lunes, 5 de noviembre de 2012

Los animales en el antiguo Egipto (1)

Animales momificados (Egipto)
Egipto, dice Heródoto, no abunda mucho en animales, pero los que hay, sean o no domésticos y familiares, gozan de las prerrogativas de cosas sagradas. Según las normas que el historiador griego pudo comprobar en Egipto, cada especie tiene aparte sus guardas y conservadores, ya sean hombres, ya mujeres, cuyo honroso empleo transmiten a sus hijos. Los particulares en las ciudades hacen a los brutos [animales] sus votos y ofrendas del modo siguiente: ofrécese el voto al dios a quien la bestia se juzga consagrada, y al llegar la ocasión de cumplirlo, rapa cada cual a navaja la cabeza de sus hijos, o la mitad de ella, o bien la tercera parte; coloca en una balanza el pelo cortado, y en la otra tanta plata cuanto pesa el cabello, y en cumplimiento de su voto, la entrega a la que cuida de aquellas bestias, la que les compra con aquel dinero pescado, que es su legítimo alimento, cuidando de partírselo y cortarlo. ¡Triste del egipcio que mate a propósito alguna de estas bestias!... Y ¡ay del que matare alguna ibiso algún gavilán! Sea de acuerdo, sea por casualidad, es preciso que muera por ello.

Luego sigue hablando Heródoto de los gatos: pues notando los egipcios que las gatas después de parir no se llegan ya a los gatos y repugnan juntarse con ellos por más que las busquen y requiebren, acuden al consuelo de los machos, quitando a las hembras sus hijuelos y matándolos, si bien están muy lejos de comerlos. Con esto, aquellas bestias, muy amantes de sus crias y viéndose sin ellas, se llegan de nuevo a los gatos, deseosas de tener nuevo hijuelos.

Los gatos después de muertos -sigue Heródoto- son llevados a sus casillas sagradas; y adobados en ellas con sal, van a recibir sepultura en la ciudad de Bubastris. Las perras son enterradas en sagrado en su respectiva ciudad, y del mismo modo se sepulta a los icneumones. Bubastris alcanzó notoriedad en el siglo XVIII antes de Cristo, en la parte oriental del delta, y fue centro de culto a la diosa felina Bastet. Los icneumones eran ratas grandes (del tamaño de un gato) que cazaba reptiles. El griego Claudio Eliano dice que son a la vez machos y hembras, pues tienen la capacidad de fecundar y de parir. Las mígalas [musarañas] y gavilanes son llevados a enterra

Los gatos despues de muertos son llevados á sus casillas sagradas; y adobados en ellas con sal, van á recibir sepultura en la ciudad de Bubastis. Las perras son enterradas en sagrado en su respectiva ciudad, y del mismo modo se sepulta á los icneumones. Las mígalas y gavilanes son llevados á enterrar en la ciudad de Butona, las ibis á la de Hermópolis; pero á los osos, raros en Egipto, y á los lobos, no mucho mayores que las zorras en aquel país, se los entierra allí mismo donde se les encuentra muertos y tendidos.

1 comentario:

  1. Veía, al final de tu post, "Sin comentarios". Y era eso, justamente, lo que estaba pensando: qué diferencia con nuestro presente, en que hay bastante matrato animal. Se diría que hemos perdido el sentido de pertenecer al universo y sentirnos hermanos de todos los seres vivientes y la naturaleza. Un abrazo, querido amigo.

    ResponderEliminar