lunes, 21 de junio de 2021

Cara y cruz del PNV ante la guerra de 1936

 

A principios de octubre de 1936, por lo tanto ya empezada la guerra de España y nombrado Franco como principal dirigente del Estado, F. Javier Landáburu[i] y Manuel de Ibarrondo[ii] se dirigieron por carta a José Antonio Aguirre en la que le comunicaron lo acordado con jefes militares complicados en el levantamiento contra la II República. En dicha carta dicen estar preocupados por la suerte de Vizcaya y Guipúzcoa (Álava estaba en manos de los sublevados) ya que los militares “se extrañan de que los nacionalistas de ahí estéis de la mano de los rojos, cuando tantas cosas sagradas y fundamentales nos separan de ellos[iii].

Siguen diciendo en la carta que los militares precisan tomar por las armas las dos provincias vascas que aún no estaban en su poder, por lo que “para evitar que vaya derramándose tanta sangre en nuestro País (sic), nos han dicho que si los nacionalistas de ahí os limitáis, mientras ahí manden los rojos, a ser guardadores de edificios y de personas, si no tomáis las armas contra el Ejército, seréis respetados cuando el Ejército se apodere de esa zona”. Siguen diciendo cual creen los autores de la carta debe ser el papel “que a los nacionalistas cuadra”, añadiendo que siempre han sido defensores del orden y de los valores espirituales y materiales “y nuestra doctrina cristiana y democrática nos obliga inflexiblemente a ello”.

Hacen luego recordatorio de las guerras civiles que en el siglo XIX sangraron al País Vasco, considerando que “todavía no se han cerrado del todo las heridas”, en alusión a la existencia de carlistas que estaban comprometidos con el general Franco, sobre todo los de Navarra. Dicen que el envío de la carta es a costa de muchos peligros, pues “hoy podemos interceder por vosotros; después de que las tropas entren ahí, nuestra defensa sería tardía”.

Con la misma fecha los citados Landáburu e Ibarrondo dirigieron una carta a Telesforo de Monzón comunicándole el resultado de sus entrevistas con los jefes militares. Empiezan diciendo que no pueden apartar de la mente la catástrofe que se cierne sobre Guipúzcoa que, “según se dice, tantas víctimas va causando”. Dicen que esta preocupación es compartida por los jefes militares, y luego se confiesan “instrumentos de esos anhelos de pacificación”, refiriéndose a los jefes del ejército como “hombres respetables”.

Telesforo de Monzón[iv] fue diputado del PNV en 1933 y participó en el Estatuto vasco de 1936. Durante la guerra civil desempeñó la cartera de Gobernación y Defensa del Gobierno Autónomo vasco pero en los años cincuenta se separó del PNV y se relacionó con ETA, ayudando en Francia a refugiados políticos españoles huidos a dicho país. En 1977 regresó a España y fue elegido diputado a Cortes, cargo que desempeñó solo un año al ser elegido miembro del Parlamento vasco en las candidaturas de Herri Batasuna, organización de la que había sido fundador.

¿Cómo es posible que los nacionalistas de Guipúzcoa estuviesen junto a los extremistas contra el Ejército? -se preguntaban Landáburu e Ibarrondo- añadiendo que habían estado celebrando conferencias con las autoridades militares de Vitoria “y estos señores nos dicen que si los nacionalistas vascos de Guipúzcoa os limitáis…” (en el mismo sentido de la carta dirigida a Aguirre, reconociendo que las represalias, de no plegarse a los levantados, serían terribles). Landáburu e Ibarrondo se refieren a la situación en Vizcaya y Guipúzcoa como el “imperio de los rojos”.

Ya en agosto de 1936 el obispo Mateo Múgica había firmado, junto con el obispo de Pamplona Marcelino Olaechea, una “Instrucción pastoral” redactada por el cardenal Gomá sobre la colaboración de los nacionalistas vascos con las fuerzas del Frente Popular, a las que consideraban anticristianas.

Por su parte Aguirre, que había sido elegido Presidente del Gobierno provisional del País Vasco, consiguió escapar a Francia cuando la zona norte de España fue tomada por los sublevados (entre junio y septiembre de 1937).

De todas formas José Andrés-Gallego y Antón M. Pazos, en una nota de su obra citada abajo, señalan que el día 7 de agosto Luis de Alava y Alberto Ruiz de Angoitia comunicaron que el PNV había decidido oponerse a los “invasores de su país”[v].

(Fotografía de euskonews.eus/0332zbk/gaia33209es.html).

[i] 1907-1963. Participó en la redacción de lo que se conoció como Estatuto de Estella (autonomía para el País Vasco). Diputado en el Congreso, fue detenido por las autoridades sublevadas pero puesto en libertad porque se había mostrado contrario a que el Partido Nacionalista Vasco apoyase al Frente Popular. A mediados de 1937, cuando ya las tres provincias vascas habían caído en manos de los sublevados, pudo huir a Francia.

[ii] Fue Presidente del Araba Buru Batzar desde 1935 y colaborador de Landáburu, con el que escribió “Cartilla Foral de Araba” en 1920.

[iii] José Andrés-Gallego y Antón M. Pazos, “Documentos de la Guerra Civil”.

[iv] Cuando ETA secuestró en 1970 al cónsul de la RFA en San Sebastián, Monzón ejerció como mediador del secuestro y en los años siguientes se mostró partidario del terrorismo etarra. Al mismo tiempo no tuvo inconveniente en participar en las instituciones democráticas tras la muerte del general Franco.

[v] José Andrés-Gallego y Antón M. Pazos citan a Fernando de Meer en su obra “El Partido Nacionalista Vasco ante la guerra de España…”.

domingo, 20 de junio de 2021

El mausoleo de Rávena

 

                                                               Fotografía de Wikipedia

Gala Placidia fue hija del emperador Teodosio y para ella se construyó un aparentemente sencillo mausoleo en la primera mitad del siglo V. De planta cruciforme, la parte central está formada por una torre y cubierta con una cúpula. Las cuatro naves están cubiertas con bóveda de cañón decoradas con mosaicos. Este mausoleo fue construido como ante-capilla de la iglesia de la Santa Cruz, hoy desaparecida. El exterior del mausoleo es sencillo y decorado con arcadas ciegas y pilastras, lo que contrasta con la brillantez del interior de clara influencia bizantina, pues no faltan los dorados.

Hoy se tiene por cierto que este mausoleo no recibió los restos de Gala Placidia (siglos IV-V) y quizá quien lo mandó construir para ella fue el emperador Constancio III[i], del cual fue esposa. De hecho Gala Placidia había nacido en Constantinopla y pudo haber influido en la decoración griega. Después de haber disfrutado del poder fue hecha prisionera de los visigodos pero volvió a tener mucha influencia en la corte debido a su casamiento con el rey Ataulfo (414), un general que se erigió en rey mediante tretas apoyando a uno y a otro hasta conseguir el reconocimiento del emperador Honorio sobre Aquitania y luego la Narbonense, pero con una relación de foederati, situación que duró poco.

Un tema iconográfico muy propio del primitivo cristianismo es el del Buen Pastor, representando a Cristo con sus ovejas, en este caso sentado y en contraposto. La cúpula central está decorada con estrellas que representan el firmamento, una cruz dorada en el centro y en las pechinas alegorías de los evangelistas. En las bóvedas de cañón hay decoración geométrica pero también personajes y se conservan sarcófagos decorados de época tardorromana.

En el nordeste de Italia, Rávena fue capital del Imperio de occidente desde principios del siglo V pero no se vio atacada por los visigodos, que se dirigieron a Roma. En el último cuarto del siglo citado residió en Rávena Odoacro pero la ciudad fue sitiada durante varios años por los ostrogodos que la convirtieron en capital de su reino italiano, muy lógico ya que dicho reino se extendía no solamente por la península y Sicilia sino por el sureste de Francia y al otro lado del Adriático, casi hasta el centro de Europa.


[i] Vivió entre 360 y 421. Su mandato como emperador duró poco más de medio año.

viernes, 18 de junio de 2021

Trigo en Guadalajara (México)

 


El territorio de Nueva Galicia tiene una extensión entre el centro y oeste de México de 221.770 km2, el 11,28% de la superficie del actual estado mexicano. Cuando terminó el proceso de conquista iniciado por Nuño Beltrán de Guzmán en 1532 –dice C. René de León Meza[i]- los habitantes europeos de las recién fundadas villas de Guadalajara, Compostela, Chiametla, Purificación y San Miguel de Culiacán sufrieron el desabasto de víveres (en particular del trigo) debido a que todavía no se producía su cultivo en dichas áreas.

Los conquistadores quisieron imponer a los indígenas el cultivo del trigo pero se encontraron con su oposición porque rendía menos que el maíz, además de que prevalecía la tradición y el gusto de los nativos por este último.

A lo largo de la segunda mitad del s. XVI –sigue el autor citado- solo algunos pueblos de indios pagaron parte de sus tributos con trigo y las cantidades de este fueron escasas. En el período desde 1555 a 1586 la corona recibió 1.353,6 fanegas con tendencia a la baja y a partir de 1587 ya no aparece el pago del tributo en forma de trigo a la corona, aunque no sabemos –dice León Meza- si los pueblos que estaban encomendados a particulares lo cultivaron.

Algunos españoles se vieron obligados a dedicarse a la agricultura para garantizar el suministro de trigo, pero empleando fuerza de trabajo indígena y así el cereal estuvo presente en varias regiones de Nueva Galicia. En Ameca[ii] se cultivo el trigo intensivamente pero luego fue disminuyendo y en algunos lugares dejó de cultivarse. Una descripción de Ameca en 1579 dice que en la ribera de su río había diez o doce labores de trigo pero que en años anteriores la sembradura era mucho mayor y ello se debe a la disminución de los indios.

El autor explica cómo Guadalajara se convirtió en el centro de una vasta región que tuvo en el cultivo de trigo su especialización, tomando como punto de partida la cuarta y última fundación de la ciudad en 1542, después de sofocarse la gran rebelión indígena que se conoce con el nombre de El Mixtón[iii]. La ciudad de Guadalajara se convirtió desde entonces en un importante asiento poblacional y, con el fin de evitar nuevos levantamientos, se fundaron en torno a ella una serie de pueblos habitados por los indios derrotados.

Estas tierras eran fértiles y se dio bien el cultivo del trigo, además de que los indígenas aseguraban la mano de obra. Guadalajara alcanzó importancia económica entonces, abasteciendo a otras regiones de varios productos, particularmente trigo. León Meza estudia algunas haciendas en el área de la ciudad que contaron con una política para el desarrollo de la actividad agrícola[iv]. En esta zona el sistema de repartimiento forzado facilitaba que los hacendados recibieran indios dos veces al año para el trabajo, sistema que había sido abolido en otras áreas de la Nueva España desde 1633, mientras que en Nueva Galicia continuó vigente hasta el siglo XVIII. No pocos indígenas, no obstante, se libraron de formar parte de la mano de obra en los repartimientos a cambio de sembrar ellos mismos el trigo.

Pero la ciudad y sus ámbitos padecieron escasez de trigo y harina debido al alza de los precios, lo que parece una contradicción, pues la producción conjunta de todas las haciendas sobrepasaba las necesidades de los consumidores. La razón de esto es que algunos hacendados acaparaban los granos controlando el mercado y los administradores municipales se corrompieron con frecuencia permitiéndolo.

León Meza señala que se ignora mucho sobre la historia de los cultivos: caña de azúcar, cebada, maíz, fríjol, chile y trigo, pues los autores que se han dedicado a investigar estos asuntos no han hecho sino aportaciones parciales.


[i] “El cultivo del trigo en Nueva Galicia durante el siglo XVII”. En este trabajo se basa el presente resumen.

[ii] En el oeste del estado de Jalisco, hoy tiene una población cercana a 61.000 habitantes.

[iii] Los indígenas que se denominaron chichimecas se rebelaron quizá por las condiciones de crueldad que potagonizó Nuño Beltrán de Guzmán: las torturas y asesinatos fueron llevadas a cabo por españoles de armas con la ayuda de otros indígenas.

[iv] Según el obispo de Guadalajara Alonso de la Mota y Escobar, cuando se fundaron algunas villas sus habitantes se dedicaron a la siembra de trigo y maíz, pero luego abandonaron esta actividad a favor de la ganadería.

En la fotografía, cultivos en el estado de Jalisco: losmundosdemexico.com/pueblos-magicos-dejalisco/

Una carta reveladora

 


José Andrés-Gallego y Antón M. Pazos han estudiado los documentos que forman el Archivo del Cardenal Gomá[i] –antes lo han hecho otros con menor extensión- y ponen de manifiesto el conflicto que dicho cardenal mantuvo con Vidal i Barraquer.

Desde antes que Gomá fuese nombrado Arzobispo de Toledo –dicen los autores citados- había una corriente encabezada por el Cardenal Vidal i Barraquer que pretendía acabar con algunos de los privilegios que tenía el Primado de Toledo. Gomá tuvo enfrentamientos con Barraquer y estuvo aconsejado por el Cardenal Segura[ii]. Un testimonio significativo de los roces que mantenía Gomá con Barraquer es lo que aquel dice en una carta enviada el 1 de febrero de 1936 a su amigo el jesuita W. Ledóchowscki[iii].

Se queja Gomá al jesuita austriaco diciéndole que no debe desconocer “la forma precisa, categórica, con que la bondad de nuestro Santísimo Padre se dignó concretar las atribuciones del Arzobispo de Toledo…”. Le recuerda que el papa le había hablado de los derechos primaciales de la Sede toledana, que nunca había querido modificar dichos derechos y, con respecto a la Acción Católica, recordó a San Cipriano[iv]. También dice que el papa había escrito al Nuncio en España dándole instrucciones coincidentes con lo arriba indicado.

Pero el Nuncio nada le dijo a Gomá de esta carta del papa, teniendo que insinuarle varias veces la situación “difícil” en la que se encontraba. La respuesta del diplomático fue que esperara y –según dice Gomá- “estuvo conmigo algo más que inconveniente”. El cardenal también dice conocer confidencialmente que el Nuncio había escrito a la Secretaría de Estado en sentido “poco favorable a mis derechos”.

Mientras tanto –sigue hablando Gomá- el Cardenal de Tarragona pidió a los Metropolitanos, “incluso a mí”, los datos económicos de las diócesis en orden a las futuras Conferencias de Metropolitanos, y algo que parece molestar al primado es la carta que Barraquer había dirigido al Jefe del Gobierno, Azaña, protestando por los atentados que se estaban cometiendo “contra la religión, como Cardenal más antiguo”. A Gomá le parecen estas cosas insidias que duran ya varios años y que atentarían “contra los derechos primaciales de esta gloriosa Sede”.

Al primado le interesa, ante todo, garantizar la dirección de las cosas eclesiásticas en España y ve que la concordancia ente la Nunciatura y Tarragona le expone a una desautorización “funesta para mi prestigio y para los derechos de esta Sede”. Ve Gomá una dualidad de direcciones en momentos que considera gravísimos para la Iglesia en España, además de por las orientaciones distintas que podrían darse en el orden religioso. Es reveladora su expresión de que “el simple hecho de que desde la ‘región’, que contra el sentir general del pueblo español ha logrado la autonomía política, se orientarán, en el sentido que fuese, las cosas de la ‘nación’, y ello con mengua de una institución secular y querida de los españoles como es la primacía de Toledo…”.

Sigue luego acusando al Nuncio de que con el pretexto de los abusos de la Primacía por parte de su antecesor (Pedro Segura) era reacio a atenderle. A Gomá le preocupaban dos cosas en vísperas de la guerra que no podía adivinar pero que tendría noticia de los movimientos militares preparativos: en primer lugar no perder el poder que le permitiese –como así fue- apoyar a un régimen distinto al establecido en España en esos momentos; luego sería representante oficioso del papa ante Franco. La otra es contrarrestar todo lo posible la influencia de Barraquer a quien parece ver como el que podría dirigir las cuestiones eclesiásticas y religiosas desde una Cataluña que no le gusta a Gomá con el régimen de autonomía alcanzado desde 1932.



[i] “Documentos de la Guerra Civil”.

[ii] Puede verse en cualquier fuente lo conflictivo de este eclesiástico tanto en un régimen político como en otro, así como la particular forma de concebir su acción pública.

[iii] Austriaco e hijo de un conde, su familia estuvo muy relacionada con la Iglesia y con el ejército. Estudió en Viena y sirvió a la emperatriz Isabel de Baviera, por lo que estas experiencias debieron marcar su personalidad.

[iv] Fue obispo de Cartago en el siglo III y no parece haber relación alguna con la Acción Católica del siglo XX.

En la fotografía G. Pizzardo, segundo de la diplomacia vaticana en la época de la carta estudiada.

jueves, 17 de junio de 2021

La Iglesia germánica medieval

 

artehistoria.com/es/obra/catedral-de-maguncia-alemania

Cuando los primitivos cristianos practicaban su fe, particularmente en Roma y en otras ciudades, tuvieron que hacerlo clandestinamente en galerías subterráneas que conocemos como catacumbas. Luego estas se convirtieron en lugares de enterramiento. Pero desde que los cristianos fueron reconocidos como legales por el emperador Constantino, que incluso les hizo donación de algunos patrimonios, un obispo de nombre Eusebio se deshizo en alabanzas a dicho emperador[i].

Varios siglos más tarde las cosas habían cambiado mucho: las autoridades eclesiásticas vieron la necesidad de levantar enormes iglesias y catedrales, a poder ser de piedra, como si de palacios eclesiásticos se tratase, no fuese a ser que solo los reyes los poseyesen. El franco Carlos, a principios del siglo IX, mandó construir junto a su palacio de Aquisgrán una “capilla” que en realidad es una monumental iglesia de influencias romanas y bizantinas que luego sería reformada.

La Iglesia germánica heredera de la franca constituyó tres obispados que extendieron su influencia por vastos territorios: el de Colonia, el de Tréveris y el de Maguncia, este último con más influencia territorial que los otros dos. Las catedrales construidas en estas ciudades constan de cúpulas tratando de imitar la del Panteón romano, pero también a las de Santa Sofía de Constantinopla.

La iglesia de San Esteban en Maguncia se empezó en estilo románico pero luego fue cambiada con formas góticas. Su construcción comenzó en el siglo IX pero continuó en los posteriores por obra del obispo Willigis (ss. X-XI) que no pudo ver terminada su obra. Este obispo fue un personaje poderoso porque se codeó con emperadores, poseyó bienes cuantiosos y participó activamente en la política de los salios, que tuvieron su momento entre los siglos XI y XII.

Los fieles de la época debieron sentirse abrumados por la magnificencia de aquellas catedrales de piedra, que en el caso de Alemania elevaban más que en el resto de Europa su altura aún en pleno románico. Los emperadores salios (desde Conrado II hasta Enrique IV por lo menos) tuvieron serias disputas con los obispos. La catedral de Worms se construyó como un castillo, y la de Spira la concibió Conrado II para ser lugar de su sepultura, aún cuando al morir el personaje la obra no estaba sino empezada.

Enrique IV, por su parte, mandó derribar la catedral de Maguncia y reconstruyó otra en forma muy distinta: aparecieron los ábsides circulares, se elevaron las torres, una cúpula sobre el crucero y bóveda cubriendo la nave central, cuya techumbre era inicialmente de madera. La obra se consagró en 1106 siendo el primer ejemplo de abovedamiento de tal envergadura desde el Panteón romano.

El elegante y sobrio edificio del Museo del Palatinado[ii] guarda muchos vestigios y documentos de la época a la que nos referimos. Construido a principios del siglo XVIII no tiene la exuberante decoración propia de la época.

En el siglo XII, si no antes, algunos grupos que vivían en las ciudades y villas del espacio alemán occidental comenzaron a exigir privilegios y exenciones para tener libertad de comercio y librarse del pago de ciertos impuestos, que consideraban onerosos e injustificados, siendo los beneficiarios obispos y señores. Estos grupos son los que pasaron a ser llamados, en conjunto, burguesía, que va a influir en la construcción de las catedrales románicas camino de las góticas.

Por su parte el emperador Enrique IV asoció a su hijo del mismo nombre al trono, pero el que sería Enrique V se lo disputó y consiguió deponerlo apoyado por una Dieta en Maguncia. Como todo imperio tiende a extender su influencia a otros pueblos, siguiendo con la tradición de sus predecesores salios, se enfrentó a los húngaros en una guerra, siendo así que el reino de Hungría ya era vasallo de dichos reyes.

viernes, 11 de junio de 2021

Humanización y hominización

 


Desde hace 6,7 millones de años en que existieron los sahelanthropus tchadensis (según denominación de Michel Brunet)[i] hasta el homo sapiens que remonta su mayor antigüedad a 200.000 años aproximadamente, se han sucedido una serie de seres como los ardipithecus, los australopithecus, los parántropos y los homo. Entre estos últimos cabe distinguir a rudolfensins, habilis, ergaster, erectus, antecesor, heidelbergensis, denisovanos, neandertales, florisiensis y el citado sapiens.

Junto con Brunet han sido muchos los estudiosos de estas cuestiones: Linneo en el siglo XVIII, siendo considerado como el creador de la clasificación de los seres vivos, labor verdaderamente monumental, pero también Haile-Selassie, un paleontólogo etíope que ha estudiado a varios homínidos, el estadounidense White que participó en el descubrimiento de “Lucy”, Leakey que sugirió el origen africano del ser humano (siguiendo a Darwin) y otros.

Ángel Sánchez-Palencia Martí, en un artículo sobre la hominización[ii], señala que la mayor antigüedad que arroja la arqueología sobre evidencias de industria lítica data de, aproximadamente, 3,3 millones de años, estando el yacimiento cerca de la ribera oeste del lago Turkana (Kenia). A lo largo de todo el Paleolítico (sigue diciendo Sánchez-Palencia) la técnica es acumulativa, lo que quiere decir que ha ido evolucionando según aumentó la inteligencia de los homo.

En relación al origen del hombre conviene distinguir bien lo que es causa y el autor citado recuerda a Sócrates en un texto de “Fedón”[iii]. En esta obra Platón pone en boca de su maestro que si uno dijera que sin tener tendones, huesos y lo demás que forma nuestro cuerpo, no seríamos capaces de hacer lo que decidimos, sería correcto. Pero decir que hacemos lo que hacemos a causa de esas partes es un error. Es decir, las partes de nuestro cuerpo son necesarias pero no son la causa de nuestro hacer.

Volviendo a homo dice Sánchez-Palencia que tal concepto seguramente obedece a una gran variedad morfológica dentro de una sola especie humana, es decir, de una misma esencia. En cuanto a la fabricación de herramientas (parece que no antes de 3,3 millones de años) implica una idea preconcebida en la mente y ordenada a un determinado fin y esto, por primitivo que sea, supone un conocimiento conceptual de la inteligencia humana que no tienen los demás animales.

Para Tomás de Aquino –sigo el artículo de Sánchez-Palencia- la esencia humana (el alma) es forma de lo corporal y no algo añadido, lo que explicaría que la materia en los actos del entendimiento es condición, siendo el genuino acto del entendimiento humano la abstracción y su representación mental en forma de concepto. “La existencia de esta dimensión espiritual marcaría el inicio de la existencia del hombre” según Udías[iv], el cual añade que en la “infancia” del ser humano esta faceta espiritual no estaría del todo desarrollada. Y Xabier Jordana[v] señala que “el proceso paulatino de especialización del hombre –su hominización- es posterior a su humanización: lo primero es ser hombre, y después su variación morfológica… Es el alma humana quien gobierna pasivamente… el propio destino morfológico del hombre hasta llegar a su plenitud de expresión… La mejor adaptación del espíritu… independiza al hombre con respecto al medio… el hombre adapta el medio a sus necesidades”, contrariamente a lo que señaló Darwin con respecto al mundo animal.

Los parántropos, australopitecus, ardipitecus etc. no parece que tuviesen inteligencia en el sentido en que sí homo. Aquellos se extinguieron porque no pudieron adaptar el medio a ellos mismos; homo permanece en una evolución que no ha concluido porque tiene inteligencia… para lo bueno y para lo malo.

(En el mapa, localización del lago Turkana en Kenia: https://www.freepng.es/png-pu2zb5/).



[i] Nacido en Francia fue el que descubrió a un homínido del Mioceno al que se llamó Toumai. El Mioceno es un período geológico entre 23 y 5 millones de años de antigüedad. Toumai es un homínido extinguido habiéndose encontrado el fósil en el desierto del Diurab (Chad).

[ii] “Sobre hominización y humanización”.

[iii] Como no se nos conserva nada escrito por Sócrates fue su discípulo Platón el autor de esta obra que trata del alma humana, otros dirán su inteligencia o su psique.

[iv] Agustín Udías Vallina es un jesuita autor de un interesante artículo titulado “La ‘Gran Historia’… y el Antropoceno: dos nuevos enfoques del pasado y del presente”.

[v] Biólogo y antropólogo ha estudiado, entre otras cosas, las características demográficas, de estilo de vida y de salud de las poblaciones humanas del pasado.

lunes, 7 de junio de 2021

Del desierto a la agricultura

 


Cuando se creó el estado de Israel en 1948 las autoridades se plantearon que si habían de recibir miles de inmigrantes, como había ocurrido desde los años veinte pasados, habría que conseguir agua para una agricultura autosuficiente en un contexto hostil, puesto que Israel estaba rodeado de países árabes y los árabes estaban también en Palestina.

En primer lugar se trató de aprovechar los acuíferos, lo que a largo plazo no sería solución porque se agotarían. Luego se planteó la necesidad de llevar agua del río Jordán y del mar de Galilea (dulce) al sur del país, al desierto del Negev. Se trató  entonces de aplicar técnicas de riego que no derrochasen el agua y de reconvertir las aguas residuales para ser utilizadas de nuevo, sobre todo en la agricultura pero también para otros usos. Incluso se puso un impuesto al consumo del agua, lo que educó a la población a considerarla como un bien preciado.

La Alemania de Adenauer “regó” con una enorme cantidad de dinero al Estado de Israel como reparación por el sufrimiento que aquel país había causado a los judíos. Con ese dinero se hicieron infraestructuras en Israel que han transformado desiertos en campos de cultivo hasta el extremo de que ahora exporta productos de huerta a otros países.

Ariel Dinar, del Banco Mundial, y David Zilberman, de la Universidad de Berkeley, han explicado en un trabajo conjunto[i] que la experiencia israelí con el riego por goteo “muestra el inmenso potencial de esta tecnología para ahorrar agua, mejorar los rendimientos y aumentar la productividad agraria”, pero también señalan que el riego por goteo ha de ser empleado allí donde está demostrada su utilidad y no en todos los lugares.

En primer lugar –dicen- el riego por goteo exige inversiones considerables por lo que es útil para cultivos de alto valor cuando los costes del agua son altos y su calidad es relativamente baja. De ahí que fuesen útiles las medidas que aumentaron el precio del agua. En el caso de Israel las comunas agrícolas voluntarias (kibutz) y las cooperativas rurales (moshav) se emplearon las más variadas técnicas para desarrollar la agricultura.

El riego por goteo es un sistema complicado que exige conocimientos mínimos por parte de los agricultores y un ejemplo es el valle de Giftlik[ii], pero también exige apoyo técnico cualificado que imparta formación profesional. La experiencia israelí –dicen los autores citados- demuestra que la introducción del riego por goteo no limita sus efectos a la gestión del agua; también impulsa la adopción de otras tecnologías complementarias que afectan a casi todos los aspectos de la producción agraria. De esta forma, al permitir un mejor control del crecimiento de los cultivos, puede llevar al desarrollo de sistemas informáticos intensivos en la agricultura.



[i] “Economía de las tecnologías modernas de riego: lecciones de la experiencia israelí”.

[ii] En Cisjordania, muy cerca de la frontera con Jordania.

(Ver aquí “¿Fue anterior la agricultura en el Negev?”.