miércoles, 9 de octubre de 2019

El "Palacio sin rival"

Relieve en Nínive con el ataque asirio a una ciudad amurallada
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A mediados del siglo XIX Austen Henry Layard[i] realizó trabajos arqueológicos en este palacio con un resultado verdaderamente sorprendente: los relieves realizados durante el reinado de Senaquerib[ii] de Asiria, estudiados en un trabajo reciente por Arturo Sánchez Sanz[iii], corresponden al salón del trono y a otras estancias adyacentes.

Asistimos así a una serie de escenas de asedio y escaramuzas en los bosques cercanos a la ciudad de Laquish (en el actual Israel), o el asalto a otra ciudad situada en la costa, la cual aparece en el centro mientras por un lado llegan los soldados asirios, y por el otro se ve a los habitantes huyendo y siendo evacuados en barcos. La llamada sala I conserva una puerta en el centro del muro.

En la sala III se han conservado ocho paneles con el saqueo de una ciudad situada entre dos ríos y junto a bosques de palmeras; por su parte, el rey aparece representado dos veces en sendos paneles, en uno de ellos con epígrafe donde se indica que la ciudad era Dilbat[iv]. La sala IV estaba pavimentada con ortostatos (bloques que forman la parte inferior de un muro) donde se representaron procesiones de soldados y cautivos atravesando un bosque en una región montañosa. En uno de esos ortostatos aparece un personaje sin la parte superior de su cuerpo (perdida), y en la parte inferior de las jambas de la puerta se han esculpido unos pies con garras de ave. Cada jamba estaba decorada con dos figuras, una con pies humanos y otra con patas de ave, identificándose esta sala como un lugar de baño.

Casi todos los paneles de la sala V (51 relieves) muestran campañas militares, en una de ellas cruzando las tropas, a lo largo de un río, una región montañosa y boscosa. En estos paneles se muestra una secuencia temporal de cinco años en los que la escena se repite, los soldados asirios capturan una ciudad mientras el rey examina a los presos y el botín para, después, ponerse de nuevo en camino hacia las siguientes ciudades a asediar: Kasubi y Aranzias. Esta sala habría servido para que esperasen los que habían de ser recibidos.

En el llamado patio VI se representa una campaña militar comandada por el rey a través de una región montañosa con árboles y viñedos. Los soldados asirios están persiguiendo a sus enemigos, mientras que en otros paneles se muestra la extracción de piedra para la fabricación de los toros colosales, así como el transporte de estos toros hacia el palacio, primero a través de montañas y luego atravesando lo que parecen un pantano y un río. En otros paneles aparece un epígrafe con el nombre de Balatai, una localidad cercana a Nínive. La puerta de acceso a este patio estaba flanqueada por dos toros colosales que Layard encontró sin cabeza.

Los relieves neoasirios fueron el elemento decorativo principal de los palacios. Vemos, pues, que los relieves del palacio de Senaquerib muestran, principalmente, estos tipos de representaciones: campañas militares del rey, que no aparece cuando se trata de batallas campales; desfiles o procesiones y escenas de transporte, donde el rey aparece para demostrar que es un rey constructor y que el éxito de las operaciones se debe a su supervisión[v]. La primera campaña militar de Senaquerib fue en Babilonia, fechada entre 704 y 702 a. C., donde estableció el control de las ciudades fortificadas que estaban bajo la influencia de dicha ciudad, haciéndose con las ciudades rebeldes que encontró en su camino de regreso a lo largo del Tigris.

Con respecto a la segunda campaña del rey, la fuente principal es el cilindro de Bellino[vi], de donde se deduce que era característica de estos reyes llevar a cabo una campaña anual en el verano. Esta segunda campaña fue contra los “kassi” y los habitantes de los montes Zagros; después continuó hacia Ellipi[vii], y acabó con la recepción de tributo por parte de los medos. Parece que esta campaña tenía dos objetivos –dice Sánchez Sanz-, el control de las rutas comerciales que discurrían por esas regiones y el control sobre Ellipi como zona fronteriza con Elam. En cuanto a la tercera campaña se llevó a cabo, quizá, en 701 a. C. en tres fases que conocemos por el cilindro Rassan, descubierto por el arqueólogo Hormuzd Rassan: el ejército de Senaquerib marchó por la costa fenicia para recoger el tributo de las ciudades sometidas (tributo que estaba perfectamente reglado); luego vino el enfrentamiento con los filisteos y egipcios, y finalmente el intento de apoderarse de Judea, logrando victorias en algunas ciudades fortificadas de la región pero sin poder tomar Jerusalén. Ello lleva a los especialistas a relacionar los relieves de este palacio con las tres primeras campañas de Senaquerib, aunque no se puede descartar que otros relieves se refieran a campañas posteriores.

Senaquerib fue el rey que trasladó la capital de Asiria desde Dur Sharrukin (hoy Khorsabad) a Nínive (700 a. C), donde en la zona suroeste mandó construir un palacio que llevó el nombre del título. Sus restos se hallarían en uno de los dos grandes montículos que abarcaban los muros de la antigua ciudad de Kouyunjik (Nínive). La mayor parte de los muros del palacio se recubrieron con ortostatos, como era tradicional, haciéndose muchísimos relieves que narran, en un tono elogioso, las hazañas del rey. Cuando Nínive cayó en manos de una coalición de medos y babilonios en 612 a. C., el palacio fue saqueado y quemado, de forma que el piso superior cayó sobre el inferior, quedando sepultadas sus ruinas durante más de 2.500 años.

Desde Asurnasirpal II (883-859) hasta Sargón II (predecesor de Senaquerib), se fijó el modelo del palacio neoasirio, aunque se establecieron algunos cambios que aquí no nos interesan. Destacaban las salas del trono y las anexas, empleadas para las audiencias reales; también formaban parte de estos palacios la parte para vivienda de la familia real y los cortesanos. En la sala XXXVI del “Palacio sin rival” se encontraron las inscripciones cuneiformes y las imágenes que representaban el asedio a la ciudad de Laquish, en Judea, y Jerusalén.

La situación política de los reyes neoasírios muestra un fortalecimiento de su poder, aumentando la magnificencia de las representaciones palaciegas. Los palacios se organizaban en torno a varios patios y constaban de varias salas donde se celebraban banquetes, se ejercía la administración, etc. El de Senaquerib al que nos referimos aquí constaba de más de setenta habitaciones en las que debió haber más de 2.000 relieves, aunque solo una pequeña parte de ellos podemos ver hoy. No obstante, parte de esos relieves pertenecen a la época de Asurbanipal (668-627), cuando el Imperio estaba muy próximo a su final.



[i] Vivió entre 1817 y 1894. Además fue dibujante.
[ii] Reinó entre 705 y 681 antes de Cristo, gobernando durante algunos años también en Babilonia.
[iii] En el trabajo de este autor se basa el presente resumen: “Los relieves del Palacio sin Rival de Senaquerib”.
[iv] En el centro del actual Irak.
[v] No obstante, a pesar de las numerosas obras hidráulicas llevadas a cabo por Senaquerib, estas no aparecen representadas en los relieves del palacio.
[vi] Datado en 702, proporciona información sobre las dos primeras campaña de Senaquerib contra Babilonia, los casitas y otros pueblos de la frontera oriental de Asiria.
[vii] En la vertiente occidental de los montes Zagros.

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