sábado, 8 de abril de 2023

Las ciudades de Seleuco Nikator


El fundacor de la dinastá seleúcida y primer emperador del imperio conocido por el mismo nombre, Seleuco Nikator[i], fundó en Siria y Mesopotamia varias ciudades siguiendo el ejemplo de Alejandro en sus fulgurantes conquistas.

Hay una gran complejidad de situaciones aunque hablemos de grandes imperios que a duras penas consiguieron mantener los territorios más alejados bajo su control. En época del emperador romano Caracalla se declaró a la ciudad de Edesa, al norte de Mesopotamia, colonia romana (214), y se llevó a la capital del imperio al rey de la ciudad y su familia, cuya dinastía había gobernado durante no poco tiempo.

Mucho antes, cuando Marco Licinio Craso[ii] luchó contra los partos, quizá Edesa y su rey jugaron un papel en la derrota del romano, y a partir de este momento la ciudad cayó bajo la órbita de los partos. Casi un siglo más tarde, durante el reinado de Claudio, Edesa recuperó su monarquía, que aún mantenía en época de Trajano, pero la ciudad fue destruida durante el reinado de este. Con Adriano recuperó su autonomía y la dinastía árabe se repuso. No es el único caso en que los habitantes del desierto se hicieron con el poder, tenemos también los ejemplos de Hatra y Palmira[iii], empleándose sus dinastas en el entendimiento con los fuertes poderes imperiales al este y al oeste.

Es una de las ciudades que pudo ser fundada por Seleuco Nikator en época helenística a partir de un puesto militar que existiría con anterioridad, convirtiéndose desde ese momento en un importante nudo de comunicaciones y haciendo su nombe alusión a la abundancia de agua[iv]. Antíoco IV[v] la denominó Antioquía, pero después de este reinado volvió a llamarse Edesa, que debió su autonomía al hecho de las permanentes luchas entre partos y romanos.

                                                               Busto de Seleuco Nikator

Para dominar su frontera con los partos, Roma osciló entre el sometimiento de las ciudades Sirias y en torno al Éufrates o en el consentimiento de estados clientes, y esto determinó la vida de Edesa. Sila y Pompeyo, por ejemplo, llevaron a cabo una política de alianzas, y mucho más tarde, en época de Maximiano (285-305)[vi], volvía a gozar de una cierta autonomía hasta que un rey de la ciudad, Filipo, pactó la paz con los sasánidas en 244, y en 259, tras la derrota de Valeriano, pasó a poder de aquellos. Otra vez en poder de Roma, Diocleciano la hizo capital de una provincia y estableció la frontera con los persas más al este de Edesa.

Tempranamente se extendió el cristianismo por la región, teniendo Edesa un papel floreciente en él. Un primer sínodo tuvo lugar en 197, y más tarde personajes destacados fueron Ephrem, Rábula e Ibas, que conformaron una escuela teológica en la ciudad. El primero fue escritor y músico del siglo IV, siendo reconocido como místito y padre de la Iglesia; el segundo vivió entre los siglos IV y V, fue asceta y posteriormente obispo de Edesa; y el tercero sucedió a Rábula en el obispado, pero su pontificado fue tormentoso y se le depuso en el Concilio Ladrón de Éfeso (449), aunque el concilio de Calcedonia (451) lo repuso[vii].

No es seguro que Nicephorum Callinicum (la actual Raqqa) haya sido fundada por él, pues algunas fuentes hablan de Alejandro (Plinio); Apiano, sin embargo, dice que fue Seleuco el fundador[viii]. Hay un largo trecho del Éufrates medio en el que el río discurre de oeste a este, y es en su ribera norte donde fue fundada dicha ciudad.

Quizá Nicephorum cayó en manos de los partos a mediados del s. I a. C., pero luego volvería al control romano y vuelta a cambiar de dueño en sucesivas ocasiones. En tiempos del emperador Galieno (253-268)[ix] la ciudad recibió el nombre de Callinicum, quizá en honor del filósofo del mismo nombre del siglo III. Los sasánidas vencieron a los romanos a finales de dicho siglo en las inmediaciones de la ciudad, pero después alcánzó un buen desarrollo económico, y en el siglo IV o parte de él fue una fortaleza que favoreció el comercio. El emperador de oriente León II[x] le cambió el nombre por Leontópolis, pero después de su muerte se restauró el antiguo nombre, y a mediados del siglo VI, ya en época bizantina, los sasánidas se hicieron con la ciudad, “de la que los ricos no pudieron huir a tiempo con sus tesoros”.

Otra ciudad fundada por Seluco Nikator fue Calcis, la actual Qinnasrin a partir de la conquista árabe, hoy un yacimiento arqueológico al noroeste de Siria. En época helenística fue capital de un reino y ciudad fronteriza hasta que cayó en poder de Roma en el siglo I. En el siglo VI, ya en época justinianea, el enfrentamiento entre bizantinos y sasánidas obligó a la ciudad a pagar una suma elevada para evitar el asalto de estos últimos, pero en 629 fue saqueada por los árabes y empezó a jugar un importante papel, aunque fue perdiéndolo a medida que Alepo se engrandecía, donde en el siglo X ya vemos los principales mercados situados en esta ciudad.

Zeugma, en la ribera occidental del Éufrates, también habría sido fundada por Seleuco Nikator, de igual manera que Apamea[xi], en la otra ribera del río. La primera tuvo un templo que aparece en las monedas, y como estaba en alto se accedía mediante escalones tallados en la roca. Su importancia en la antigüedad fue militar, pues era uno de los pasos hacia el interior de Mesopotamia, y en las guerras del emperador romano Constancio II[xii] jugó un importante papel en 359 contra los partos, conservando su relevancia en tiempo de los árabes (siglo VII en adelante).

Beroea, al norte de Siria, es antigua población, engrandeciéndola Seleuco Nikator, que le dio el nombre de la Beroea macedonia. Cuando los sasánidas se enfrentaron a Roma la ciudad quedó destruida a manos de aquellos, salvándose la ciudadela por su mejor defensa, pero se entregó a los árabes en el siglo VII, aunque el emperador Nicéforo la recuperase por poco tiempo en el IX. Las cruzadas medievales hicieron mella en la ciudad y luego todo fueron desastres: en el siglo XIII fue destruida tres veces por sendos terremotos, luego por lo mongoles y en 1400 por Tamerlán…


[i] Reinó entre finales del s. IV y principios del III a. C.

[ii] Murió en 53 a. C. en territorio parto después de haber sido derrotado. Formaba entonces en el primer triunvirato junto a Pompeyo y César.

[iii] Hatra está hoy al norte de Irak, y Palmira en el centro de Siria.

[iv] Al norte de la actual Grecia hay otra Edesa famosa por sus cascadas.

[v] 175-164 a. C.

[vi] Compartió el poder con Diocleciano.

[vii] Enciclopedia Católica.

[viii] Plinio el joven vivió entre los siglos I y II de nuestra era, y Apiano poco después en el siglo II, por lo que están muy alejados de los acontecimientos, pues Seleuco Nikator gobernó a principios del s. III a. C. Aquellos autores recogían noticias de otros anteriores y no es extraño que las fuentes de cada uno fuesen diferentes.

[ix] Hasta 260 gobernó con Valeriano.

[x] 469-474.

[xi] La Apamea que está al oeste de Siria, cerca de la costa, es de una importancia muy superior.

[xii] Gobernó la parte oriental del Imperio Romano.

No hay comentarios:

Publicar un comentario