viernes, 23 de septiembre de 2011

El relieve de los centauros y lapitas

Un Miguel Ángel joven, pues se supone que realizó esta obra para Lorenzo el Magnífico poco antes de la muertes de este, en 1492, dio muestras de su gusto por los modelos clásicos, por las formas corpulentas y movidas, contrariamente a la escultura más característica del siglo XV en Italia y por un tema que también se remonta a la antigüeda y que ya el poeta Ovidio, coetáneo del emperador Augusto, había tratado. El relieve muestra a los personajes entremezcaldos como en algunos sarcófagos romanos antiguos. Los lapitas han organizado una fiesta a la que han sido invitados los centauros, que bajo los efectos del vino, raptan a la princesa Hipotamia, símbolo de la hermosura. Obviamente, los lapitas se rebelan contra esto y lucan encarnizadamente, mostrando escorzos y musculaturas que serán muy comunes en Miguel Ángel durante toda su vida, tanto en la escultura como en la pintura. El relieve está hecho en mármol y se conserva en el Museo de la Casa Buonarroti, que mandó construir el sobrino del artista, Leonardo, a mediados del siglo XVI. Es un edificio de fachada sobria en cuyo interior hay algunos frescos pintados por Artemisia Gentileschi en el siglo XVII, artista que siguió los pasos de Caravaggio con su dramatismo y tenebrismo, menos acusado que en este. Las medidas del relieve no llegan a un metro por cada lado.




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