Entre el 2000 antes de Cristo (quizá antes) y el siglo III de nuestra era los nubios pasan por una serie de vicisitudes en las que a veces están bajo el dominio egipcio y en otras son ellos los dominadores. Pirámides y templos, tumbas, oro, joyas, cerámica y orfebrería, ladrillos rojos, esculturas en relieve, son algunas de las muestras de la cultura nubia. El Museo egipcio de Munich muestra algunos objetos de esta civilización.
Los nubios no se dejaron dominar por los ejércitos egipcios facilmente; muy al contrario, contando con expertos y numerosos arqueros, ofrecieron resistencia. Pero durante siglos estuvieron dominados por los reyes egipcios. El oro era el principal botín, del que participaron no solo los reyes del norte sino también los soberanos nubios, que como los egipcios, tuvieron una casta sacerdotal con ritos y libaciones, donde el agua era el elemento principal hasta el punto de que el dios Api está representado en muchos relieves vertiendo agua desde las vasijas que lleva en sus hombros.
El arte nubio está muy influido por el egipcio: por ejemplo, los templos y particularmente el de Amón en Yebel Barkal, está construido sobre la base del de Karnak. No solo en el arte; también fueron los nubios socios comerciales de los egipcios durante mucho tiempo. En la ciudad de Dangeil se pueden ver muestras del dios Amón con la característica cabeza de carnero.
El yacimiento de Meroe es el centro de la civilización nubia, que alcanzó su máximo esplendor cuando una dinastía de reyes se hizo con el poder de Egipto, constituyendo lo que hoy conocemos como la XXV dinastía. Posteriormente nos vamos a encontrar con una particularidad: la existencia de varias mujeres reinas en Nubia, hasta el punto de que una fue capaz de liderar la lucha contra los ejércitos romanos en el año 23 antes de Cristo. De Meroe tenemos referencias griegas, lo que quiere decir que, junto a los egipcios y los romanos, también los griegos conocieron estas tierras; igualmente las tribus nómadas del desierto y los pueblos que vivían en la actual Etiopía.
Entre la 5ª y la 6º cataratas del Nilo se encuentra el centro de esta civilización, que sufriría la invasión asiria pero que sabría recuperarse con un nuevo florecimiento durante varios siglos, hasta que en el III de nuestra era se apaga el reino nubio. En el desierto de Bayuda se dieron las correrías militares, se porteó agua, se comerció, se transitó para llegar a las ciudades vecinas e incluso las alejadas. Hoy en Sudán, las pirámides nubias, menos monumentales y de lados más escarpados que las egipcias, están pendientes de ser estudiadas, aunque ya existen importantes antecedentes, representados sobre todo por los trabajos de Reisner. No se libró Nubia de los saqueadores, ni de las violencias coloniales, pero hoy es una tierra casi virgen para los arqueólogos, que tienen por delante un trabajo importantísimo para conocer aún más de lo que conocemos sobre Egipto y los pueblos subsaharianos de hace milenios.
Joyas nubias
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