martes, 1 de septiembre de 2020

Las marinas de Aivazovsky

"Un fuerte viento", 1856

Feodosia es una pequeña ciudad que se encuentra al sudeste de Crimea, asomada al mar Negro. Cuando nació allí Iván Aivazovsky, en 1817, era aún más pequeña, y el ambiente marino debió inspirar al autor citado, pues ha pintado muchas marinas animado por el espíritu romántico. Técnicamente se diferencia de Turner, pero en cuanto al tema gusta de los ambientes nubosos e indefinidos.

Turner era bastante mayor que él, pues había nacido en 1775, pero su pintura, entre otros temas, se basó en los paisajes. Ya en 1796 pintó Turner su “Pescadores”, óleo sobre lienzo de 91 por 122 cm. que se encuentra en la Tate Gallery de Londres. Luego vendría su “Mañana entre los páramos de Coniston”, con un gran contraste entre los cielos por donde se filtra la luz y los páramos sombríos. De la década de 1830 es el “Paisaje con un río y una bahía al fondo”, donde parece interesarle más el marco colorista que los elementos del título. Y ya de 1842 es su obra “Tormenta de nieve: barco de vapor en la desembocadura de un puerto”. Aquí la confusión es máxima, siendo lo más definido la arboladura del buque.

Aivazovsky debió de conocer la obra de Turner, pues viajó por muchos países europeos, incluido Gran Bretaña, la segunda vez en 1843, y sus paisajes marinos son todos desde 1850 en adelante. Uno de ellos, “Un fuerte viento”, de 1856, hecho con lápiz y gouache sobre papel (23 por 32,7 cm.), forma parte de una colección privada. Antes había pintado “La novena ola”, un óleo sobre lienzo de 22,1 por 33,2 cm. que se encuentra en el Museo Estatal Ruso de San Petersburgo. Aquí es el color lo que le interesó: amarillos, rojos y grises… y más adelante volvió al lápiz con “Naufragio”, sobre papel de 2,30 por 3,27 m. (colección privada).

De 1887 es su “Barco en el mar tempestuoso”, un óleo sobre lienzo de 63 por 97 cm. que se encuentra en el Hermitage de San Petersburgo. En su obra “Un fuerte viento”, ya citada antes, se muestra la violencia del mar, que parece jugar sin piedad con la embarcación, rodeada de agua y nubarrones.

Iván Aivazovsky fue reconocido en vida sobradamente, no limitándose a los paisajes marinos con tormentas y barcos zarandeados. Su ascendencia armenia le hizo también un devoto de las costumbres de éste pueblo, siendo en éste caso los temas principales, las escenas religiosas.


No hay comentarios:

Publicar un comentario