domingo, 19 de mayo de 2019

Al-Binya

Al-Binya a la derecha

El “urbanismo doble” no era nuevo en el mundo islámico cuando el emir meriní Abu Yusuf mandó construir, ex novo, la ciudad palaciega de Al-Binya, al lado de Algeciras. Existían otros casos en Oriente, el Norte de África y al-Andalus, como son Tremecén-al-Mansura, Fas al-Bali-Fas al-Yadid, Ceuta-al-Afrag y Rabat-Salé; también, según Antonio Torremocha[i], Mansuriyya-Qairawan, al-Fustat-El Cairo y Córdoba-Madinat al-Zahra[ii].

Al-Binya fue construida entre los años 1279 y 1285, después de que, en el primer año citado, finalizase el cerco que los castellanos habían puesto a la ciudad de Algeciras por mar y tierra. El emir Abu Yusuf estableció en Al-Binya su propia residencia cuando estuviese en al-Andalus, con aljamas, alminares, alcázares, baños, acequias y puentes en los caminos. Esto mismo ocurría con Fez, a cuyo lado se construyó la ciudad de Fas al-Yadid; ambas eran ciudades palaciegas y ambas sirvieron de residencia a los miembros de la corte meriní y a sus tropas.

En 1285 ya estaba terminado el alcázar, con su sala de audiencias (mexuar) y la mezquita. Con anterioridad se había construido un recinto defensivo con foso y cuatro grandes puertas. Hasta el día de su muerte, Abu Yusuf pasó largas temporadas en al-Andalus y, por lo tanto, en Al-Biya. Según M. Acién, desde Algeciras entró en el reino de Granada el modelo de mexuar separado del alcázar.

Según Antonio Torremocha, la intención del emir meriní al construir Al-Binya a la orilla izquierda del río de la Miel, fue reforzar su prestigio personal, de la misma forma que, junto a Gibraltar, se había construido en 1160 otra ciudad. Se trató de una ciudad campamento para poder permanecer el al-Andalus todo el tiempo que fuese necesario, siendo su extensión casi el triple (27 Ha.) de la Algeciras de la época. Aunque los arqueólogos han dado muestras de dudas sobre si se construyeron los espacios vacíos que se dejaron para un futuro crecimiento, parece que dichos espacios aún existían cuando la conquista de la ciudad en época de Alfonso XI (1344), cuyo cerco había empezado en 1342.

Contrariamente a lo que se ve en la mayoría de las ciudades musulmanas de la Edad Media, en al-Binya se desarrolló un urbanismo palacial y programado, con calles anchas, y donde el emir dio las órdenes directamente a los arquitectos, canteros, alarifes (maestros de obras), carpinteros, etc. Fue una ciudad plurifuncional, con un origen portuario pero también mercantil, centro administrativo, base militar y naval que la hicieron muy próspera. La mezquita, como en toda ciudad musulmana, era el centro religioso, pero al mismo tiempo la sede de las magistraturas judiciales y el lugar donde se organizaba la enseñanza y se custodiaba el tesoro público; también se bendecían allí los estandartes antes de las expediciones militares, y se daban las noticias que interesaban al conjunto de la población. Según un autor del siglo X, ninguna madina podía ser tal si carecía de una mezquita aljama.

Al tiempo, como otras ciudades musulmanas, al-Binya tenía un espacio periurbano muy activo donde se encontraba la necrópolis. Los edificios más importantes estaban en lo alto de la colina donde se construyó esta ciudad, reservando algunos espacios para huertas, jardines y descampados, pero cuando se produjo la conquista cristiana se truncó el desarrollo de al-Binya y dio comienzo un proceso de decadencia.



[i] “Ciudades islámicas de nueva fundación en la orilla al norte del Estrecho”.
[ii] Un precedente antiguo puede ser el de Aqaba, fundada en 630 junto a la ciudad bizantina de Aila. Igualmente se puede decir de Wasit, actual Irak, para separar a los sirios del resto de la población. En 969 se fundó una ciudad palatina cuando fue conquistada al-Fustat, en la misma explanada donde se hallaba acampado el ejército.

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