domingo, 22 de diciembre de 2019

Médicos y naturalistas en Indias

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Médicos, naturalistas y afines han suministrado una ingente información sobre los productos de América que, desde el siglo XVI, fueron conocidos y traídos a España (luego a otras partes de Europa), así como aclimatados cuando ha sido posible.

Uno de dichos médicos es Nicolás de Monardes, que vivió en el siglo XVI, nacido en Sevilla y que, entre otros productos, habló del pimiento en su obra[i], sobre todo desde el punto de vista medicinal, pero “no solo sirve a medicina” –dice- y “no hay jardín, ni huerta, ni macetón que no la tenga sembrada”[ii]. Añade que es una planta grande y que los pimientos pueden ser largos, redondeados, con “hechuras de melones” y que cuando no están maduros tienen color verde. Se usaban en guisados y potages y servían como especias aromáticas que “difieren en que las de la India cuestan muchos ducados”, añadiendo los valores medicinales que considera. En realidad, cuando se seca es la que conocemos como guindilla (chilli).

En cuanto a la batata dice que es “fructa común en aquellas tierras… házense dellas conserva muy excelente, como carne de membrillos y bocadillos y… hazen potages…”, etc. En su época se llevaban de Vélez Málaga a Sevilla “diez y doce carabelas cargadas dellas”.

Francisco Hernández[iii] vivió también en el siglo XVI y fue nombrado por Felipe II protomédico de las Indias, organizando una expedición al virreinato novohispano donde realizó investigaciones entre 1571 y 1577. Dice que “el chile o pimiento mexicano es una planta” que los españoles llamamos pimiento de Indias, trasladada a España, sirve para “abrir el apetito y aderezar alimentos”, hasta el punto de que “no es posible encontrar una mesa sin chile”. En su obra habla de los aspectos botánicos del pimiento, su valor medicinal y su uso en caso de enfermedad.

En cuanto al tomate, nos da la noticia de que, inicialmente, se le conoció en Europa como “manzana del amor”, empleándose con el chile culinariamente, pero también en forma de salsa, y luego habla de sus virtudes medicinales. Dice que los más grandes se llaman jitomates o tomates rugosos y luego se refiere a otras especies de este fruto.

Unos, después de verdes se hacen amarillos y otros pasan al color rojo, naciendo “en cualquier lugar” –dice- pero especialmente en cálidos, espontáneamente o en cultivos. “Tanto las hojas como el fruto se untan muy eficazmente contra los 'Fuegos de San Antonio'", llamada así una enfermedad producida por el cornezuelo del centeno[iv], entre otros males.

En cuanto a la batata, dice que es nombre dado por los haitianos, y los mexicanos la llaman camotli, siendo la raíz lo más útil, que tiene distintos colores pero “todos los géneros tienen raíz oblonga, a veces voluminosas…”. Dicha raíz se puede comer cruda o mezclada con distintas viandas, teniendo un sabor –dice- muy parecido al de las castañas, pero “propio para producir flatulencia”.

El jesuita del siglo XVII Juan Eusebio de Nieremberg publicó una obra directamente relacionada con la de Hernández, teniendo como principal mérito aquel ser un minucioso observador de la naturaleza. En su obra[v] recoge muchos datos sobre la historia natural exótica, pero parece que nunca estuvo en América.

Gregorio de los Ríos fue nombrado por Felipe II capellán de la Casa de Campo (era sacerdote) y dedicó su obra a la jardinería (“La Agricultura de Jardines”, 1592), considerando que algunas plantas como la del pimiento pueden usarse en dicho arte: pimientos ay quatro maneras: de cuernecillo, y como cereças, y de pico de gorrión y de los comunes. Tienen simiente. Fenecen por la otoñada. Quieren mucha agua. Gregorio de los ríos también nos habla del tomate aunque de forma breve: “es una planta que lleva unas pomas acuarteronadas, buélvense coloradas, no huelen; dizen son buenos para salsa. Tienen simiente, suelen durar dos o tres años. Quieren mucho agua…” .

Juan de Cárdenas (1563-1609), “un muchacho de Constantina (Sevilla), marchó a Nueva España” en la década de 1570, se licenció en medicina y dedicó su vida al estudio de la naturaleza indiana. En su obra “Problemas y secretos maravillosos de las Indias”, explica muchos aspectos sobre flora, fauna, clima, volcanes, riquezas, “los hombres con sus enfermedades y costumbres”, etc.. En relación al chile o pimiento, dice que “sea verde o seco, grande o pequeño, en siendo chile, es calidísimo… es de más calor que la pimienta, y así vemos que abrasa las entrañas”. Añade en otro momento que es purgativo con ajo y cebolla, sirve de alimento y estimula el apetito.

Joseph Quer fue, según Moreno Gómez, el botánico español más relevante del siglo XVIII, que en su obra[vi] dedicó un capítulo a los pimientos de Indias, informando de que, en el siglo citado, ya era muy empleado en España, particularmente en Extremadura, La Mancha, Valencia, Murcia y Andalucía, pero también en Languedoc, donde molían el fruto y lo enviaban a Alicante, pero la fuente de este autor es Francisco Hernández, del que ya hemos hablado. En cuanto al tomate dice que “se cultiva con mucha abundancia en las huertas y campos de regadío en todas las Provincias y terrenos de nuestra península, es de gran abasto, y se siembra todos los años. Florece… en Andalucía, Murcia y Valencia…”.

En cuanto a la batata habla de las de Málaga: “se cría, y cultiva en Andalucía, en el circuito de la Ciudad de Málaga, de la qual hay comercio grande para todas partes”. Luego trata de su forma, tamaño, grosor, color y textura, propiedades y aplicación culinaria. Las batatas –dice- sirven para cocer o asar y “en el rescoldo son muy sabrosas”, pero también se pueden sazonar o preparar con azúcar y vino, siendo una de las comidas más deliciosas al paladar.

Otros naturalistas estudiaron y publicaron sobre los productos traídos de América, pero no estuvieron en dicho continente, sino que se dedicaron a observar y escribir sobre su cultivo en España e incluso en otros países de Europa, por lo que no interesan al objetivo de este resumen.



[i] “Historia medicinal de las cosas que se traen de nuestras Indias Occidentales que sirven en Medicina”.
[ii] “La naturaleza de Indias en la plástica de la Edad Moderna”, Jesús Moreno Gómez. En esta obra se basa el presente resumen.
[iii] Su obra, “Cuatro libros sobre temas médicos de la Nueva España”.
[v] “Historia naturae, maxime peregrine”, 1635.
[vi] “Flora española, o Historia de las plantas, que se crian en España…”.

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