No es aquí el título de una pintura impresionista, sino la forma en que yo veo los años venideros, con los conservadores gobernando España. Creo que están de enhorabuena los especuladores, los corruptos (aunque los encontramos en todos lados) y los usureros. Deseo que los más débiles no tengan que sufrir por la elección que se ha hecho, pero creo que se tomarán medidas muy duras en muchos campos que lesionarán los derechos civiles, la libertad de información, las prestaciones sociales y se manipularán los medios de información públicos, se aupará a personas sin capacidad (esto no es exclusivo de la derecha) y sin escrúpulos; se considerará a España como una finca particular.
Vienen malos tiempos, pues odio el conservadurismo social y político, y para muchas personas que no saben lo que se juegan sí serán malos. ¿Que se hará en política exterior? ¿Se volverá a considerar un enemigo a Marruecos, que tiene tantas razones para tener con España lazos de colaboración? ¿Se condenará a la OLP, que ha hecho esfuerzos ímprobos por conseguir la paz en oriente medio? ¿Se dejará a las autoridades israelíes que campen por sus respetos de acuerdo con la política exterior norteamericana? ¿Que pasará con el tercer mundo y con las organizaciones no gubernamentales que se dejan la piel en él? Creo que se les negará el pan y la sal. ¿Tendrán que pagar los trabajadores (tendremos) por ser atendidos en el médico o en la sanidad pública? ¿Se primará a los centros educativos privados en perjuicio de los públicos? Creo que se reducirá la política de becas y no aumentará la presión fiscal sobre las rentas más altas. Creo que se favorecerá a la Iglesia de acuerdo con los privilegios de que ha gozado siempre en España, creo que no se abolirán los acuerdos con el Vaticano firmados en el año 1979 por el que ahora será Presidente del Gobierno.
Creo que se combatirá a los sindicatos obreros, se favorecerá a los amarillos, se adoctrinará a los alumnos en las escuelas y en los Institutos a no ser que una revuelta civil por parte de los profesores y de los padres lo evite. Creo que se estrecharán los lazos con Gran Bretaña mientras este país esté gobernado por los conservadores; no se pondrá en cuestión al régimen chino para favorecer las inversiones de los grandes empresarios españoles en China; creo que desaparecerá la disciplina de Educación para la Ciudadanía y que se abolirá la Ley de Dependencia, que tantos beneficios preveía para las personas mayores y no mayores necesitadas.
Creo que la política de subvenciones sectarias primará sobre la inversión productiva, creo que sufrirá la inversión del Estado en I+D y por lo tanto las Universidades tendrán presupuestos más pequeños, peligra el modelo descentralizado de estado y se hará cuestión de cualquier asunto que hasta ahora salvaguardaba las peculiaridades culturales de las regiones y países de España. ¿Se abolirá la ley que regula la interrupción del embarazo? ¿Se abolirá el matrimonio al que tienen derecho ahora los homosexuales? Creo que se hará una interpretación restrictiva de ciertos derechos civiles, como el de manifestación y de huelga. Creo que la legislación sobre convenios colectivos sufrirá un retroceso, se flexibilizará más el mercado laboral, con lo que ello tiene de prevalencia de la ley del más fuerte; creo que se volverá a primar a la economía de corto plazo en vez de aquella que preserve el medio ambiente y la protección de la naturaleza.
Creo que se favorecerá a los Ayuntamientos y Diputaciones, Cabildos insulares y otras instituciones de la Administración local que se plieguen al Gobierno central, con lo que se debilitará la debida autonomía de dichas instituciones consagrada en la Constitución. Creo que la lucha de quienes no estamos de acuerdo con este tipo de Estado, con esta España que se avecina, gobernada por los conservadores, por los usureros y por los esceculadores, debe ser constante y consciente, cívica y con argumentos cargados de categorías morales. Porque creo que se aupará a los herederos políticos del franquismo, a destacados ideólogos de la extrema derecha, a personal comprometido con los poderes económicos del país.
Ya no desaparecerá el Senado (que debió desaparecer hace tiempo) ya no desaparecerán las Diputaciones, plataformas de poder de caciques del siglo XXI, cuyos cargos son cooptados y no elegidos directamente, así como una porción determinada de senadores, una institución impuesta por la derecha cuando se redactó la Constitución a cambio de otras concesiones (servidumbres de la política de pactos que caracterizó a nuestra transición; imposible creo yo de otra manera). Creo que el futuro Presidente del Gobierno se parece mucho al conde de Romanones, dueño de la provincia de Guadalajara éste, de la de Pontevedra aquel, desde donde a base de apoyos de todo tipo, entre gentes de tradición democrática nula, llegaron al poder. Ambos de familias notables en cada uno de sus feudos; pero el tiempo les separa y cabe también hacer distinciones: hay una en la que todavía se parecen; la pertinaz espera hasta que salta la liebre y es posible atacarla... no obstante el triunfo de los conservadores, ahora, ha sido legítimo. Tiempo gris.
Como que vai moito tempo que non che digo nada, van-lá duas anedotas:1.-Famosa frase del conde de Romanones-"ojalá venga el comunismo, pues así entre lo que tengo y lo que me va a tocar en el reparto...."2.-En la localidad de Val do Dubra un votante introdujo en la papeleta del PP una rodaja de chorizo(el BNG tiene impugnado el voto)
ResponderEliminarPor cierto, no tienes facebook? por ahí yo ando más activo y podríamos mantener algunos debetes probechosos para todos.Un abrazo
La anéctoda sobre Romanones no tiene desperdicio. Un saludo.
ResponderEliminarCarallo! entre portugués, gallego y castellano las uves y las bes a veces se me rebelan.Buen provecho
ResponderEliminarSolo se que no se nada, pero me lo voy imaginando. ¡Que pena de gente!
ResponderEliminarNada puedo decir, porque nada entiendo. Un saludo.
ResponderEliminar