domingo, 9 de octubre de 2011

Juan García Benito, un obispo de su época

                                                             Vista de Tui desde Portugal

En el tránsito entre los siglos XVIII y XIX, la Iglesia española (mejor decir la jerarquía eclesiástica) actuó de forma muy acomodaticia, entró en contradicciones notables, algunos obispos escaparon tras la invasión francesa, otros fueron desterrados, otros formaron parte de las Juntas de Defensa, y en casi todos los casos -como había sido hasta el momento- actuaron con descarado nepotismo.

Ejemplo de ello en una pequeña diócesis como la de Tui fue Juan García Benito, extremeño de nacimiento y de familia hidalga. Su formación fue amplia, pero no tenemos constancia de si profunda: en Plasencia con los dominicos, teología en Toledo y derecho en Sevilla. Fue nombrado presbítero "a título de una capellanía de sangre" en 1775, algo muy propio del Antiguo Régimen cuando este se encontraba ya en descomposición.

García Benito fue testigo de la inveterada costumbre eclesiástica del pleito participando en los litigios del cabildo de Plasencia, algo muy común contra los obispos, contra los vecinos, contra sacerdotes o contra quien fuese. Nombrado obispo de Tui en 1797, en 1808 fue Presidente de la Junta de Armamento y Defensa contra la invasión francesa, así como en 1809 formó parte de la Junta Suprema del Reino en A Coruña, algo también común, pues el clero se encontraba en una situación privilegiada para eirigirse en gobernante, de la misma forma que formó parte de las Cortes de Cádiz y condicionó la redacción de la Constitución de 1812.

El anticlericalismo que se acentuó con la invación napoleónica -y que en sectores altos de la sociedad ya se había manifestado durante el siglo XVIII- se puso de manifiesto en nuestro caso con el incendio de su casa solariega de Sobreiras en el mismo año (1809) que García Benito huyó a Gondarén (norte de Portugal) para luego continuar a Viana y Porto, Oliveira y Alberguería a Vella, Villafranca de Safardaon y Teijido, Hoyos (en la Extremadura española, donde sería amparado por el obispo de Coria) Villanueva de la Serena (esta llegada a Extremadura quizá por ser su patria de origen) para regresar a Tui cuando los franceses ya habían abandonado Galicia a finales de julio de 1809.

Como anfitrión auxilió -según Ávila y la Cueva- al conde de San Simón en la guerra de Portugal (1801), al señor Taranco en 1807 y al señor Castaños, así como a sus Estados Mayores en su palacio. Igual hizo con el arzobispo de Santiago, Rafael de Múzquiz y Aldunate; con el obispo de Ourense, Pedro Quevedo y Quintano, y con el obispo de Santander cuando regresó del destierro en Portugal. En 1814 García Benito salió para la Corte con el objeto de "felicitar a Su Magestad por su regreso a España del cautiverio en que le tuviera Napoleón", aunque con anterioridad no había tenido inconveniente en aceptar la Constitución de 1812, jurándola y haciéndola cumplir a sus feligreses. En 1813 mandó publicar en su obispado la extinción del Tribunal de la Inquisición, mientras que el nuncio y la mayor parte de los obispos de España -y los restantes de Galicia- se resistieron a ello. Ordenó a los párrocos, tanto en 1812 como en 1820, que explicasen la Constitución en la misa a los fieles, cambiando por completo en 1816. En realidad se acomodó a la ley en vigor.

  Intereior de la catedral de Tui

A la muerte de Múzquiz el rey presentó a García Benito para arzobispo de Compostela en 1821, renunciando este y no aceptando la renuncia el rey (que actuaba obligado por el gobierno liberal). El obispo volvió a declinar el nombramiento pero el gobierno de nuevo le insiste. Entonces el obispo, en una actitud propia del perro viejo que ha de engañar antes de que le engañen, dilató la solicitud de las bulas papales para dar tiempo a que la situación política volviese a cambiar en España -como así sería- y librarse de mayores compromisos que le hubiesen puesto demasiado claramente al lado de los liberales cuando el obispo había ido sorteando hasta el momento todas las situaciones. Bien aceptando la Constitución, negándola luego, huyendo, regresando, hospedando a clérigos absolutistas, formando parte de organismos de defensa contra el francés, haciendo lo imposible para salir airoso en cada situación.

El nepotismo, vicio de la Iglesia (pero no solo) en casi todos los tiempos, se puso de manifiesto en García Benito con el nombramiento de su hermano, José García Benito y Jara, para canónigo de Tui.

7 comentarios:

  1. Sr. de Guereñu, me ha gustado mucho este artículo sobre Juan García Benito, del que solo sabía por su corta relación con el obispo de Coria cuando huyó a Extremadura en la guerra de la Independencia.
    Al parecer nació en Torre de Santa María (Cáceres) en 1752. Por otra parte, es improbable que huyera de Hoyos y Valverde del Fresno a Villanueva de la Serena, como dice Vd. Más bien parece probable que huyeran a Villanueva de la Sierra. La Serena queda muy lejos de la sierra de Gata.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias por su colaboración. Me remito a la obra de Francisco Ávila y la Cueva, autor de una obra sobre la ciudad de Tui y su obispado. Ávila vivió en el siglo XIX y tuvo acceso al archivo de la catedral, pues trabajó allí. En dicha obra se cita a Hoyos y Villanueva de la Serena como poblaciones donde se refugió, regresando a Tui a finales de junio de 1809, una vez que Galicia estuvo libre del ejército francés.

      Eliminar
  2. Otra cosa: hay una errata con el año de la salida de los franceses de Galicia. Se le ha colado un 9: 1909.

    ResponderEliminar
  3. No fue a Villanueva de la Serena (Badaj0z)a donde fueron a refugiarse los obispos García Benito y Álvarez de Castro, sino a Villanueva de la Sierra (Cáceres) que no queda muy lejos de Hoyos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias por su colaboración. Me remito a la obra de Francisco Ávila y la Cueva, autor de una obra sobre la ciudad de Tui y su obispado. Ávila vivió en el siglo XIX y tuvo acceso al archivo de la catedral, pues trabajó allí. En dicha obra se cita a Hoyos y Villanueva de la Serena como poblaciones donde se refugió, regresando a Tui a finales de junio de 1809, una vez que Galicia estuvo libre del ejército francés.

      Eliminar
  4. Gracias. Lo corrijo en el primer momento que tenga.

    ResponderEliminar