El paleolítico gallego está de enhorabuena, porque nos ha permitido conocer, gracias al trabajo de arqueólogos y otros especialistas, más muestras de la vida del hombre de 12000 años de antigüedad, es decir, el final de la cultura magdaleniense. Se trata de un nuevo nivel arrqueológico en la Cova Eirós, sita en la Serra do Oribio, municipio de Triacastela, al este de la pronvica de Lugo.
La importancia de este yacimiento arqueológico reside en que es el único de Galicia donde se puede observar un poblamiento continuado durante un período de tiempo larguísimo, desde el paleolíitco medio (industrias musterienses) hasta el paleolítico superior (períodos auriñaciense y gravetiense). El período gravetiense fue frío, y más todavía el auriñaciense, pero con variaciones climáticas en períodos de tiempo relativamente cortos.
Según Arturo de Lombera, codirector de la excavación, "en otras partes de Galicia se han encontrado industrias paleolíticas más antiguas y también más recientes, pero en ningún otro sitio se ha podido reconstruir una secuencia cronológica tan larga como esta". Los métodos de datación han sido el carbono 14 para restos orgánicos de hasta 40000 años de antigüedad, la termoluminiscencia del cuarzo y métodos radiométricos.
(Ver aquí mismo Arte paleolítico en Galicia)
No hay comentarios:
Publicar un comentario