sábado, 29 de abril de 2023

Almohades y cristianos en Alarcos

 

                                           Morabetinos de época de Alfonso VIII de Castilla*

En el centro de la provincia de Ciudad Real se encuentra Poblete, que junto con el municipio de la capital conserva un yacimiento arqueológico excavado parcialmente. En la Edad Media Poblete fue una aldea dependiente del castillo de Alarcos y las excavaciones han dado muestras de poblamiento en la Edad del Bronce, en época ibérica y posteriores.

A finales del siglo XII tuvo lugar en Alarcos una batalla entre almohades y cristianos que fue favorable a los primeros, retrasando el avance conquistador del rey Alfonso VIII hacia el sur. El actual yacimiento arqueológico forma parte de una serie de fortalezas en las provincias de Ciudad Real y de Cuenca: El Cerro, Guadalerzas, Malagón, Caracuel, Mora, Oreja y Amasatrigo, tratándose en este último caso de una fortaleza casi irreconocible.

El protagonismo en el siglo XII correspondió a Calatrava la Vieja y a la Orden Militar del mismo nombre, que tuvo como principal misión defender de los almohades la plaza. También se han excavado en Alarcos tres necrópolis cristianas y otra musulmana que solo ha apuntado los primeros resultados.

En Alarcos quiso el rey Alfonso VIII construir una ciudad a partir de los materiales existentes de épocas anteriores, pero la obra quedó inconclusa: “A su grandiosidad agregó esfuerzo y construyó Alarcos”, dejó escrito Jiménez de Rada, pero ha quedado testimonio del acopio de piedras para construir la muralla, que encierra un recinto casi rectangular con varias torres de planta también rectangular y dos de ellas pentagonal en proa[i]. La muralla, de tres metros de anchura, tenía una fosa a partir de restos ibéricos. Dentro de la muralla el castillo, y en la fosa se ha encontrado el depósito de los restos humanos y animales sin mutilar, arrojados completos.

El número mínimo de individuos estudiados es 34, la mayoría de ellos masculinos con edades entre 14 y 34 años (aptos para la guerra), pocos niños y pocos adultos de más de 40 años. Las patologías que presentan están relacionadas con la batalla de Alarcos (1195), con mayor frecuencia en las extremidades inferiores, por lo que cabe deducir que se trataba de jinetes. Una vez que los cristianos fueron vencidos, el recinto amurallado de Alarcos fue ocupado por población almohade, de lo que nos ha quedado muestra en un arco de herradura y varias casas con tapial de tierra, tejados con teja y vegetación, que han podido ser excavadas, aunque falta por descubrir parte de las construcciones.

En cuanto al ajuar almohade, quizá se trate de lo más interesante desde un punto de vista artístico: cerámica común (jarras, ollas y botella panzudas con asas), una cantimplora, una cajita y un cántaro decorados con trazos rojizos, ataifores (una suerte de fuentes de uso doméstico) con escrituras árabes, en un caso con una estrella de color verde con las puntas en curva; cerámica vidriada en una de cuyas piezas se representa la mano de Dios con dos palomas (0,5 m. de diámietro), loza decorada geométricamente en el centro de las piezas, candiles o lucernas, una tinaja decorada en color verde en su mitad superior y un cubo de abluciones decorado con cuerda seca[ii].

Muchas de estas obras eran producciones locales, habiéndose encontrado también sellos con signos árabes y motivos geométricos para estampillar tinajas, cajas de hueso con pan de oro, yunques para afilar hoces, monedas de la época de Alfonso VIII (dos morabetinos de oro) y una flauta. En cuanto al cementerio almohade han aparecido dos tipos de tumbas: las piramidales y las que constan de un cipo[iii] en la cabecerea, siendo estas las más habituales y estando los enterrados de cúbito lateral derecho, como era común entre los musulmanes.


[i] También se observa esto en la fortaleza de Caracuel.

[ii] No es segura dicha utilidad. La técnica de la cuerda seca consiste en una decoración superficial con trazos muy marcados y definidos con apariencia de estar en relieve.

[iii] Pequeño pilar.

* Fotografía de We are numismatics.

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