Novgorod es una ciudad del oeste de Rusia que ha tenido una importancia económica grande a lo largo de los siglos, muy particularmente durante la Edad Media. Prueba de ello son algunas obras de las que queremos destacar aquí una: la puerta esculpida con relieves en bronce en la catedral de Santa Sofía. El bronce fue fundido y una vez realizadas las figuras en los moldes, clavadas plas planchas en la puerta de madera.
La puerta es monumental, pues mide 3,60 metros de altura por 2,40 de anchura las dos hojas. Se encuentra en la fachada occidental de la catedral y el trabajo corresponde a un taller existente en la ciudad alemana de Magdeburgo. En la puerta están representados unos obispos del siglo XII. Norbert Wolf considera que estas puertas debieron llegar a Rusia en el siglo XIV.
Las figuras han sido representadas estilizadamente, aunque con el estatismo propio del románico: un personaje medio caído, una virgen sentada sobre un asno con el niño en el regazo, tomando a este como trono, los obispos citados, con un canon muy rígido y una composición cerrada. En algunos de los cuadros que forman la puerta hay inscripciones y el relieve es en ocasiones alto. Guerreros, un personaje sobre un carro que recibe la llamada divina, son algunos de los motivos.
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