miércoles, 20 de enero de 2021

Disputas ibéricas

Ante las primeras noticias de la llegada a América por parte de la expedición colombina, aunque no se tuviese noticia cierta de a dónde se había llegado, la monarquía portuguesa presentó sus derechos sobre aquellas islas que ahora sabemos antillanas. Por ello tuvieron que producirse una serie de acuerdos que evitasen la rivalidad con la monarquía castellana o española.

Juan II, en virtud de la bula “Aeternis Regis” del papa Sixto IV (1481), reclamó sus derechos que, entre otros, validaba el Tratado de Acáçovas de 1479[i]. Colón, basándose en la misma bula, señaló que pertenecían a Castilla, pues había navegado a partir de las islas Canarias, sin rebasar el límite establecido en Alcáçovas. El navegante se dirigió a Barcelona, donde estaba la corte, y el rey portugués envió al mismo destino a su embajador Rui de Sande. En todo caso se trataba de hacer un nuevo reparto[ii].

Los Reyes Católicos se apresuraron a conseguir del papa Alejando VI las bulas que legitimasen a favor de Castilla las islas descubiertas, por lo que enviaron embajadores a Roma: Diego López de Haro[iii], Bernardino López de Carvajal[iv] (obispo de Cartagena) y Juan Ruiz de Medina[v] (obispo de Badajoz), y en solo dos días fueron datadas varias bulas, “Inter Caetera”, “Eximiae Devotionis” y otra con el mismo nombre de la primera, pero fechada el 4 de mayo de 1493, mientras que las dos primeras un día antes.

Con la bula “Inter Caetera” se reconoce la soberanía de los Reyes Católicos, aunque Monserrat León dice que la decisión debió de ser tomada por el papa el 17 de mayo, datándola con anterioridad como era corriente en la época por parte de la Iglesia. A finales de dicho mes se debió recibir en España la bula confirmando a Colón el título de Almirante, virrey, etc. La “Eximiai Devotionis” reconoció la equiparación de los monarcas castellanos y portugués para la evangelización, lo que se consideraba una obligación. Con la segunda bula de nombre “Inter Caetera” se estableció una “raya o línea” trazada de polo a polo delimitando las zonas de influencia de Castilla y Portugal. Monserrat León dice que se puede asegurar fue Colón quien propuso a los reyes que la línea pasase por las islas Azores y Cabo Verde[vi].

El papa, no obstante, desplazó la propuesta de Colón 100 leguas al oeste de Cabo Verde y, como sabemos, en el Tratado de Tordesillas la línea divisoria se estableció 370 leguas al oeste de aquel punto, lo que dio a Portugal derechos sobre la costa brasileña. Estas tres bulas no fueron las únicas, aunque sí las más importantes para el asunto que aquí interesa, por ejemplo, se exigió a los Reyes Católicos que enviasen misioneros a las nuevas tierras. Por la bula “Piis fidelium” (junio de 1493) se decidió –a propuesta de los Reyes Católicos- designar a fray Bernardo Boyl vicario apostólico de las Indias[vii], yendo a América en el segundo viaje de Colón. Estuvo un año en la isla Isabela pero se opuso al Almirante y regresó a España en 1494.

Cuando Colón llegó a Sintra (Portugal) de regreso de su primer viaje, se entrevistó con el rey Juan II, conociendo las pretensiones de éste sobre las islas antillanas, de lo que informó a los Reyes Católicos, los cuales escribieron desde Barcelona pidiéndole fuese a dicha ciudad, donde le plantearán la necesidad de un segundo viaje. Por su parte, el rey portugués envió a la corte española el emisario del que ya hemos hablado, y así comenzaron las negociaciones entre las dos coronas. Los reyes de Castilla y Aragón supieron muy pronto que el portugués “quería enviar su armada para que descubriese también por su parte y tomasse posesión en aquel mismo descubrimiento”.

Los Reyes Católicos recibieron la noticia de las autoridades de los puertos andaluces y del servicio de espionaje que tenían en Lisboa, siendo uno de los primeros en dar la alarma el duque de Medina Sidonia, Juan Alonso Pérez de Guzmán. Los reyes le pidieron tuviese preparadas “todas las carabelas de vuestra tierra” para evitar el intento portugués. A continuación enviaron un mensajero a Lisboa, Lope de Herrera, con el objetivo de paralizar cualquier posible armada portuguesa dirigida a las Indias.

Juan II preguntó a Lope de Herrera si tenía poderes para la paralización de los viajes que se proyectaban en puertos españoles, a cambio de lo cual aquel haría lo mismo en los suyos. Mientras tanto llegó a la corte española Duarte de Gama, que pidió a los Reyes Católicos una moratoria de sesenta días a partir de que finalizasen las negociaciones. Pero los Reyes Católicos movilizaron a sus representantes en Roma para que el papa les concediese las bulas de las que hemos hablado.

Cuando los representantes lusos tuvieron conocimiento de la decisión del papa, comprendieron que la monarquía portuguesa habría de emplearse en las concesiones que ya tenía: las islas y tierras firmes descubiertas y por descubrir en sus navegaciones hacia el sur y la India, lo que ya le había reconocido el papa Calixto III[viii], desde el cabo Bojador en África.


[i] Reparto de territorios del Atlántico entre Portugal y Castilla.

[ii] El presente resumen está basado en la obra de Monserrat León Guerrero, “El segundo viaje colombino”. Ver aquí mismo “Los judíos y el segundo viaje”.

[iii] Puede que se trate del que fue gobernador de Galicia entre 1484 y 1498.

[iv] Aspiró a suceder al papa Alejandro VI y a Pío III, pasándose al servicio del rey Luis XII de Francia con posterioridad. Fue excomulgado por patrocinar el “conciliábulo de Pisa” en 1511.

[v] Nació en Medina del Campo y murió en Segovia en 1507.

[vi] Aunque no están en el mismo meridiano, asombran los conocimientos de Colón: 25 grados 42 minutos oeste, Azores; 23 grados 2 minutos oeste, Cabo Verde.

[vii] Murió en 1506.

[viii] Papa entre 1455 y 1458, uno de los Borja. 

Ilustración: kerchak.com/cabo-verde/

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