Son muchas las que existen en el mundo; siempre practicadas por fieles que buscan una espiritualidad que no pueden vivir cotidianamente. Son un fenómeno cultural y sociológico de primer orden. Conocemos las más divulgadas: romeros que van o iban a Roma, los que peregrinan o peregrinaban a Jerusalén y los que desde hace mil años lo hacen a Santiago de Compostela, en el "finis terrae" para los europeos del medievo.
Laibela, al norte de Etiopía, es un importante centro de peregrinación para cristianos que se han mantenido durante los siglos al margen de la autoridad romana y bizantina; quizá sean los que en la Edad Media se relacionaban con las predicaciones del Preste Juan. Las iglesias rupestres y el monasterio Ashetan Maryam, del siglo XI, atraen a los piadosos peregrinos a un paraje relativamente cercano a la frontera con Eritrea, en las estribaciones del macizo etiópico, rodeado de montañas peladas de vegetación. Estos cristianos se han mantenido durante siglos aislados, con un rito distinto de los que se han conocido en occidente y el del cristianismo griego u ortodoxo. Laibela fue un personaje del siglo XII del que recibe el nombre el lugar de peregrinación.
Ajmar es otro centro de peregrinación en el noroeste de India, donde se encuentra el mausoleo del sufí Hazrat Khwaja Muinuddin Chisti. Se encuentra al Este de Rajasthan y al sur del lago Aussagar, en medio de un terreno plegado. Los sufíes son musulmanes que, en una de sus acepciones, aspiran a la máxima espiritualidad, algo así como el misticismo carmelitano.
Otro centro de peregrinación, ahora en Europa, es Podlasie, al nordeste de Polonia, pero contrariamente a lo que pudiera parecer no son católicos los que alimentan este ritual, sino cristianos ortodoxos, que son minoría en dicho país. Hay allí un monasterio dedicado a las santas Marta y María y varias iglesias románicas, en medio de cultivos que se esparcen por la llanura europea.
No hay comentarios:
Publicar un comentario