inglaterra. Parece que existe una relación directa entre el ascetismo protestante y el éxito del espíritu de empresa. Es cierto que los puritanos castigaban la posesión de riqueza: esta paradoja no es más que aparente, porque el puritanismo insistía en el esfuerzo individual, el éxito personal en la vida. Son los protestantes derivados del calvinismo los que se lanzaban por tal camino; merced a la frugaliad de la existencia y a la intensidad del trabajo el puritano acumulaba (¿a pesar de él?) riquezas que transmitía a sus herederos.

Esta tesis, que ha sido recogida y ampliada por R. H. Tawney fue refutada por otros, que señalan como en las ciudades italianas desde la baja edad media, mucho más entre los siglos XV y XVI, floreció un espíritu de empresa practicado por católicos, fervientes o escépticos, en un ambiente católico y con una moral dominada por la Iglesia de Roma: los casos de Florencia, Venecia, Milán, Parma, Génova y Pisa son evidentes. 

El historiador Ashton, por su parte, ha insistido sobre el papel de los incorformistas en el espíritu de empresa: téngase en cuenta que tenían vedadas ciertas profesines, como el ejército, la marina, la política y las universidades de Oxford y Cambridge les estaban prohibidas. Se dirigían, entonces, hacia los negocios. Los fundadores de la industria francesa proceden de grupos minoritarios, encabezados por los calvinistas. Algunos de ellos son de origen suizo (Vaucher; los Neuflize, que llegaron de Suiza pero procedían de hugonotes franceses emigrados después de la revolución del edicto de Nantes). El grupo más dinámico de industriales franceses, el del Este, comprendía una mayoría de calvinistas, los Peugeot y los Japy en la metalurgia, los Méquillet, Schlumberger, Boigeol, Sahler en el textil. Muchas de estas familias estaban emparentadas entre sí. En Mulhouse, los Dollfus (de Dollfus-Mieg y cía.) estaban unidos a los Bourcart, Koechlin, Schumberger, Naegley, Thierry-Mieg.

El historiador Ashton, por su parte, ha insistido sobre el papel de los incorformistas en el espíritu de empresa: téngase en cuenta que tenían vedadas ciertas profesines, como el ejército, la marina, la política y las universidades de Oxford y Cambridge les estaban prohibidas. Se dirigían, entonces, hacia los negocios. Los fundadores de la industria francesa proceden de grupos minoritarios, encabezados por los calvinistas. Algunos de ellos son de origen suizo (Vaucher; los Neuflize, que llegaron de Suiza pero procedían de hugonotes franceses emigrados después de la revolución del edicto de Nantes). El grupo más dinámico de industriales franceses, el del Este, comprendía una mayoría de calvinistas, los Peugeot y los Japy en la metalurgia, los Méquillet, Schlumberger, Boigeol, Sahler en el textil. Muchas de estas familias estaban emparentadas entre sí. En Mulhouse, los Dollfus (de Dollfus-Mieg y cía.) estaban unidos a los Bourcart, Koechlin, Schumberger, Naegley, Thierry-Mieg. 

La minoría judía tiene un comportamiento aún más característico, subordinando todos los valores cotidianos a la empresa, a la industria, y ello no solo para ganar dinero, sino para asegurar un logro, tanto moral como social o material. Rostow sabe que, por sí sola, la religión no es condicionante suficiente para conducir a las minorías al éxito empresarial. Él añade que han de darse dos condiciones para que esto sea así: cuando los caminos para llegar al prestigio y al poder se les cierran a aquellas minorías; en segundo lugar cuando estas minorías son lo suficientemente flexibles como para no impedir a sus miembros el camino del progreso material que pudiera contradecir a sus tradiciones.          

miércoles, 24 de julio de 2013

El "Paisaje dorado" de Permeke

Óleo sobre lienzo (1945)
Este paisaje es probablemente uno de los mejores de Pemeke, a juicio de Sylvie Vander Stegen. Revela la paz que había encontrado después de un período de constantes experimentos con las posibilidades de deformación. Desde mediados de 1930 había renunciado a la forma extrema del expresionismo y poco a poco comenzó con un estilo más clásico. Tanto las pinturas que hizo a partir de entonces y los desnudos femeninos que dibujó y esculpió, muestran que quiso representar la realidad de una manera más nítida. Sus desnudos femeninos ya no eran robustas mujeres campesinas flamencas, sino sofisticadas doncellas jóvenes, sensuales. 

Sus paisajes llanos y abiertos con pequeñas casas y árboles sustituyen las formas monumentales. El panorama actual muestra que en la composición Permeke también se acercó más a la tradición. La composición de la pintura es convencional: el horizonte es bajo, y el cielo llena dos tercios de la superficie. Al hacerlo, Permeke fue capaz de añadir una fuerte carga atmosférica en el cuadro. En ese período era más importante para él crear un paisaje con un ambiente de gran alcance que proporcionar una representación exacta de la realidad, o la expession de su propia mente atormentada. Los colores también son propicios para la armonía y el ambiente de de pintura. Los baños de luz solar amarilla sustituyen a los contrastes vivos de color en otras pinturas de Permeke producidas en años anteriores. Al contrario: dejó sitio a una pintura casi monocroma, dominada por un suave color marrón claro, reduciendo los innumerables matices y tonos.

Nacido en 1886 en la activa Amberes, tuvo tiempo de conocer la riquísima variedad de experiencias en el campo de arte antes de su muerte en 1952. Se dejó llevar por la catástrofe de dos guerras mundiales, lo que sin duda influyó en su arte expresionista, miemtras que en los momentos de calma espiritual se entregó a la representación de paisajes como este donde, sin embargo, lo más importante no es la parte humanizada, sino la propia naturaleza.

La judía Feiga Jaimova Roitman

A finales de agosto de 1918 Feiga Roitman disparó a Vladimir Ilich Ulianov, Lenin, hiriéndole gravemente, aunque el líder bolchevique se recuperaría de sus heridas, una de ellas en el pulmón. Solo se sabe de la autoría de los disparos por testimonios que no fueron definitivos y por la confesión de la autora, que se mostró contraria al cariz que tomaba la revolución bolchevique. No era la única: socialistas de las más variadas familias también estuvieron en desacuerdo con la dictadura leninista, pero los bolcheviques, quizá mejor organizados, fueron capaces de hacerse con las riendas del poder, contar con el apoyo de la mayor parte del ejército -sobre todo la tropa- y con muchos obreros de las ciudades del oeste. No así con los campesinos, que estaban adscritos al anarquismo en algunas regiones y a los social revolucionarios, implantados sobre todo en el campo ya durante el zarismo. 

Al noroeste de Ucrania se encuentra Volinia, la región donde había nacido Roitman en una familia judía; más tarde la anarquista Feiga adoptaría el nombre Yefimovna Kaplán. Su trabajo desde muy joven en Odesa le enseñó la dureza de las condiciones de vida de la clase obrera, que ella padeció también. Pronto cometió algunos atentados terroristas, por lo que fue enviada a un campo en Siberia. Como tenía alguna formación las autoridades no la sometieron a los trabajos más penosos y junto con otras mujeres afectas al socialismo tuvo la oportunidad de intercambiar ideas y experiencias. 

Cuando comprobó las intenciones de los bolcheviques se opuso a ellos y comenzó una militancia a medio camino entre el anarquismo y el socialismo revolucionario en Crimea, pero siempre en oposición al nuevo régimen, que se debatía entre la salida de la guerra mundial, la guerra civil, la miseria y la división del país. Su vida personal estuvo llena de penurias, llegando a quedarse ciega, lo que en medio de la desesperación le llevó a un intento de suicidio. Posteriormente consiguió ser curada parcialmente de la ceguera y volvió a ver. 

El terror se había apoderado de Rusia y los demás territorios a ella adheridos: el ejército blanco no era más benigno que el ejército rojo, las checas creadas por los bolcheviques asesinaban sin miramientos, las delaciones de multiplicaban y la falta de seguridad jurídica era total. Detenida Roitman tras el atentado contra Lenin, mostró su carácter indisciplinado y lejano a la colaboración con sus captores. Encarcelada en Lubyanka, nombre de una plaza de Moscú, sufrió malos tratos e interrogatorios humillantes. Parece indiscutible que fue ella quien atentó contra Lenin, pues llegó a confesarlo: ¿quizá porque se vio perdida y quiso pasar a la historia como una valiente liberadora?

En todo caso Feiga Roitman (Kaplán) es un ejemplo de la enorme desunión eixstente entre los revolucionarios que lucharon para acabar con el zarismo. No fue el pueblo quien derrocó dicho régimen, o al menos no se puede admitir de forma tan simple. Fue el ejército, un partido revolucionario fuertemente jerarquizado como el bolchevique y la participación de soviets y obreros de las ciudades, muchos de los cuales se apartaron luego del bolchevismo. La represión y el cierre de la prensa de los grupos socialistas no bolcheviques muestra que muy pronto la pretendida democracia soviética se quebró. Algunos como Roitman constituyen premoniciones de lo que luego vendría.

martes, 23 de julio de 2013

El banquero y el pintor

Barón Francis Delbeke (1917)

Que el banquero Francis Delbeke y el pintor Jules Schmalzigaug se conociesen no es extraño porque los dos eran ricos, pero aunque no hubiese sido así la afición al arte del primero seguramente les hubiese acercado. El banquero tuvo una larga vida llena de actividades, mientras que el pintor vivió solo treinta y cinco años, pues decidió quitarse la vida quizá influido por su propio arte y el de los movimientos en los que participó, por su extrema sensibilidad y por los horrores de la gran guerra.

La obra de arriba es un gouache y pastel sobre cartón realizada en 1917, el mismo año de la muerte del pintor durante su exilio en los Países Bajos. Delbeke dejó escritas las siguientes palabras sobre el arte de su amigo: "... la luz es el movimiento, la vida". Formado en las Academias de Karlsruhe y Bruselas, Schmalzigaug visitó en París el Salón de los Independientes en 1911, donde descubrió las múltiples perspectivas utilizadas por los cubistas. En el retrato de Delbeke todo ha sido interpretado mediante geometrías, si bien la figura del banquero, escritor y coleccionista de arte está más próxima al realismo. 

Al año siguiente -escribe Francisca Vantepitte- la exposición de los pintores futuristas italianos en París fue una revelación para Schmalzigaug. En 1912 fijó su residencia en Venecia atraído por su luz vibrante. Dos años más tarde participó en la "Esposizione futurista internazionale" en la Galleria Sprovieri de Roma. Boccioni, Balla, Russolo y Marinetti elogiaron al único futurista belga, pero tras el estallido de la primera guerra mundial Schmalzigaug se vio obligado a salir de Italia. Su aislamiento en los Países Bajos dio lugar a un cambio en el estilo que también se puede ver en el retrato de Francis Delbeke. La composición se simplifica y es más estructurada, los colores son más apagados y las técnicas de aguada y pastel más sensoriales. Schmalzigaug pintó a su amigo como un intellecutal perspicaz, hojeando los documentos en su escritorio.

Ese banquero intelectual se había interesado por la Revolución Francesa y la por masonería, por el arte y por coleccionar pinturas de artistas belgas. Amberes fue la ciudad que se benefició de su mecenazgo artístico, pero también algunos pintores. Formado en el más acendrado catolicismo esto no fue óbice para comprender los múltiples caminos expresivos del arte.

Enfrentados en Valmy

Paisaje de la Champaña francesa
Varios ríos recorren la región de la Champaña: el Marne, el Aube, el Sena el Aisne y el Mosa en el noreste de Francia. Ya desde la Edad Media destacaron sus villas por la prosperidad económica, en el eje de Inglaterra hasta el norte de Italia, por lo que desde el siglo XII sus ferias fueron famosas. Ya en el siglo XVIII destacaba por la producción cerealística, sobre todo alfalfa y cebada y eran famosos sus viñedos. El paisaje forma parte de la gran llanura europea, solo alterado por ondulaciones en el relieve, con un clima oceánico algo continentalizado. 

Las conquistas de la Revolución Francesa fueron defendidas en las proximidades de Valmy contra un ejército prusiano, animado por las monarquías aliadas del rey francés Luis XVI. La villa fue cañoneada abundantemente, mientras que dos ejércitos franceses defendía la plaza: era septiembre de 1792 y la revolución estaba en plena efervescencia. Ya se había producido el intento de fuga del rey, detenido en Varennes, obligado a jurar la Constitución monárquica de 1791 y faltaban unos pocos meses para que el rey fuese ejecutado al dar comienzo 1793. 

La Francia revolucionaria había declarado la guerra a Austria, quintaesencia del absoutismo en la época, por lo que la Champaña había sido invadida por austríacos, prusianos y nobles emigrados con sus huestes. No fue una batalla especialmente sangrienta, pero sí se considera estratégicamente importante dado el momento y el lugar donde se produjo. Uno de los dirigentes militares que lucharon del lado revolucionario fue Lafayette, curtido en la guerra de independencia de las colonias británicas de Norteamérica y luego zigzagueante durante la larga revolución francesa.

Otro de los participantes en la batalla de Valmy fue Dumouriez, cuando ya los absolutistas iban camino de Verdún, que cayó en sus manos, pero el patriota consiguió ahuyentarlo cerca de Metz. Dumouriez se había hecho notar tras el intento de huída del rey hasta Varennes. Girondino y por lo tanto partidario de extender las ideas revolucionarias fuera de Francia, había ocupado importantes puestos en el gobierno pero ante todo fue un militar.

El ejército aliado absolutista se tuvo que ir retirando tras el enfrentamiento -más bien ataque- a Valmy, donde cobró experiencia el que después sería inspirador de la independencia amerinaca, Francisco de Miranda. Este no llevó a Venezuela solo el conocimiento adquirido en materia militar (más que esto fue un pensador y político) sino el entusiasmo de aquellos soldados que sabían lo que defendía contra los que pretendían perpetuar el privilegio y la falta de libertad de los pueblos. 

lunes, 22 de julio de 2013

"Paisaje marino en Saintes-Maries-de-la-Mer"


Mientras Van Gogh vivía en Arles, en la Provenza, visitó Saintes-Maries-de-la-Mer entre el 30 de mayo y el 3 de junio de 1888. En este lugar descubrió el Mediterráneo y se llenó de asombro. Las cartas a su hermano Theo y a su amigo Emile Bernard demuestran entusiasmo. La estancia en este lugar le serviría como inspiración para doce obras. Según Brita Velghe el Museo Pushkin de Moscú conserva una pintura de un paisaje marino con los barcos aparejados y velas triangulares y manejados por un solo hombre. Después de su vuelta a Arlés, Vincent escribió una carta a Emile Bernard con un bosquejo de este episodio incluyendo anotaciones de color, terminando tres versiones que actualmente están en la Nationalgalerie de Berlín, en el Museo Guggenheim de Nueva York y en el Museo de Bruselas, que es el único que fue firmado por el artista.

Su estilo, rápido y conciso, se inspiró en el de los japoneses, de los que Van Gogh había empezado a recoger ejemplos en Amberes en diciembre de 1885. Vincent concedió suma importancia al dibujo como la columna vertebral de la pintura. El mar con sus colores siempre cambiantes -dice Brita Velghe- la chispa de la luz intensa sobre las olas, el horizonte lejano, la impresión de infinitud, todo ello fue capaz Van Gogh de captar en este paisaje marino de Saintes-Maries-de-la-Mer. Primero dibujo con grafito y el dibujo fue remodelado luego con una caña afilada con gradaciones sutiles de tinta marrón. Pero ya se ven los trazos gruesos en primer plano, retorcidos y sinuosos, la embarcación es impresionista y el fondo celeste con la técnica puntillista.

No es extraño que el paisaje de la Camarga, en las bocas del Ródano, inspirase a Van Gogh. Hoy, su centro es Etang de Vaccarès. Con frecuencia sopla el mistral y los veranos son calurosos. En algunas lagunas se ven flamencos embelleciendo en paisaje. Pero Saintes-Maries-de-la-Mer está en la costa, dejando a un lado y al otro los lagos más o menos grandes que hacen al gran paraje tan especial. La playa ondulante se divide para dar salida al agua de una de las lagunas, la población tiene todas sus casas bajas y ordenadas en el paisaje, sin romper con la gran planicie. Los caballos almizcleros recorren las lagunas y en el centro se alza la iglesia fortaleza, con sus arcadas altas y sus listeles alargados de estilo lombardo. Su fábrica es del siglo XII.

Según los lugareños María Magdalena, María Salomé, María Jacobe y otros tuvieron que escapar de Palestina en barco y después de un azaroso viaje, llegaron a las proximidades de Saintes-Maries-de-la-Mer, de ahí el nombre de las marías. 

Los bunts campesinos

Los campesinos en Rusia y los territorios a ella sometidos han protagonizado una historia social que se aparta de la actitud pasiva con la que se les trata en algunos relatos históricos. Ya en el siglo XVIII se produjo uno de estos levantamientos campesinos contra la intención centralizadora y opresora de las autoridades rusas. En 1735 el levantamiento estuvo protagonizado por los cosacos, guerreros al margen del estado que desde la Edad Media dirigieron enfrentamientos en Ucrania y Rusia. 

En 1773 se produjo otra revuelta campesina que puso de manifiesto el descontento de buena parte de la población ante la situación de servidumbre que padecía. Los siervos de la gleba estaban atados a la tierra y pasaban de un señor a otro cuando la heredad cambiaba de manos, pero la situación de otros muchos campesinos no difería mucho aunque jurídicamente sí lo pareciese. Muchos campesinos estaban organizados en "mir", es decir, en unidades fiscales que respondían colectivamente. Obviamente había campesinos que eran dueños de tierra en mayor o menos medida, con lo que la situación era muy diversa, pero esta diversidad se daba también en cuanto a rendimientos, además de que las técnicas eran muy atrasadas y el campesinado no disponía de capital para mejorar las explotaciones. 

Así pues en las zonas esteparias, en las de climas benignos, en las zonas siberianas y en las proximidades de los Urales, en el oeste, en Ucracia y en regiones diversas de Rusia el objetivo último del campesino era librarse de la opresión de los señores, de la Iglesia y del Estado (pues había siervos del Estado) y disponer de la propiedad de la tierra, sobre todo entre los millones que no eran propietarios. La liberación de los siervos a partir de 1861, por obra de zar Alejandro II, no mejoró casi en nada la situación de los campesinos, sometidos a las inclemencias del tiempo, a la pobreza y las exacciones del Estado.

Cuando se produjo la revolución rusa de 1917 el campesinado aprovechó el desconcierto de los gobiernos provisionales anteriores a octubre de dicho año y se apropió de tierras que hasta ese momento estaban ocupadas por los nobles y la Iglesia. El Estado dejó hacer de forma que cuando los bolcheviques se hicieron dueños de la situación política -con la guerra civil de por medio- una de las primeras medidas fue consagrar lo que los campesinos ya habían hecho, repartir la tierra. Las formas fueron esencialmente dos: o que las aldeas comunitariamente administrasen las propiedades o que cada campesino hiciese lo propio con la que se había apropiado. De todas formas, la necesidad de abastecer al ejército y a las ciudades obligó a los bolcheviques a requisas de grano, lo que había ocurrido ya con anterioridad. 

El gobierno comunista establecido desde octubre-noviembre de 1917 era partidario de la colectivización de la tierra, más bien de la estatalización, de forma que los campesinos pasasen a ser empleados del Estado en sus diversos grados. Sin embargo por un momento los comunistas y los soviets más apegados a ellos dejaron que los campesinos viviesen el espejismo de la propiedad. En realidad el campesinado ruso, ucraniano y de otras nacionalidades se sumó a la revolución -cuando se sumó- por lo que de ventaja representaba para él. Había casos en los que grupos de campesinos estaban imbuidos de las ideas socialistas y más concretamente anarquistas, como en Ucrania. Las ocupaciones de tierras en época revolucionaria fueron una reedicición de los antiguos "bunts" que habían protagonizado los campesinos siglos atrás. 

sábado, 20 de julio de 2013

Boulenger de Tournai

Tournai se encuentra cerca del río Escalda y fue una ciudad medieval relativamente importante, de lo que quedan muestras en su arquitectura. Su plaza mayor con fuentes es característica y en ella quizá jugase, tanto de niño como de mozo Hippolyte Boulenger, pintor belga de cultura francesa que se vio influido por los pintores de Barbizon durante las décadas centrales del siglo XIX. Ante todo fue un paisajista pero también arquetipo de los artistas malditos del siglo, según Pierre-Yves Desaive. Una de sus obras es "The Saint-Hubert Mass", óleo sobre tela pintado en 1871 de 114 por 134 cm. Son muy comunes en él los tonos terrosos, las arborescencias indefinidas, los personajes amontonados y confusos, las atmósferas propias de su Bélgica natal, aunque en el caso de la obra citada los perfiles de la iglesia estén más definidos.

Boulenger nació en una familia modesta y fue huérfano a la edad de dieciseis años; a lo largo de su corta vida luchó contra desórdenes nerviosos graves, lo que eventualmente lo mantenían privado de sus facultades mentales. A pesar de que los elementos innovadores de su obra no se desarrollaron hasta los últimos años de su vida, Boulenger ejerció una influencia considerable sobre el paisajismo belga, según Desaive. Este autor señala que "en 1894 fue descrito como un maestro entre los maestros" en un libro dedicado a los artistas belgas contemporáneos.

Boulenguer comenzó su carrera como paisajista mientras asistía a clases nocturnas en la Escuela de Bruselas. Esta vocación como pintor de paisajes se autoafirmó en la década de 1860, en el momento en que Claude Monet estaba pintando en el bosque de Fontainebleau. Poco a poco este género pictórico, que todavía era despreciado por las academias de arte, comenzó a ser reconocido. Los artistas no se contentaron entonces con una pintura idelizada a partir de un boceto hecho en sus estudios, sino que fueron a hacer sus pinturas sobre el terreno. Boulenger eligió su inspiración en las cercanias de Bruselas, o más raramentea orillas del río Mosa. Conoció a Camile Van Camp, quien le presentó a los pintores Asselbergs, Montigny, Raeymaekers y Coomerans. Juntos, formaron la "Tervueren Schol" cuyo nombre se escogió inicialmente como una especie de broma en alusión a la pequeña población belga de Tervuren, en la provincia de Brabante.

viernes, 19 de julio de 2013

Bakunin en la fortaleza de San Pedro y San Pablo


Hay dos facetas en la vida de Bakunin que destacan por encima de todas las demás: una es su esfuerzo por el estudio sobre la sociedad, sobre el ser humano y sobre los caminos para la liberación del mismo; la otra es su participación en varios movimientos revolucionarios pero no siempre constructivamente, sino en varias ocasiones a la contra, acusado injustamente -creo- de lo que no era. 

A mediados del siglo XIX estuvo preso en la fortaleza de San Pedro y San Pablo el anarquista Bakunin, después de haber renunciado al patrimonio de su aristocrática familia y de haber estudiado filosofía en Moscú. También había participado en varios movimientos revolucionarios en Alemania, París y Suiza, pero será en Dresde donde, en 1849, es detenido y condenado a muerte, pena que se le conmutó para ser entregado a las autoridades rusas, que le encarcelaron.

La fortaleza de San Pedro y San Pablo, empezada a construir a principios del siglo XVIII sobre una de las islas que se forman en el delta del río Nevá, no presentaba a mediados del siglo siguiente el aspecto que hoy tiene, pulcro y remozado; se trataba de un conjunto de murallas formando un exágono con baluartes en sus ángulos; en la parte interior edificios y una iglesia que ha sido catedral en otro tiempo. En uno de esos edificios estuvo preso seis años Bakunin. Hoy, en el estrecho margen que queda fuera de la muralla, los rusos de San Petersburgo se solazan y bañan en el río.

Aunque con frecuencia se tiene la idea de que el siglo XX empieza en Rusia como si se tratase de un estado feudal al que las ideas de todo tipo no habían llegado, esto no es así. La invasión napoleónica de 1812 fue interpretada por los intelectuales no solo como la ocasión para defender la independencia, sino en clave ideológica, es decir, sabían que ideas pretendía extender la revolución francesa, y ya en el siglo XVIII las clases dirigentes, aunque conservadoras, habían estado en contacto con la ilustración occidental, particularmente francesa. Los "dekabristas" en 1825 intentaron que el liberalismo se abriese paso en Rusia, aunque sus intentos fueron abortados, pero es una fecha muy temprana si comparamos el avance del liberalismo en otros países europeos: los diversos países alemanes, por ejemplo. 

Las reformas de Alejandro II, aunque el reinado de este corresponde ya a la última etapa de la vida de Bakunin, abrieron las posibilidades para que populismo, nihilismo, socialismo y liberalismo se abriesen paso, aunque solo en las ciudades. No obstante el campo ucraniano estaba muy trabajado a principios del siglo XX por los anarquistas, lo que quiere decir que había una labor realizada en el siglo anterior.

Los seis años que pasó Bakunin en la fortaleza de San Pedro y San Pablo le permitieron reflexionar sobre la naturaleza humana, sobre las condiciones de vida de la mayoría de la población, sobre la injusta naturaleza del estado zarista y quizá reflexionó también sobre su temprana experiencia como militar, sus contactos con los socialistas alemanes y luego en Suiza. Cuando salga de la fortaleza será para ir a Siberia hasta que consiga escapar a Japón y luego vagar por medio mundo. Su influencia en el pensamiento socialista (anarquista en particular) es extraordinaria y la pobreza con la que sobrellevó los últimos años de su vida revelan que las acusaciones de que fue objeto por seguidores de Marx -y por este mismo- no tuvieron nunca fundamento.

sábado, 13 de julio de 2013

Los anarquistas de Ucrania


Como otros muchos fenómenos históricos la revolución rusa y la guerra civil que le siguió fueron muy complejos, con varios ejércitos luchando cada uno con objetivos distintos y contradicciones en todos ellos. El campesinado ucraniano estaba bien trabajado por las ideas anarquistas, como los trabajadores de las industrias en el oeste de Rusia lo estaban por las ideas socialistas en general, aunque luego fuesen los bolcheviques los que mejor capitalizasen el trabajo realizado por unos y otros durante el zarismo. Cabe preguntarse qué habría sido de la revolución rusa sin la defección del ejército, muchos de cuyos efectivos se pasaron a las filas de la revolución al ver como se producían los acontecimientos. Cansados muchos de la Gran Guerra, no sabían que poco después tendrían que invadir Polonia, prolongando el sufrimiento de familias y soldados; algunos estarían guiados por el nacionalismo ruso (había rusos en Polonia) y tras la revolución la guerra civil en la que por lo menos se distinguen cuatro ejércitos: el creado por Trostky, el ejército Negro de los anarquistas ucranianos, el de los nacionalistas y el Blanco de los zaristas, potencias occidentales y bolcheviques. Los componentes de este último no perseguían objetivos políticos idénticos.

El verdadero dirigente de los anarquistas ucranianos fue Néstor Majnó, un capesino que sabía lo que era la miseria en Guliaipole, al sureste de Ucrania; más tarde fue encarcelado en Moscú y allí aprovechó para formarse, aunque sus ideas anarquistas le vendrán del contacto con personas más instruída que él. En 1917 dirigía el soviet de Guliaipole. Lo que a los anarquistas ucranianos interesaba era el control sobre sus tierras, que había estado en manos de grandes terratenientes y de la Iglesia con anterioridad. Esto había sido compatible con la pequeña propiedad que, cuando estalla la revolución de 1917, sobre todo a partir de octubre, estaba en peligro. Este objetivo, junto con el de no someterse a autoridad alguna, sabedores como eran de lo que había respresentado el estado zarista, eran la razón de su lucha.

Esto les llevó a aliarse circunstancialmente con los bolcheviques o con nacionalistas "verdes" según los casos. Con aquellos tenían en común las ideas igualitarias de la sociedad, pero con estos la independencia respecto de Rusia. Por ello veremos anarquistas luchando en el ejército rojo durante la guerra civil entre 1918 y 1920, en el ejército negro que les era propio y en actividades guerrilleras de otro tipo. A esta complejidad habría que añadirle las actividades de los cosacos del Don, guerrilleros que actuaban por su cuenta, se vendían al mejor postor pero terminaron colaborando con el ejército blanco bajo las órdenas del general Denikin. Muy cerca de Guliaipole se dio una importante batalla entre blancos y anarquistas, en la región de Mariupol.

Cuando los bolcheviques se hicieron con el poder tras la guerra civil la represión en Ucrania contra todo disidente no tuvo nada que "envidiar" a la que se dió con otras nacionalidades: algunos anarquistas -quizá no pocos- se integraron en las estructuras del estado soviético, pero otros muchos fueron arrestados, encarcelados y fusilados hasta extremos difíciles de cuantificar. Contra el ideal anarquista se encontraba ahora un régimen altamente jerarquizado, opuesto a las libertades individuales, represor de toda disidencia; los anarquistas ucranianos no pudieron imponer su modelo y Ucrania, como lo había sido ya, se convirtió en el granero del nuevo estado.

sábado, 6 de julio de 2013

"Los restos del naufragio"

"Los restos del naufragio" (óleo sobre tela)
La mayor parte de las obras de Louis Artan de Saint-Martin representan mares tenebrosos, otros más luminosos, costas, aldeas, playas, pequeñas embarcaciones y paisajes con un punto de vista bajo, donde el cielo más o menos turbulento ocupa la mayor parte del cuadro. El pintor es un romántico que no abandonó su estilo durante toda su vida, quizá influido por el paisaje marino de su tierra, Bélgica, y los países del noroeste de Europa.

La obra de arriba se encuentra en el Museo de Arte Moderno de Bruselas y mide 142 por 248 cm. Según Brita Velghe artistas defensores del realismo, como Louis Artan, Theodoro Baron, Louis Dubois, Eduard Huberti, Lambrichs Edmond y otros se embarcaron en una lucha ardiente por la libertad de expresión individual. Respetuosos con las formas de los grandes maestros del pasado, defendieron el estudio simple y real de la naturaleza.

Aunque Artan de Saint-Martin nació en La Haya visitó con frecuencia la pequeña población belga de Oostduinkerke, en la costa, cuyos habitantes han vivido siempre de la pesca y hoy hay un museo dedicado a esta actividad. La "Sociedad Libre de Bellas Artes", que fue fundada en Bruselas en 1868, nació a partir de las demandas de los Salones, la inutilidad de la pintura histórica, los límites de la pintura sentimental o anecdótica, así como contra otros clichés del academicismo. Los pintores de esta sociedad querían "hacer una sana pintura sin recetas", según las palabras de Camile Lemonnier, cómplice en esta revuelta, dice Brita Velghe.

El primer número de la revista artística y literaria "L'Art Libre", que se extendió a partir de 1871, contribuyó a la obra de Artan que comentamos aquí, durante una estancia de Artan en Heist y especialmente en Blankenberge, un cuadro ejecutado enérgicamente cuyo poder se amortigua por el amarillo con manchas blancas de la espuma, mientras que las sombras de gris en el cielo se mezclan con el blanco. A partir de 1858, durante los inviernos pasados en París, Artan había conocido a Corot y a Courbet, frecuentándolos cuando pintaban en Barbizon.

jueves, 4 de julio de 2013

El Tenebrario


Entre los siglos XV y XVI existió en Córdoba un inquisidor tan cumplidor de su obligación que, en un solo auto de fe, llegó a quemar ciento siete personas. Así se le puso el nombre de el Tenebrario, cuando el suyo era Diego Rodríguez Lucero. En aquellos momentos la Inquisición quemaba a todo el que se le ponía por delante. Procesado fue el arzobispo de Granada y antes obispo de Ávila, Hernando de Talavera, ejemplo de como integrar a los moriscos entre la mayoría cristiana. 

La Inquisición no trataba por igual a unos individuos que a otros, sino que los diferenciaba según su influencia, rango o riqueza; pero ello no solo en la práctica sino "de iure". Si las respuestas del reo no eran satisfactorias a juicio de los inquisidores, estos podían darle tormento: potro, garrocha o toca. Juan A. Llorente afirma que, en su época, ya no se aplicaba de hecho. En los siglos XV y XVI, en época del Tenebrario, parece que se aplicó solo en un 10%, pero el derecho procesal de la época lo contemplaba.

El reo no conocía quien le había denunciado cuando no era de oficio y si el reo presentaba testigos en su favor, la lista de estos la consustaba el tribunal consintiendo a unos y excluyendo a otros. El proceder de la Inquisición se endureció al descubrirse focos de protestantes en Sevilla y Valladolid, pero esto fue posterior a la época en que vivió el Tenebrario, pues murió en 1508, alargándose algunos procesos durante años, el caso era justificar la existencia del alto tribunal. 

En carta de Pulgar al cardenal Mendoza se dice (aludiendo a lo deteriorado de la religiosidad de la época) que los cristianos viejos eran "tan malos cristianos como eran los nuevos buenos judíos"; es decir, que judaizaban aunque se hubiesen bautizado. Al parecer el pueblo recibió con agrado a la Inquisición, lo que influiría en la crueldad del Tenebrario, el cual cometió tantas arbitrariedades y abusos (y no fue el único) que fueron los mismos obispos los que salieron en defensa de los oprimidos, pero esto una vez que el Tenebrario ya había hecho de las suyas.