En el municipio de Dumbría, al oeste de la pronvica de A Coruña y muy cerca de Finisterre, se han catalogado más de cien mámoas o dólmenes de diferente factura. En el lugar de As Canselas hay tres mámoas, siete en Prado do Rei, otras siete en Os Forniños, seis en Sino (Oliveiroa) y otras más distribuidas por casi todo el municipio.
Estos megalitos tienen una cronología muy amplia, desde el neolítico (tardío en Galicia con respecto a otras partes de la península Ibéria) hasta la época del bronce (en general durante el segundo milenio antes de Cristo) e incluso posteriores. A la época del bronce corresponden la mayor parte de los petroglifos, como el de Castelo; otro en el Alto de Cabarnalde y un tercero en Pedra Ancha. Los motivos representados en las rocas son muy variados, como armas, lo que constituye una novedad en el norte de Galicia. El petroglifo de Pedra Longa -según informa "La Voz de Galicia"- fue descubierto hace unos veinte años por Modesto García Quintáns.
Hay también doce castros, dos de ellos en Ézaro, el único punto por el que el muncipio se asoma al mar. Otro castro es el de O Logoso, datándose estos en los últimos siglos del primer milenio antes de Cristo pero teniendo continuidad algunos durante los primeros siglos de nuestra era. No sabemos todavía si estos castros existieron al mismo tiempo o fueron sucediéndose en el tiempo.
Elementos relacionados con el pensamiento religioso del hombre primitivo (enterramientos mediante dólmenes y petroglifos) lugares de habitación como los castros, el municipio de Dumbría se revela así como uno de los que más podrán aportar a la ampliación sobre el conocimeinto de la prehistoria y la protohistoria de Galicia.
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