lunes, 13 de marzo de 2023

Antigüedad y Medievo

 

                                   Porta Nigra de Tréveris (obra de finales del s. II, inconclusa)

Si entendemos por Antigüedad el largo período en que parte de Europa, el norte de África y el oriente próximo (desde la perspectiva de Europa) estuvieron bajo la influencia de la civilización grecolatina, quizá sean los siglos V a. de C. en adelante a los que nos estamos refiriendo para los territorios citados. No parece se pueda aplicar el término “antigüedad” para la parte de Asia influida por las campañas del macedonio Alejandro y sus sucesores, pues el imperio Seleúcida, a finales del siglo II a. de C., no iba más allá de Dura-Europos, a orillas del Éufrates.

En cuanto a Inglaterra, su romanización comenzó en el siglo I de nuestra era, mucho después que los territorios mediterráneos de Europa y África. Además, los pueblos indígenas ofrecieron permanente resistencia a la dominación romana, si bien es cierto que la influencia latina existió, pues el conjunto de calzadas romanas hablan del desarrollo comercial y de las campañas militares, siendo el ejército –como se ha dicho en otras ocasiones- un factor esencial de romanización. Después de la teórica conquista, aún el general Vespasiano tuvo que emplearse en someter a ciertas tribus del oeste que se atrincheraban en sus oppida, y las campañas del general Agrícola culminaron con una gran fortaleza inconclusa[i] que por su envergadura indica las dificultades de la dominación.

Egipto no fue romanizado hasta las últimas décadas del siglo I a. de C., pero llevaba siglos en contacto con la civilizáción griega incluso antes del imperio de los Ptolomeos. Al norte del Sahara, Roma construyó ciudades, extendió su lengua e instituciones, construyó calzadas y explotó las riquezas agrícolas y pesqueras, particularmente en la Mauritania Tingitana. El resto de los territorios romanos son bien conocidos, desde la Galia Bélgica hasta la Dacia.

Antes, la civilización griega se había extendido por el Mediterráneo y el mar Negro, por Siria y Palestina, algunas regiones de Anatolia y el sur de Italia. Posteriormente vendría la época helenística de los imperios, y siglos más tarde mantendría la civilización griega el imperio Bizantino, romanizado y cristianizado.

Ahora bien ¿cuándo podemos decir que toda esa romanidad (civilización grecolatina) decae para dar paso a un estado de cosas notablemente distinto que denominamos Medievo? No parece que sea correcto hablar del siglo V de nuestra era, pues Bizancio aún conquistará el espinazo norte-sur de la península Italiana y algunas regiones del sur de la Ibérica, así como algunos territorios del norte de África. Que los pueblos llamados bárbaros se poseyeran de territorios en Galia, Hispania, Italia y otros en torno al Rin y al Danubio, así como se incursionaran en el imperio Bizantino, donde fueron subsumidos, no quiere decir que el mundo antiguo hubiera desaparecido en el vasto territorio del que venimos hablando. Las oligarquías romanas siguieron compartiendo el poder con los jefes militares germánicos y otros, el latín siguió siendo la lengua de la administración y de la cultura, y en algunos lejanos territorios el obispo Martín de Dumio tuvo que emplearse para que los campesinos dejasen los ritos y creencias religiosas que eran un sincretismo de los dioses indígenas y los romanos.

El cristianismo no parece haber influido en la decadencia de la Antigüedad, pues se acomodó a ella y a los tiempos que la siguieron, pero la irrupción del Islam en el siglo VII sí mermó la influencia bizantina en la parte más oriental de su imperio, y solo un año después de la entrada árabo-beréber en la península Ibérica, caía en su poder la ciudad asiática de Samarcanda (712). Con anterioridad, tanto griegos como romanos tuvieron que vérselas con medos, aqueménidas, partos y sasánidas. No fue la romanidad la que acabó con el poder de estos últimos, sino el expansionismo musulmán.

Está, pues, claro cuales son los siglos que dan comienzo a la civilización grecolatina (antigüedad para las regiones estudiadas), pero no tanto los siglos en los que esta da paso al Medievo. Algunos historiadores ven signos de debilidad en la Roma de Marco Aurelio (s. II de nuestra era), pero lo cierto es que tras la gran recaída del siglo III, el IV fue de prosperidad y recuperación evidentes. Agustín de Hipona e Isidoro de Sevilla son de cultura romana, como el citado Martín de Dumio, pero estos y otros personajes aislados no son suficientes, ciertamente, para hablar de una sociedad que se mantiene sin cambios.

En la Europa occidental ha comenzado la ruralización, la escasez del comercio y la moneda; hay un atraso en las formas de cultivo y en la producción; el cuarteamiento del antiguo imperio ha dado paso a formas de gobierno menos eficaces aunque igualmente brutales en algunos aspectos. El régimen de esclavitud, que en la antigua Roma fue evidente entre los siglos II a. de C. y II d. de C. por lo menos, va dando paso al sistema de colonato; los antiguos latifundistas romanos han ido dando paso a los señores de la tierra, aliados con los jefes militares aquí y allá. La Iglesia se ha ido abriendo paso y participó de los beneficios que unos y otros le deparaban, desparramándose por una Europa ruralizada, parte de la cual había que cristianizar (Rusia lo fue por monjes bizantinos a partir del siglo IX).

El Islam puede haber contribuido a la ruina de la Antigüedad en oriente, pero no en occidente, donde sólo Hispania se vio afectada, en un primer momento, por su presencia, y no precisamente para contribuir al atraso, sino para revitalizar las ciudades, el comercio y la cultura. Hay unos siglos en los que se abre paso el Medievo sin que desaparezca por completo la cultura grecolatina, como ha defendido M. H. Jones[ii], y en cuanto al imperio Bizantino parece que hasta principios del siglo VIII se puede defender la pervivencia de la Antigüedad[iii]. Algunos ven en la dinastía heracliana (siglos VII-VIII) la transición entre Antigüedad y Medievo en Bizancio, y hay unanimidad en que con los isaurios las características de este último ya se abren paso sin obstáculo.



[i] Se trata del excavado en Inchtuthil (Escocia), sin que el terrtorio fuera nunca dominado.

[ii] “The later Roman Empire 284-602”.

[iii] G. Finlay, “Greece under the Romans”.

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