miércoles, 2 de mayo de 2012

"San Jerónimo" de Torrigiano

Iconográficamente San Jerónimo ha sido modelo para muchos pintores y algunos escultores; entre estos últimos están el renacentista Pietro Torrigiano y el barroco Martínez Montañés. 

La obra que aquí comentamos, contrariamente a la tradición española, está elaborada en barro cocido, pero presenta claras analogías con el gusto de los escultores españoles del renacimiento y del barroco, sobre todo por el patetismo y dramatismo que inspira. 

Torrigiano nació en Florencia, pero después de sus trabajos en Roma (al servicio del papa Nicolás V), Amberes e Inglaterra, llega a Granada y luego a Sevilla, donde realiza su obra más reconocida después de 1521: "San Jerónimo". En esta ciudad morirá en 1528. Esta obra se distingue claramente de la escultura italiana (compárese con los Pisano, Ghiberti, Cellini, Giambologna, della Robbia, Verrochio y otros). En España se impregna del gusto por el dramatismo que ya existe sin necesidad del llegar al barroco, donde éste será más acusado. 


También se puede comparar esta obra con el "San Jerónimo" de Martínez Montañés (ver abajo), en madera policromada, que podrían situarse en la misma época cuando en realidad las separa un siglo. La de Montañés se inspiró en la de Torrigiano. El cuerpo enjuto y tenso, el rostro expectante (nada sereno, como correspondería más a una obra clásica), la anatomía muy estudiada, no adquiere los volúmenes de las obras renacentistas más características. Los ropajes son ampulosos, como si anuncisen el barroco a pesar de lo temprana de esta obra para dicho movimiento; la vejez y las arrugas del cuerpo también inspiraron a Montañés, pero se distancian de los cuerpos idealizados y jóvenes de las esculturas italianas. La composición es claramente abierta, lo que contribuye a un movimiento necesario al dramatismo perseguido. Otras obras de Torrigiano son en relieve.

El renacimiento español, influido por el gusto eclesiástico y luego por la contrarreforma religiosa, se distancia claramente del italiano: santos, gestos dramáticos, la misma madera policromada en vez del bronce y el mármol (aunque el "San Jerónimo" de Torrigiano es de barro cocido). Estamos en una misma época, en un mismo estilo, pero con un sello claramente nacional.  La obra se encuentra en el Museo de Bellas Artes de Sevilla.

"San Jerónimo" de M. Montañés
 

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