El cacique maya Tabscoob y Juan de Grijalba |
Hernán Cortés informó en cierta ocasión al Emperador Carlos que "mayormente... los españoles somos algo insoportables e inoportunos". Codiciosos, arrogantes, rapaces, turbulentos, implacables y crueles son otros adjetivos utilizados por el citado, por otros cronistas y clérigos. También temerarios, audaces, infatigables, tercos, sufridos y valientes. Dice Las Casas que el efecto que los españoles producían en los indios era terrible y cuenta la escena en que Pedro de Ledesma, agonizante y con los sesos al aire, gritó a los indios: "¡pues si me levanto! y con solo aquello botaban a huir como asombrados...". Otras características del conquistador son espíritu desctructivo, individualismo, religiosidad, entereza... Según Gómez Tabanera el conquistador venera al fraile, pero no al cura, contrariamente a lo que ocurrirá, en España, por parte de los Ilustrados en el siglo XVIII y luego por los liberales.
Al ser conscientes de haber violado las disposiciones de 1523, prohibiendo causar mal a los indios y tomarles sus propiedades sin pagárselas, los conquistadores saben que no se salvarán si no las restituyen; por eso en sus disposiciones testamentarias incluyen el sufragio de misas por el alma de los nativos muertos en campaña (Pizarro) o designan como herederos a los indios (Lorenzo de Aldana). Otros dejan mandas para vestir indios, para reintegrar tributos cobrados de más, para fundar hospitales... Religiosidad y legalismo formal es otra característica: se quiere justificar la conquista. Algunos conquistadores, después de las Leyes Nuevas, dicen que "no vienen a España para no ser molestados y fatigados en pleitos".
Viñas Mey dice que las Leyes de Indias contenían el derecho laboral en América, la fijación de la jornada, la regulación del salario, las condiciones de trabajo, derechos y obligaciones de patronos y obreros y un régimen de inspección de trabajo. Ya se contempló la jornada de ocho horas pero solo afectó a obreros que trabajasen en la construcción de fortalezas y obras militares. La jornada en general en los distintos ramos de trabajo era de sol a sol, con el descanso para comer.
Ni tanto ni tan poco. La conquista fue muy distinta según en qué zonas y quién la ejecutó, y más importante, quién dirigió la posterior colonización y en donde y con quién. La conquista y colonización de América no fue una, fueron muchas y muy distintas.
ResponderEliminarEs una opinión loable, pero yo me baso en informaciones de los protagonistas o de especialistas que han investigado en asunto.
ResponderEliminarQuiero comentar que he visto con atención este último artículo debido a que era un tema que había buscado en
ResponderEliminarinternet pero hasta el momento no conseguía encontrar aquello que buscaba.
Gracias
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