sábado, 19 de octubre de 2019

Los retratos de Jean Gossaert


Jan Gossaert han pretendido con los retratos que nos ha dejado, independientemente de la calidad de cada uno, estudios psicológicos según se trate el representado. Algunos sobre fondo oscuro, otros más luminosos, y no renuncia al colorido. Pintó para clientes ricos y en pequeño formato con algunas variaciones. La mayoría de estos retratos son de hombres, algunos anónimos, pero otros reconocibles (Francisco de los Cobos y Molina, Floris van Egmond o Juan Carondelet). En otras ocasiones se trata de mujeres (María Magdalena* o Anna van Bergen). También pintó a los tres hijos (en una misma obra) de Cristian II de Dinamarca, y a una pareja de viejos (ella tocada con un paño blanco).

A veces los personajes llevan algo en la mano, como el de la muchacha con un instrumento de astronomía, un hombre escribiendo que levanta los ojos hacia el espectador, otro con un guante, con un rosario, un monje… y la mujer que figura arriba, pintada entre 1520 y 1525. Se trata de un óleo sobre tabla de 36 por 34 cm. que se conserva en el Staatliche Museen de Berlín.

Gossaert nació en 1478 en Maubeuge (de ahí el nombre por el que también se le conoce, Mabuse) hoy en el extremo norte de Francia, aunque la cultura del pintor era flamenca. Murió en 1532, correspondiendo los retratos a la última parte de su vida (entre 1520 y 1530) salvo dos anteriores. Tiene una obra numerosa y variada, y estos retratos presentan también variaciones: en unos casos se ve un rico colorido, mientras que en otros el tono es más sobrio; los colores negro, rojo y blanco son los más empleados, pero también el dorado, y en algunos de ellos muestra un gusto especial por representar ricos ropajes con muchos detalles, prueba de que trabajaba para gente adinerada en no pocas ocasiones.

Francisco de los Cobos fue un noble español que trabajó para el rey Carlos I, mientras que Anna van Bergen era una noble para cuyo marido trabajó Gossaert, como para otros miembros de la alta sociedad de su época, siendo su patrón principal, quizá, Felipe de Borgoña. El rey Cristian II de Dinamarca, Noruega (aquí entre 1513 y 1523) y Suecia (1520-1521) le contrató para que retratase a tres de sus hijos, muy regordetes y pálidos en la obra de nuestro autor. Floris van Egmond fue conde de Buren y Leerdam entre otros títulos, y Jean Carondelet fue un clérigo borgoñón que sirvió como asesor al emperador Carlos V.

La obra de arriba, donde se muestra a una mujer relativamente joven, en tres cuartos y ricamente vestida, es una muestra intermedia de los retratos del pintor, ni demasiado lujo ni la pobreza mostrada, por ejemplo, en el caso del monje.
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* En dos ocasiones.

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