viernes, 21 de junio de 2019

"Espino en flor"


Aureliano de Beruete nació y murió en Madrid (1845-1912) y ha sido uno de los paisajistas más originales que ha tenido España, pero también su estilo es particular en comparación con los paisajistas de otros países. Alumno de Carlos de Haes[i], este le animó a que pintase tomando el modelo directamente de la naturaleza y así lo hizo con los alrededores de Madrid y Toledo. Cuando conoció el impresionismo francés, hizo sus propios paisajes con una austeridad mayor que el colorismo de dichos impresionistas.

En este “Espino en flor”, obra de 1911, por lo tanto de su madurez, se muestra mucho más austero que en otras de sus obras, como “El río Manzanares”, obra de 1908, en la que muestra los edificios de Madrid muy difusos al fondo, otros con la vegetación a la vera del río y este mismo, que parece llevar poca agua por los bancos de arena que sobresalen. Las tonalidades claras son aquí dominantes: azules, grises, blancos y solamente el verde en tono más oscuro. En otro “Río Manzanares, también de 1908, predominan los tonos rojizos, con el cielo más turbulento ocupando la mayor parte del cuadro.

Su “Sierra de Guadarrama” muestra las montañas nevadas al fondo, mientras que el páramo está ocupado por tonos verdosos y amarillentos (1911). Más realista es “A orillas del río Manzanares”, obra muy anterior (1878), que permite ver la evolución del pintor: en primer plano unos pocos árboles, algunos ya troncos rajados, las vacas y el pastor, el río y otros pocos árboles al fondo, con el caserío madrileño muy difuminado. Las tonalidades verdes son aquí las dominantes.

En la obra del título, “Espino en flor”, los matorrales son grandes masas en primer plano, con colores blancos y verdes muy oscuros, algunas pinceladas de color violeta en primer plano y, al fondo, el paisaje monótono fundiéndose con las nubes. Es un óleo sobre lienzo de 66 por 100 cm. que se encuentra, como otras obras suyas, en el Museo del Prado.

Son obras muy poéticas, donde el color lo es todo,  pero no desaparece la forma ni en los casos más extremos. Es evidente, en algunas de sus obras, la influencia de Sorolla, logrando efectos lumínicos muy vivos, tonalidades muy claras que invitan a pensar en el cielo mediterráneo; pero en otras ocasiones sus obras invitan a la melancolía, a la soledad, a la quietud de algunos parajes.


[i] Nacido en Bruselas en 1826, murió en Madrid en 1898 y sus paisajes son mucho más realistas que los de Beruete. Influyó también, entre otros, en Darío de Regoyos.

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