Monumento al espartano Leónidas |
El ateniense Tucídides reconoce que fueron los espartanos los que libraron a las ciudades griegas, entre los siglos VI y V antes de Cristo, de los tiranos, que se caracterizaron por gobernar bien o mal según los casos y las circunstancias.
Pasado este tiempo -dice en "Guerra del Peloponeso"-, ocurrió que los Tiranos fueron expulsados y lanzados de Atenas y de todas las otras ciudades de Grecia por los Lacedemonios, excepto aquellos que mandaban en Sicilia, porque la ciudad de Lacedemonia, después que fue aumentada y enriquecida por los Dorios, que al presente la habitan [habla en la segunda mitad del siglo V a. de C.], aunque estuvo mucho tiempo intranquila con sediciones y discordias civiles según hemos oído, siempre vivió y se conservó en sus buenas leyes y costumbres, y se preservó de tiranía y mantuvo su libertad.
A un ateniense de la segunda mitad del siglo V, que había conocido la democracia de su época, le parecía que las leyes espartanas eran buenas y valoraba que dichos griegos supieron evitar la tiranía -tal y como se entendía en la época- en todo momento, prueba de que, aunque hubo tiranos justos, Tucídides no considera este régimen como bueno, sino el que Atenas tuvo en época de Pericles.
Porque, según tenemos por cierto -dice-, por más de cuatrocientos años hasta el fin de esta guerra que escribimos, los Lacedemonios siempre tuvieron la misma manera de vivir y gobernar su república que al presente tienen, y por esta causa la pueden también dar a las otras ciudades.
Se remonta, pues, Tucídides, a los siglos IX y VIII antes de Cristo cuando habla de Esparta. Luego empieza a describir las guerras que los griegos tuvieron con los que él llama medos, que en realidad estaban gobernados por la dinastía persa de los Aqueménidas, y al fin los vencieron en los campos de Maratón, refiriéndose a las guerras de liberación contra el gran imperio oriental.
Para resistir a tan grande poder como traía [el rey Jerjes de Persia], los Lacedeomonios, por ser los más poderosos, fueron nombrados caudillos de los Griegos para esta guerra, mientras que de los atenienses dice que abandonaron su ciudad y decidieron meterse en la mar, en la armada que ellos habían aparejado para este fin.
Pero más tarde -sigue diciendo Tucídides- los que lucharon juntos se dividieron en dos bandos y parcialidades, los unos favoreciendo la parte de los Lacedemonios y los otros siguiendo al partido de los Atenienses. Y así empezó la guerra entre estas dos ciudades poderosas, guerra que conocemos como del Peloponeso y que llenó la historia de Grecia en las tres últimas décadas del siglo V a. de C.
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ResponderEliminarAhora entro en tu blob. Me parece bien y la idea y gracias por tu opinión.
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