Castillo de Wewelsburg |
Son sabidos los orígenes esotéricos del nacionalsocialismo alemán y que cuando surge el partido nazi existía en Alemania un caldo de cultivo propicio para la exaltación patriótica, máxime con la derrota en la primera guerra mundial. La búsqueda en el pasado de las glorias germánicas y, por derivación, en una serie de mitos que, con fundamento o sin él, dieron pábulo a toda una mística con objetivos múltiples, se sacralizó, en cierto modo, a los elegidos para la defensa y mantenimiento del III Reich y se revistió con ello de misterio, es decir, de religiosidad, a un estado que no podría apoyarse en ninguna Iglesia o confesión porque aquel se apartaba a pasos agigantados de cualquier credo.
Himler (el jefe máximo de las Waffen-Schutzstaffel o SS, ejército del partido nazi al margen del ejército nacional alemán) aunque era de formación cristiana, creyó que equiparar a su ejército con la medieval orden teutónica, era una buena idea, una especir de caballeros soldados y monjes, los mejores y elegidos para misiones que otros no podrían llevar a cabo. Los caballeros teutónicos se formaron como orden en Palestina a finales del siglo XII y solo admitía a alemanes. Tras la ocupación de su sede-castillo en "Tierra Santa" por los musulmanes construyeron otro castillo en Transilvania y los teutónicos participaron en la cruzada prusiana junto con las monarquías sueca, danesa y la Orden de Livonia. Llegaron a formar en la edad media un estado al este del Báltico, comprendiendo un territorio inconexo formado por regiones que hoy pertenecen a Estonia, Livonia, Curlandia y Prusia oriental. Los territorios de Lituania se interponían casi hasta el mar, dando discontinuidad al estado teutón.
Ver un mapa de la época medieval permite comprender el por que -en parte- del posterior "corredor de Danzig", pues Polonia se interponía entre la Prusia Oriental y el Sacro Imperio Romano-Germánico. La cruz de Hierro que las autoridades nazis imponían a sus héroes está inspirada en la cruz teutónica medieval. Cuando los teutones no pudieron seguir manteniendo el castillo de Bran, en Transilvania, construyeron otro en la actual Renania del Norte-Westfalia, en el pueblo de Wewelsburg, curiosamente en la parte occidental de Alemania.
Cripta del castillo |
El castillo de Wewelsburg fue elegido por Himler para reconstruirlo con una estética grandiosa, de planta triangular y flanqueado por tres gruesas torres en cada uno de sus vértices. Una gran sala fue el lugar de reunión de las más altas autoridades SS y, bajo ella, una cripta (otra referencia al ocultismo) con un fuego sagrado que se encuentra en multitud de civilizaciones antiguas. Este castillo fue el lugar de culto para los miembros de las SS, teniendo en cuenta que -tras la desaparición de las SA en 1934- dicho ejército de elegidos constituía la elite de lo que los dirigentes nazis querían para Alemania. Fue aceptada por el ejército en general, contrariamente a las SA, formadas por nazis embrutecidos y que cumplían funciones de choque con la población.
Himler ya tenía su orden teutónica rediviva, de la que se valió para acabar violentamente (la "noche de los cuchillos largos") con las SA y para toda la serie de atrocidades que son bien conocidas. Por ese misticismo que el nazismo tuvo desde el principio vinieron las depuraciones de todo aquel que no tuviese sangre germánica pura, de todo aquel que sufriese enfermedad, estuviese disminuido, perteneciese a otras nacionalidades y de otras etnias. De la mística medieval, con unos caballeros-monjes dedicados a la guerra y a la caridad, se había llegado a las SS por obra y gracia de una total dislocación de la historia, de la realidad y de la razón.
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