sábado, 7 de julio de 2012

Muhammad Ibn 'Abd al-Karim al-Khattabi


Década y media de guerra mantuvo este rifeño contra el ejército español, invasor en tierra que no le pertenecía salvo por un acuerdo entre potencias imperialistas desde 1906. Entonces los españoles explotaron algunas minas, después de que lo hubieran hecho los franceses, sin que el jerife marroquí pudiese hacer nada por evitarlo, muy al contrario, prefirió claudicar a cambio de mantener su posición de privilegio. 

El territorio que recibió España en el norte de Marruecos equivale a unos 20.000 km2 de montañas donde vivían en cabilas o tribus los habitantes rifeños. Pero una cosa fue el Tratado de Algeciras y otra la ocupación real del territorio por parte de España. Contra esta ocupación estuvo la población rifeña, o parte de ella dirigida por 'Abd al-Karim (Abd el-Krim), nacido en 1882 y estudiante en Fez. Luego fue profesor en su cabila y más tarde cadí o juez para los indigenas rifeños, mientras trabajaba para la administración española. Cuando se rebeló contra la situación fue procesado y encarcelado, pero ya su vida había dado un vuelco. Regresó a su aldea y empezó a dirigir una guerrilla que lucharía con mucha inteligencia y valentía durante años.

Monte Arruit al este, al oeste Larache, Tánger y Tetuán; en la costa Alhucemas. Cerca de Melilla, el barranco del Lobo
En España los hijos de los ricos no iban a la guerra, pues podían pagar, mientras que los pobres se estrellaban en Marruecos contra la resistencia rifeña. Ya en 1908 el socialista Pablo Iglesias lo había denunciado, encomiando la labor de los rifeños resistentes. En el barranco del Lobo se estrellaron los españoles; luego vino la "semana trágica" de Barcelona, donde la conflictividad social se tiñó de protesta contra la guerra de África. La ejecución de Ferrer Guardia sin justificación alguna, la denuncia de Julián Besteiro, que consideró crímenes los que estaba cometiendo España en el Rif. Por su parte los marroquíes exhibían, cuando podían, las cabezas cortadas de los españoles presos. Al comprender que tal situación era injusta, el jerife declaró una yihad.

Recogiendo cadáveres en el barranco del Lobo
Con 'Abd al-Karim a la cabeza, los españoles se estrellaron en Alcazarquivir y en Tetuán, como más tarde lo harían el coronel Silvestre y Gómez Jordana (1915); Dámaso Berenguer en 1919 y, al año siguiente, los españoles tuvieron que refugiarse en su base de Melilla. La sequía hacía estragos en ocasiones, mientras la lucha seguía en torno al río Amekrane. En 1921 vendría lo que se ha conocido como el desastre de Annual, donde miles de españoles perdieron la vida a manos de unos rifeños conocedores del terreno, aguerridos y bien dirigidos. Silvestre se mata. 

Los españoles, que no obstante mantuvieron su control sobre el territorio, fueron cercados en el monte Arruit, donde tuvo que rendirse el general Navarro. Aquello había sido una carnicería, mientras que los rifeños se habían hecho con cañones, ametralladoras, fusiles y presos, algunos de los cuales serían liberados por Abd el-Krim para causar desconcierto entre los españoles. Al mismo tiempo contaba con la complicidad de los habitantes. Abd el-Krim es hoy considerado un patriota marroquí, capaz de dirigir una guerrilla en condiciones de inferioridad con respecto al ejército español hasta 1925 (Alhucemas). Organizó a sus soldados preparándolos con alimentos para ocho días, adiestró a otros en el aprendizade de los radiotransmisores, recibió a corresponsales extranjeros para iniciar una moderna guerra psicológica; no pudo sino emplear a curanderos para atender a sus heridos e intentó institucionalizar la independencia del Rif. 

Al noroeste, Annual y fuera del mapa, a la izquierda, Alhucemas
Consiguió cierta superación del tribalismo mientras los notables rifeños colaboraban con España; se negó a conversaciones con las autoridades españolas, como quería el jerife, consciente éste de la enorme cantidad de vidas humanas que España se cobraba en las batallas. Se enfrenta, pues, a la máxima autoridad indígena y rehusa la promesa de autonomía que, timidamente, le hace Primo de Rivera.

Otras batallas llevaron al corte de la carretera de Tánger a Tetuán, el aislamiento de Larache y, por fin, el acuerdo entre Francia y España para atacar conjuntamente a los rebeldes. En las operaciones de Alhucemas estuvieron aliados Pétain y Primo (un dictador futuro y otro del momento); con el apoyo aéreo francés y un ejército de 280.000 aliados, que utilizó masivamente la artillería y la aviación, los rifeños no pudieron más, pero habían sentado un precedente para la futura independencia de Marruecos... treinta años más tarde.

(Ver  http://www.youtube.com/watch?v=D4yIxqrjZ0s).


4 comentarios:

  1. La historia de las colonias,siempre acaba con la salida del ocupante,es la Historia con mayusculas.
    Un siglo no es nada,y los miles de españoles que murieron en esas tierras merecen mayor reconocimiento.
    las condiciones en las que lucharon y resistieron los soldados que formaron parte del llamado desastre de Annual merecen gestos de memoria como poco.
    Hoy lei la historia de monte Arruit y Sidi Dris entre otros y me ha impactado enormemente.

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    1. En realidad, la batalla fue dispar. Por un lado un ejército regular, moderno para los estándares de la época, con artillería y oficiales. Por el otro una banda de jinetes irregulares armados con fusiles (capturados) y espingardas obsoletas. Sin embargo, los moros derrotaron a la fuerza española, y no una vez sino que varias. Salvo algunos actos heroicos aislados, los españoles corrieron en desbande general dejando la artillería, munición y heridos a manos de los moros.
      Y si no hubiera sido porque Francia atacó luego desde el Sur, España hubiera perdido su colonia africana en esa campaña.

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