lunes, 10 de octubre de 2011

Mis lecturas de Nietzsche


Hubo un tiempo en que lo leí con profusión. Este filósofo, a quien tocó vivir en la segunda mitad del siglo XIX, una época de profundos cambios a los que Jaspers se ha referido como "la edad técnica" (no sabía lo que vendría) lejos de alejarse de la espiritualidad como se ha dicho en muchos sitios, la vivió con verdadera pasión, hasta el extremo de que probablemente le llevó a la locura. Es cierto que fue enfermizo durante toda su vida (fisicamente hablando) y que ya de niño tendió al apartamiento y a ver el mundo de una forma un tanto particular. Su biógrafo Ronald Hayman ha señalado que tuvo una idea de la fugacidad de la vida muy cercana al cristianismo, y de hecho él fue educato en la fe cristiana (su padre era un pastor luterano por quien siempre tuvo veneración).


Este es el origen de su "Dios ha muerto, lo hemos matado entre todos", al que se refiere en su parábola del loco. Leslie Chamberlain, uno de los mayores estudiosos de la obra del filósofo, ha comentado la preocupación moral que tuvo Nietzsche por el bien y por el mal; la dificultad, en osaciones, en distinguir uno del otro y la crisis que esto le produjo. Manfred Ewart ha hablado de la época en la que el filósofo estudió teología en la Universidad de Bonn, antes de estudiar Filosofía clásica y le escribiese a su hermana (se conservan varias cartas familiares) diciéndole: si quieres la paz y la felicidad, ten fe; si quieres ser discípulo de la verdad, búscala. Conoció la obra de Darwin cuando este la publicó, veinte años después de haberla escrito (por cierto, otro científico sumido en una formación religiosa muy acendrada que luego tuvo problemas de conciencia por sus teorías, que no obstante, a la luz de la ciencia, defendió). También Manfred Ewart ha estudiado la fase de Nietzsche cuando fue profesor de Filosofía clásica en la Universidad de Basilea y conoció la obra de Shopenhauer. El pesimismo de este influyó grandemente en nuestro filósofo, que años antes de su muerte dejó dicho que solo encontraba consuelo en el arte, sobre todo en la música, siendo Wagner su músico favorito, aunque luego se apartó de él por el acentuado nacionalismo que inspiró. Para Wagner quizá fue difícil escapar a un tiempo en que Alemania acababa de llegar a su unificación nacional. En su obra "Humano demasiado humano", que yo leí ya maduro, encontré reflexiones verdaderamente asombrosas y que hacen de este filósofo un gran pensador. He visto relaciones con el psicoanálisis de Freud que luego también leí en personas especialistas en estos dos personajes. Si alguien ha sido un librepensador (se habla siempre de Voltaire, pero este estuvo siempre mimado por los nobles) desde mi punto de vista hay que pensar en Nietzsche.

No hay comentarios:

Publicar un comentario