sábado, 23 de marzo de 2019

Otón "recostó el pecho contra el hierro"


El emperador Otón procedía del municipio de Ferento, muy cerca de Viterbo, en el centro de Italia. Su estirpe –dice Tácito- no carecía de dignidad, pues su padre había sido cónsul y su abuelo, pretor. La tradición relata que, el día de la batalla de Bedríaco[i], un pájaro de cuya especie nada se sabía, se posó en un paraje de Reggio Emilia y, a pesar de la mucha gente que se congregó para verlo, allí permaneció el ave hasta que Otón se suicidó…

Antes, Otón había esperado noticias del combate entre los partidarios de Vitelio y los suyos, llegando fugitivos del campo de batalla que le advirtieron de que todo estaba perdido para él. Tácito dice que los seguidores de Otón querían resistir y le animaban a dar batalla hasta el triunfo final, pero el emperador les animó a que no lo hicieran. Plocio Firmo, que era prefecto del pretorio, era uno de los que más le animaban a resistir, pues le caracterizó la disciplina con la que trató a sus tropas en ocasiones, confiaba en ellas. Los demás “clamaban o gemían según el semblante de Otón se abatía o se crispaba”. Los mensajeros de Mesia[ii], por su parte, animaban también a resistir, pues el ejército de Otón había entrado ya en Aquileya (nordeste de Italia).

Pero Otón, “haciendo oídos sordos”, dijo que cuantas más confianzas mostrasen sus fieles en él más hermosa sería su muerte y que “entretenerse hablando de la muerte es una forma de cobardía”, añadiendo que culpar a los dioses o a los hombres solo demuestra apego a la vida, dando con ello una muestra de estoicismo muy en boga. Empezó entonces a repartir dinero “sin derroche”, como si no se aprestase a morir y se dispuso a descansar un rato. Verginio[iii] fue muy criticado en esos momentos por algunos, pues junto con otros se preparaba para marcharse, dando todo por perdido.

“A la caída del día –dice Tácito- aplacó [Otón] la sed con unos sorbos de agua helada. A continuación el trajeron dos puñales y, tras probarlos, guardó uno de ellos bajo la almohada… pasó una noche tranquila y, según se afirma, no en vela. De madrugada, recostó el pecho contra el hierro. A oír gemir al moribundo, entraron sus libertos y esclavos junto al prefecto del pretorio Plocio Firmo, quienes encontraron una única herida”[iv]. El funeral fue rápido para evitar que le cortasen la cabeza sus enemigos y algunos soldados se inmolaron junto a la pira “por devoción al príncipe”. Cuando se supo el suicidio de Otón otro tanto hicieron algunos en Bedríaco, Piacenza y otros campamentos.

Pero durante el funeral hubo motines y algunos pidieron a Verginio que asumiese el poder imperial o bien que encabezase una delegación ante los seguidores de Vitelio, pero aquel se escapó “a escondidas por la parte trasera de la casa justo cuando irrumpían en ella” y mientras esto ocurría, las tropas de Flavio Sabino “se pasaron al vencedor con la mediación de su general”. Cuando cesaron los enfrentamientos un grupo de senadores que se encontraba en Módena, intentó recabar información de los acontecimientos, seguramente para inclinarse al mejor postor, pues nadie se atrevía a dar el primer paso considerando que “la culpa colectiva es más segura”.

Licinio Cécina, por ejemplo, se enfrentó a Marcelo Eprio acusándolo de ambigüedad, aunque los demás también dudaban sobre el partido a tomar. Estos senadores se retiraron entonces a Bolonia, donde suponían tendrían más información de la situación. En Roma, donde ya se sabía, todo, los juegos Ceriales (en honor a Ceres, días centrales del mes de abril), se celebraron como de costumbre, la tropa de la capital aplaudió a Vitelio y la población paseó por los templos las efigies de Galba, adornadas con laurel y flores, y se elevó una especie de túmulo con coronas junto al lago Curcio[v], precisamente donde Galba había muerto[vi]. En toda Italia se desencadenó una orgía de pillaje…



[i] Debe tratarse de la primera de las dos que tuvieron lugar aquí, durante el conflicto que se desencadenó a la muerte de Nerón. Los seguidores de Otón en el ejército se enfrentaron al de Germania, que había proclamado emperador a Vitelio. Al norte de Italia, cerca de Cremona.
[ii] En el Danubio, entre Serbia y Bulgaria actuales.
[iii] General romano famoso por su victoria sobre Vindex, a pesar de haber sido proclamado emperador por sus tropas, se negó a aceptarlo, seguramente porque sabía la suerte que esperaba, en aquellos tiempos, a los que sí lo hacían.
[iv] Otón tenía entonces 37 años.
[v] Estaba en el antiguo foro.
[vi] Otros dicen que Galba murió en el foro. Puede que Otón traicionase a Galba al no ver satisfechas sus aspiraciones de sucederle.
La fotografía está en https://stanzadellasegnatura.wordpress.com/2017/10/23/batalla-de-bedriacum-24-de-octubre-del-69-d-c/

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