lunes, 19 de diciembre de 2022

Predecesores de los medos

 

El suroeste del actual Irán es una tierra quebrada desde la misma costa, prolongación desde el norte de los montes Zagros, al Este de los cuales se extiende la meseta irania. ¿Quienes eran los primeros a quienes llamamos elamitas por tener unas características culturales diferenciadas de la vecina Mesopotamia y de otros pueblos circundantes? Los protoelamitas abrieron una ruta que llevaba al Irán sudoriental; en la actual Chiraz fundaron la ciudad de Anshan, y cerca de Persépolis (Tepe Malyan) se han descubierto unas inscripciones. Más lejos levantaron la fotaleza de Tepe Yahya, en Kerman[i], atravesando el desierto de Lut y fundando la población llamada hoy Shahr-i-Sokhta[ii], en Seistán. Luego desarrollaron verdaderas ciudades-estado, y por las inscripciones de algunos reyes parece que debió existir algún tipo de federación o hegemonía cambiantes. En la glíptica susiana aparece un personaje que puede fuese un jefe militar y religioso, una especie de rey-sacerdote*.

En una parte del actual Irán, hace miles de años tuvo lugar la civilización elamita en una meseta irregular rodeada de montañas: los montes del Kurdistán, los Zagros, el desierto de Kavir[iii] y el de Lut. La capital fue la ciudad de Susa, pero a lo largo de un tiempo dilatatado el territorio de Elam ha ido reduciéndose hasta la Susiana, que es la situación que se encuentra en el primer milenio antes de Cristo.

En el V milenio se encuentran en el Elam montañoso que linda con Mesopotamia restos de comunidades que se suceden y manifiestan por la llamada ceramica “halafiense”[iv], luego la de “hassuna”[v], que se extendieron desde Irán hasta el Mediterráneo. Las excavaciones de Susa y Tepe Musian[vi] muestran una cultura original, habiendo existido en los valles de los ríos aldeas que aprovechaban el agua antes de que la region se desecase. En la llanura elamita, la más próxima a Mesopotamia, la población de Choga Mish y otras aldeas parecen relacionarse con las de las zonas vecinas. Susa, por su parte, fue fundada en torno al 4000 a. C. en un rico emplazamiento cuyos habitantes mantenían relaciones con los de la meseta irania. De la época más antigua de la ciudad se han encontrado hoces y raederas de grano, piedra elaborada y ceránica, esta representada por cuencos con decoración geométrica de líneas gruesas quebradas y paralelas entre sí. Otras líneas son delgadas formando una suerte de flecos, y la figura humana muy estilizada y esquemática portando herramientas o lanzas (correspondientes al IV milenio); es una cerámica hecha a mano, ennegrecida al humo y la decoración en rojo.

Pero no fue hasta las décadas finales del siglo XIX cuando se tuvo noticia de esta civilización, aunque en la Biblia se hace referencia somera a ella. Una serie de especialistas[vii] fueron los encargados de investigar los yacimientos arqueológicos y de consensuar las primeras propuestas sobre Elam. M. Dieulafoy dirigió una expedición francesa en 1884, y en una segunda continuó las excavaciones bajo la dirección de J. de Morgan, a partir de las cuales se pusieron de manifiesto las diferencias respecto de la vecina Mesopotamia. Pero a pesar de los varios estudios que se han hecho la lengua elamita es poco conocida. Se trata de una lengua aglutinante[viii] como existen otras.

También tuvieron una industria textil desarrollada para su época, mientras que la metalurgia se implantó con lentitud, por eso las herramientas de cobre conservaron durante mucho tiempo la forma de las de piedra. Se ha supuesto que el cobre procedía del Cáucaso y rastros de la gente de Susa se han encontrado en Godin Tepen, donde se construyó una pequeña Fortaleza, y también en Tepe Sialk.

La escritura y la lengua de los elamitas fue singular y contemporáneas de las de Ur después del s. XVIII a. C., la primera en tablillas de arcilla, pero dejó de usarse muy temprano (está sin descifrar). Al mismo tiempo apareció una escritura pictográfica descubierta en Tepe Sialk que también desapareció pronto, siendo sustituida por la cuneiforme, que fue empleada en Elam desde época muy antigua. Incluso se empleó una escritura silábica y lineal de 65 o 70 signos que tuvo una amplia expansión geográfica, ya que se ha encontrado en Tepe Yahya, a unos 200 km. de Keerman, y en Malyan, pero no se trata del idioma elamita, lengua que ya se escribía en cuneiforme desde el siglo XXIV.

La verdadera lengua elamita escrita en cuneiforme empleaba ideogramas (signos que expresan ideas en vez de sonidos) o logogramas (palabras), pero estaba muy restringida, y sin embargo creó un sistema por el que un logograma precedia los nombres de ciudades y países, y otro colocado tras los ideogramas-logogramas y las palabras extranjeras. Igualmente la polofonía: distintos valores silábicos de un mismo signo, de tal modo que el elamita era en la práctica un sistema abssolutamente silábico y mucho más manejable que el cuneiforme sumerio-acadio.

El idioma tiene un parentestco con el protodravídico[ix] de la India, pudiendo parecer de un tronco común, pero no fue una lengua de intercambio como el sumerio, el acadio o el latín, ni ha dejado rastros en otras lenguas, no obstante se habló y escribió durante tres mil años. Cuando los persas aqueménidas establecieron su hegemonía en Irán, la lengua elamita era considerada cooficial junto con el persa y el acadio, y la Biblia la menciona como lengua hablada incluso en época del Imperio romano.

Para saber sobre la etnia elamita los especialistas se han valido de los personajes representados en las tumbas vidriadas en las excavaciones de Susa, y el resultado es que eran negros o muy morenos, como los indios. Algunos autores hablan de que los elamitas tenían rasgos negroides: nariz aplastada, pómulos prominentes y labios abultados. Un bronce de Luristán (oeste de Irán) del siglo VIII a. C. muestra personajes con dichas características negroides, los nombres de algunos soberanos parecen tener relación con las lenguas africanas, y en la mayoría de los pueblos africanos la mujer legitimaba el poder real, lo mismo que ocurría en Elam. En todo caso no puede hablarse de un solo pueblo, pues habría migraciones y mestizaje; además hubo muchas dinastías en Elam de diferentes orígenes, una de ellas procedente de la India, la Simaski. 

Poco se sabe de la religion elamita según Enrique Quintana, aunque conocemos los nombres de dioses y algunos de los atributos que tienen por las inscripciones que se han encontrado y estudiado, pero el mismo autor dice que “hacer una relación completa de los dioses elamitas no es de utilidad”. En honor a esos dioses se levantaron templos en los que colocaron estatuas de madera, piedra o metal representándolos, pero los reyes daban funciones a cada dios según sus preferencias: otorgar la vida, proteger, maldecir… dependiendo de la persona que lo invoca. El nombre de los dioses formaba parte del de los individuos; así Untashnapirisha significa “el dios Napirisha me ayudó”. Los varones llevaban el nombre de un dios y las mujeres el de una diosa.

En Abu Salakikh[x] se encontró la lista de dioses más antigua (2500 a. C.) y en ella se menciona a un dios de nombre Lugal-Elam. Unos siglos posterior es el tratado de Naransin[xi], donde se da una relación de dioses elamitas a la cabeza de la cual se encuentra una diosa, Pinikir, por lo que se ha supuesto que la máxima elevación del panteón elamita es femenina. Serán, no obstante, los reyes del I milenio a. C. quienes hagan de ella su diosa personal; es diosa de la procreación y la fecundidad, y tras ella hay una tríada: Napirisha (“el gran dios”), Kirisisha (“la gran diosa”) y Hutran (“el poderoso”), dioses elamitas por excelencia originarios de Anshan (suroeste del actual Irán). Kiririsha es llamada “la dama de Liyan"[xii] (isla frente a la costa anshanita); es “la gran esposa, madre de los dioses y protectora de los reyes”. A veces aparecen algunos dioses por parejas acomañados por una diosa.

Si no hubiera suficientes muestras de la relación de Elam con Mesopotamia, ya se encontrase esta bajo una soberanía u otra, la aparición de inscripciones con nombres de reyes en la región de los ríos Tigris y Éufrates, incluido el tratado del acadio Naransin, serían dos muestras más.


* El presente resumen está basado en el trabajo de Enrique Quintana Cifuentes, "Historia de Elam, el vecino mesopotámico", número 1 de la revista Estudios Orientales.

[i] En el centro-sur del actual Irán.

[ii] En la frontera con Afganistán.

[iii] Al norte de Irán y al sur del mar Caspio.

[iv] Su origen está en la actual Siria.

[v] Su origen está en la Mesopotamia media.

[vi] Cerca de la frontera con Irak.

[vii] H. A. Sayce ha estudiado las lenguas en las inscripciones cuneiformes en Elam y Media; M. Dieulafoy ha estudiado la acrópolis de Susa.

[viii] Las palabras se forman uniendo monemas independientes (unidad mínima formada por fonemas con cambios de significado según los casos) mediante la raíz y el afijo que le corresponde.

[ix] Lo curioso es que estas lenguas son propias del sur de la India.

[x] Mesopotamia, es un yacimiento arqueológico cerca de Nippur

[xi] Vivió en el siglo XXIII, rey acadio que gobernó sobre toda Mesopotamia (el fundador de su imperio fue su predecesor Sargón)

[xii] Al fondo del Golfo Pérsico.

Mapa: factoriahistorica.wordpress

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