lunes, 10 de julio de 2017

Asturias entre el imperio y los godos




Tablero de cancel de Lucus Asturum

José Antonio Gutiérrez González y otros consideran que Asturias estuvo plenamente integrada en la organización administrativa romana, aunque es posible, como señaló Sánchez Albornoz, que los indígenas que vivían en los valles más encajados y apartados de los principales núcleos de población, escapasen a la influencia romana e incluso goda. Hoy se dispone de muchos datos sobe el Gijón romano, Veranes[1], Puelles[2], Memorana[3], Andallón[4], Paraxuga[5] y Rodiles[6], entre otros lugares.

Astures, lugones y pésicos, indígenas transmontanos, quedaron encuadrados en los territorios administrativos de Noega (civitas), Lucus Asturum, Flavionavia, Paelontium y Paesocorum (civitas). Ninguno de estos centros eran núcleos urbanos compactos, mientras que pervivían algunos castros como los de Coaña, San Chuis y Chao Samartín en la zona lucense y la civitas de Vadinia entre los cántabros vadinienses. En época bajoimperial el único núcleo urbano de cierta importancia era Gijón, como lo demuestra el recinto amurallado, las termas y una factoría de salazones. Se han encontrado de esta época cerámicas y una red de villae (Veranes, Beloño[7], Tremañes[8], Jove…).

Hoy se sabe que las defensas del Homón de Faro[9], en la vía de la Carisa, y el Muro de la vía de la Mesa[10] son de época altomedieval. El primero pudo construirse, según algunos, sobre alguna otra construcción anterior para defenderse el rey Wamba de una rebelión nobiliaria. J. Uría ha señalado que el Muro de la vía de la Mesa consta de foso, “caballete térreo, restos de un foro mural externo” que corta perpendicularmente el plano de las cumbres a lo largo de unos 120 metros y por encima de los 1.600 de altura sobre el nivel del mar.

En Gijón se han encontrado cerámicas hechas fuera, tanto mediterránea (terra sigillata africana, focense, un ánfora de Cartago) como atlántica (terra sigillata gris gálica), como otras cerámicas de fabricación regional. Gijón fue, en esta época, un centro comercial de calidad y largo alcance, donde también hubo producción metalúrgica.

Lucus Asturum cuenta –según José Avelino Gutiérrez González[11]- con documentación arqueológica muy parcial: objetos metálicos, un mosaico y quizá unas termas. La mansio de Luco Astorum ha dado un tablero de cancel con talla plana donde se representan dos cuadrúpedos afrontados ante un árbol esquematizado, motivo que se verá en siglos posteriores en otras manifestaciones artísticas. Algo parecido se puede decir de Flavionavia, la cual aún no está localizada aunque se supone que estuvo en el bajo curso del Nalón. Pravia, por su parte, floreció en el siglo VIII al desplazar Silo aquí la sede regia.

El núcleo vadiniense, con posible vicus viario entre Cangas de Onís y Corao, muestra cierta vitalidad hasta el siglo V, hasta que en el VIII se convierta en el primer centro de poder astur. A partir del siglo VII desaparecen algunos de los indicadores arqueológicos anteriores, como cerámicas, mientras que la producción local se impone.

Se han estudiado algunos asentamientos rurales en llanura: villae, vici, casae…, además de algunos castros que se distinguen de las los anteriores por el régimen de propiedad. En el occidente la actividad minera mantuvo algunos castros como es el caso de Coaña, mientras que las villas más importantes –en el conjunto de Asturias- serían las de Veranes, Beloño, Puelles y Memorana. El autor citado señala también edificios rurales de cierta monumentalidad, pero que no podrían considerarse villas: La Isla, Murias de Ponte, Pumarín, Serín… Un caso aparte es Valduno, en la vega del Nalón, al contar con balnea.

Estas villas fueron reconvertidas con el andar del tiempo en áreas de producción agropecuaria más que en lugares residenciales. La parte señorial fue reutilizada para fraguas, hornos, silos y lagares. Las zonas que ocupaban las termas, la entrada señorial (oecus), el tablinum[12] o los ninfeos, fueron transformados en zonas culturales y funerarias, como mausoleos, iglesias y necrópolis.

Se han estudiado otros asentamientos como los castella u oppida: el de Curiel (en Peñaferruz, Gijón), que habría correspondido a los siglos VIII al X, así como castros que conservaron su función residencial y defensiva, y torres en la antigüedad tardía completan este apretado panorama.



[1] Es una villa romana cercana a Gijón, excavada y abierta el público.
[2] En Valdediós, Villaviciosa.
[3] Villa romana (cerca de Pola de Lena) donde se encontró un mosaico en 1921 que hoy se conserva en el Museo Arqueológico de Asturias.
[4] En el municipio de Las Regueras, centro de Asturias.
[5] Fuente de época romana en Oviedo.
[6] En el centro de Asturias.
[7] Junto a Gijón.
[8] Barrio de Gijón.
[9] Entre los municipios de Aller y Lena.
[10] Entre Somiedo y Teverga.
[11] “Arqueología tardoantigua en Asturias…”.
[12] Sala en uno de los lados del peristilo, a veces entre este el impluvium.

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