domingo, 9 de diciembre de 2012

Los Ourea


Hesíodo en época arcaica griega y Apolonio de Rodas, en época helenística, aluden a esos seres misteriosos, con poderes sobrehumanos, pero quizá demonios que viven y señorean los montes. Antes, durante toda la historia griega antigua y después, los Ourea estuvieron presentes en el imaginario griego, sobre todo en las zonas rurales y apartadas, no tanto en las ciudades, y aún más en la región de Beocia, al noroeste del Ática, asomada a la parte más oriental del istmo de Corinto. 

Y es que las montañas de Beocia parece que inspiraron estos personajes imaginarios: el macizo de Citerón, en Beocia, es un conjunto de montañas y tierras altas con una vegetación tipicamente mediterránea, rala y verde por la altura. El macizo de Parnés limita con el Ática, siendo continuación apenas del anterior. El monte Helicón, en el macizo de Citerón, permanece nevado durante el invierno.

Pero también en Lidia (Anatolia), en el monte Olimpo, en el Etna (Sicilia) y en el monte Athos (Tracia) imaginaron los antiguos griegos la presencia de Oreo, el dios de la montaña. Como una misma denominación, u otra parecida, podía tener significados distintos según las regiones, e incluso acepciones diversas, los Oureas eran también personajes demoníacos que se escondían en las montañas, trayendo desgracias a quienes se perdían en ellas. Sin embargo los griegos más antiguos se encomendaron a ellos, pues de esa manera podían conjurar los males que les esperasen. 

La montaña era lugar a donde huían los delincuentes o los esclavos que no soportaban el trato dado por sus dueños, eran lugares a donde ascendían los pastores, lugares misteriosos a donde se retiraban los que querían la soledad o a donde escapaban los que eran perseguidos.

Esta ambigüedad entre divinidad y naturaleza demoníaca ha estado siempre presente en la mitología griega. Incluso un monte, el Olimpo, era la morada de los dioses, a casi tres mil metros de latura, entre Tesalia y Macedonia: ¿como no imaginar lo indecible de una montaña gigantesca para un país montañoso, sí, pero apartada de las principales ciudades griegas?  

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