domingo, 18 de diciembre de 2011

El ciervo y los perros

 (Ciervo acosado por una jauría de perros, de Paul de Vos. M. del Prado)

El fabulista C. Julio Fedro, que vivió en el cambio de era, había nacido en Macedonia, pero era de cultura latina. Su condición de esclavo hace más meritoria su obra. Nos ha dejado varias fábulas, una de las cuales es la que aqui resumo:

Bebiendo un ciervo en una fuente, vio reflejados sus cuernos en el espejo del agua. Al verlos tan esbeltos y ramificados los alababa, sintiéndose orgulloso de ellos. Pero vió también la delgadez de sus patas, lo que le entristeció, despreciando sus extremidades. De pronto oyó los ladridos de unos perros. Viéndose en peligro emprendió veloz carrera, y con la agilidad de sus patas ponía tierra de por medio mientras los perros querían darle alcance inutilmente. Pero en una curva del camino salían unas tupidas ramas donde el ciervo enredó su cornamenta, de forma que, a pesar de sus esfuerzos y movimientos, no pudo desengancharse. Entonces los perros, acercándose a gran velocidad, le alcanzaron y, mordiéndole, despedazaban su cuerpo. ¡Oh, infeliz de mi!, dijo, que desprecié lo que me daba la vida y alabé lo que me condena a la muerte.

2 comentarios:

  1. ¡Qué fábula tan apropiada para estos tiempos que corren! Te felicito por la elección. En cuanto a la pintura, siempre me han impresionado mucho este tipo de escenas en que los perros atacan a su presa (y, en general, las de animales luchando por sus vidas). Estremecen como si llevaran nuestros propios rostros ocultos bajo una máscara animal.
    Muchas gracias por ese recorrido tan atento que estás haciendo por Mujeres de Roma. Es un placer encontrar lectores como tú.
    Que tengas unas fiestas muy felices y el año nuevo te sea propicio. Un abrazo muy fuerte.

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  2. Estos pintores flamencos, ya desde el siglo XVII, han sido aficionados a escenas de caza, en medio de la naturaleza, pero no siempre de forma amable, sino, como tú dices, mostrando la fiereza de la vida animal (y los seres humanos pertenecemos a ella). Soy yo el que disfruta entrando en Mujeres de Roma. Pásalo bien estos días de Navidad.

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