lunes, 14 de diciembre de 2020

Caminos de la Mesta

                                                                       Cañada soriana 
                                                   (El_espiritu_del_lugar_en_las_Canadas)

Allí donde nace el río Tiétar, en Venta del Cojo, llegaban los rebaños de la Mesta cada año, uno de los Puertos Reales por donde pasaban, en 1477, el 75% de las ovejas trashumantes. El lugar se encuentra en el actual municipio de Rozas del Puerto Real, en el extremo suroccidental de la provincia de Madrid, a donde llegan las estribaciones del Sistema Central.

Los rebaños provenían de la actual provincia de León para entrar luego en las de Palencia, Valladolid, Segovia y Ávila, siguiendo por las de Toledo, Cáceres y Badajoz. En los campos extremeños pastaban los rebaños en invierno con todo su aparato de normas, personal, pleitos, privilegios y disposiciones.

Otro de los Puertos Reales era Villaharta, en la actual provincia de Córdoba y en plena Sierra Morena, donde predominan las encinas. Procedían los rebaños de La Rioja pasando por las actuales provincias de Soria, Guadalajara, Madrid, Toledo, Ciudad Real y llegar a Andalucía.

Torre de San Esteban Hambrán está al norte de la actual provincia de Toledo, otro Puerto Real de la Mesta donde confluyen varios arroyos (Camarcena, de la Cañada, de Montrueque) que van a dar a otros para desaguar en el río Alberche. Y otros Puertos Reales estaban en Rama Castañas (al sur de la provincia de Ávila), La Puebla de Montalbán (en el centro de la provincia de Toledo), Abadía (al norte de la provincia de Cáceres)  y Socuéllamos (al noreste de la actual provincia de Ciudad Real).

A mediados del siglo XVIII la mayor parte de las ovejas mesteñas eran de ganaderos de Madrid y de comunidades eclesiásticas, probablemente porque la mayor parte de los “cosecheros” de lana se encontraban ya en la capital de España, según Pedro de Calatayud[i].

Los Puertos Reales eran los lugares establecidos donde los mesteños debían pagar los impuestos por el uso de los caminos y el aprovechamiento de los pastos. Cuando Julius Klein estudió la Mesta se basó en una fuente que aporta datos sobre un juicio que tuvo lugar en 1561 a causa de los peajes pagados por los mesteños en tierras del Campo de Calatrava, pero también pudo ver que, en esa fecha, la Mesta había alcanzado un desarrollo extraordinario, y aún no había llegado al máximo.

En la montaña leonesa se encuentra Rabanal de Luna, donde pastaban las ovejas durante el verano, y hacia el sudeste se encuentra el monasterio de Gradefes, a donde se dirigían los rebaños. Luego los caminos de trashumantes se adentraban en Tierra de Campos para seguir hacia el sur con varias ramificaciones.

Alcanzando el valle de Amblés, en el centro de la provincia de Ávila, las ovejas se desplazaban hasta atravesar el río Adaja, pero antes habían pasado por alturas que superaban los 1.400 metros sobre el nivel del mar en el cerro de Gorría, para descender hasta Mengamuñoz y luego volver a subir hasta el puerto de Menga.

Ramón Carande ha señalado respecto de la Mesta que lo que pudo haber sido una “democracia” de pastores degeneró en una oligarquía de grandes ganaderos. En efecto, a principios del siglo XVI adquieren importancia los pastores riberiegos[ii] que acapararon los pastos en perjuicio de los “hermanos serranos”, verdaderos fundadores de la Mesta. La última evolución de la trashumancia fue el pastoreo trasterminante o travesío, en el que los rebaños salen de sus suelos a otras jurisdicciones pero sin desplazamientos largos, para evitar los Puertos Reales y así el pago de impuestos, servicio y montazgo[iii].

En la segunda mitad del siglo XVIII estaban asociados a la Mesta más de 46.000 ganaderos, de los que no llegaban al 18% los considerados trashumantes, mientras que el 82% eran estantes. La mayor parte de los primeros pertenecía a los partidos de Soria y Segovia, seguidos de lejos por los de León y Cuenca. En la misma época citada unos 2,4 millones de cabezas emigraban estacionalmente, estando el 34% en manos de 78 “ganaderos gruesos”[iv].

Venta del Cojo y Torre de Esteban Hambrán dominaban, respectivamente, las rutas del alto y del bajo Alberche; Socuéllamos era el punto de convergencia de las rutas que procedían de las tierras altas de Cuenca; Montalbán era el cruce principal del Tajo; Rama Castañas era la salida de la sierra de Gredos (en dirección sur) por el puerto del Pico. Otros ocho puntos secundarios eran Puerto de Pedrosín, Malpartida, Albalá, Berrocalejo[v], Candeleda[vi], Puente del Arzobispo[vii], Alcázar de San Juan[viii] y Chinchilla[ix].

En el siglo XVIII, según el marqués de Saltillo[x], el conde de Fuerteventura poseía casi 16.000 cabezas lanares y 568 cabras, algo parecido a otro ganadero que poseía 15.699 ovejas. El conde de Gómara más de 14.400 ovejas y 484 cabras. El marqués de Zafra poseía 7.761 ovejas y 467 cabras, pero era superado por otro ganadero sin título nobiliario que poseía 12.790 ovejas; esto solo referido a los partidos de Soria, existiendo otros con propiedades menores de ganado.



[i] “Tratados y doctrinas prácticas sobre ventas y compras de lanas merinas”, Toledo, 1761. El autor nació en Tafalla en 1689 y murió en Bolonia en 1773, a donde tuvo que marcharse cuando la expulsión de los jesuitas.

[ii] Los no trashumantes.

[iii] Desde mediados del siglo XIV se estableció que los trashumantes pagasen el “servicio de ganados”, impuesto extraordinario que autorizaron las Cortes pero que luego se convirtió en ordinario

[v] En la actual provincia de Cáceres: al sur Malpartida y Albalá, y al este Berrocalejo.

[vi] Al sur de la actual provincia de Ávila.

[vii] Al oeste de la actual provincia de Toledo.

[viii] Noreste de la actual provincia de Ciudad Real.

[ix] Chinchilla de Montearagón está en el interior de la provincia de Albacete.

[x] “Ganaderos sorianos del siglo XVIII”, Celtiberia, número 2, 1951

No hay comentarios:

Publicar un comentario