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Moneda griega de época helenística |
Epicuro vivió, sobre todo, en Atenas y en Samos
cuando en la primera ciudad tuvo lugar uno de los períodos más turbulentos de
su historia, el que media entre la guerra contra Filipo II de Macedonia (340-338 a. de C.) y el comienzo
de la guerra de Cremónides (267). Para los atenienses, o para su oligarquía,
los macedonios eran unos extranjeros que no merecían estar a la altura de los
griegos. Así lo demostró Demóstenes en sus “Filípicas” y en su declaración de
guerra, comprometiéndose la ciudad de Perinto (al oeste de Bizancio) con
Atenas, por lo que sufrió un asedio en 338 a. de C. Ya antes había sido asediada
Bizancio. La batalla que se libró en Queronea (Beocia) llevó a Atenas y sus
aliadas a la derrota.
La guerra de Cremónides (267-261 a. de C.) también tuvo
como enemigos a una coalición de ciudades griegas y Macedonia. Atenas y
Esparta, entre otras ciudades, deseaban volver al régimen perdido de
independencia, incidiendo en ello el rey grego-egipcio Ptolomeo II Filadelfo,
que deseaba restar influencia al reino macedonio. La coalición griega estuvo
comandada por Cremónides, uno de los más destacados opositores a los
antigónidas macedonios. El final de la guerra fue también el fin de lo que
quedaba de independencia de Atenas y otras ciudades griegas.
Aunque
Epicuro no había nacido en Atenas se le considera ateniense, pues era miembro
de una cleruquía en Samos. Los clerucos fueron ciudadanos a los que se concedía
un lote de tierra para que defendiesen un territorio, en este caso Samos, que
había sido conquistada por el estratego ateniense Timoteo en 365 a. de C. Su familia era
de extracción relativamente humilde y en Samos nació Epicuro a principios de 341 a. de C., pocos años
antes de la derrota de Queronea.
Pero la
derrota supuso una afirmación de la democracia, de forma que a partir de 338 se
construyeron nuevas atarazanas en el Pireo y se incrementaron cada año con el
objetivo de combatir la piratería en el Egeo (1). En 330 se inauguró un estadio
(el llamado de Licurgo) y por estos años se añadieron nuevos asientos en el
teatro de Dioniso, se renovó el Liceo, con su palestra, y la Pnyx (2), la colina donde se
reunía la asamblea. En fin, se erigió un templo en honor de Apolo Patroos (de los antepasados) en el
ágora.
Poco
después de la muerte de Filipo (335), Eucrates introdujo una ley contra la
tiranía y la oligarquía y se reformó el entrenamiento de los efebos, de los que
formaría parte Epicuro y el comediógrafo Menandro que, al contrario que aquel,
procedía de una familia pudiente. A partir de los dieciocho años, todo efebo
ateniense debía servir dos años, el primero de los cuales en Muniquia (colina
fortificada cerca de el Pireo) y en el Pireo y el segundo en el territorio
rural de la ciudad. Los efebos aprendían atletismo, a luchar en formación, a
tirar la jabalina, a manejar el arco y a emplear catapultas. Esta coyuntura fue
aprovechada para estimular un movimiento antimacedónico en Atenas encabezado
por Demóstenes e Hipérides, este discípulo de Platón.
Epicuro
conoció durante su juventud la conquista de una parte de Asia por Alejandro y
con el comienzo de la guerra lamíaca llegó a Atenas. Esta guerra se desarrolló
entre los años 323 y 322, un conflicto en el que intervinieron Grecia y sus poleis aliadas contra Antípatro el macedonio,
que acabaría definitivamente con la autonomía de las poleis. Una guarnición macedonia se instaló permanentemente en
Muniquia y los retores Hipérides y Demóstenes fueron condenados a muerte, se
estableció en Atenas una oligarquía que solo reconoció la ciudadanía a los que
contasen con una fortuna considerable.
Para
Epicuro las consecuencias fueron graves, pues tuvo que volver a Samos, pero al
poco tiempo los clerucos atenienses fueron expulsados por Pérdicas, uno de los
sucesores de Alejandro. Pero los clerucos no fueron expulsados sin oposición,
hasta el punto de que en 319, el general macedonio Poliperconte decretó la
vuelta de los atenienses, aunque tal decisión nunca se hizo efectiva. Epicuro
quedó convertido en un meteco, un extranjero en su propia tierra. Según José
Pascual estuvo en Teos, en la costa oeste de Anatolia, donde frecuentó al
filósofo Nausífanes, discípulo de Demócrito. Luego estuvo en Colofón (Jonia),
Mitilene (en la isla de Lesbos) y Lámpsaco (en el estrecho de Dardanelos) y es
en estos años cuando Epicuro comenzó a dedicarse a la filosofía, abriendo una
escuela y teniendo a sus primeros discípulos. Luego volvió a Atenas en 307,
pues había tenido lugar el final de la oligarquía, además de que se produjo una
querella entre Epicuro y la escuela peripatética, pues había empezado a
criticar al aristotelismo.
También
influyó en la vuelta de Epicuro a Atenas el decreto de Sófocles, datado en el
año 307 a.
de C., por el que todas las escuelas de filosofía obtuvieran licencia de la Asamblea para poder
actuar. Tras su aprobación, los filósofos, encabezados por Teofrasto (3),
rechazaron que se pudieran controlar sus actividades y abandonaron Atenas. El
escándalo fue grande y Filón, un antiguo discípulo de Aristóteles, acusó a
Sófocles de haber ido contra la constitucionalidad de la ciudad. El juicio que
siguió, a pesar de la defensa que hizo de Sófocles, Democares (4), la mayoría
encontró culpable a aquel y la ley fue revocada. José Pascual señala que el
decreto de Sófocles iba dirigido contra el Liceo, que era sospechoso, no sin
razón, de oponerse a la democracia y de amistad hacia Macedonia. El Liceo,
llamado así por encontrarse cerca del templo de Apolo Licio (en uno de los gimnasios de Atenas) donde Aristóteles había
impartido enseñanza. Entonces Epicuro fundó El Jardín, su escuela de filosofía,
y La Estoa
nacería en 301 de la mano de Zenón.
Atenas,
no obstante, siguió con problemas: en 306 el rey macedonio Casandro la atacó y
sus tropas tomaron Filé, Panactón y Salamina, acudiendo en ayuda de la ciudad
Demetrio Poliorcetes (“asediador de ciudades”) rey de Macedonia poco después,
el cual restauró la democracia en parte. Pero antes (303) Casandro volvió a
atacar Ática por Eleusis, El Pireo y Muniquia, aunque sin éxito. Tras la
batalla de Ipso (Frigia, interior de Anatolia) (5) en 301 Atenas trató de
librarse del dominio de Demetrio, pero ello le llevó a la tiranía en la persona
de Lacares, posiblemente con el apoyo de Casandro.
Más tarde
una oligarquía gobernó Atenas hasta que en 287 sus habitantes se rebelaron y
expulsaron a una guarnición macedonia, que no obstante siguió controlando El
Pireo y algunas fortalezas en el Ática, lo que hizo que los sentimientos
atenienses contra los antigónidas no cesasen, pretendiendo establecer vínculos
con una confederación etolia y con los lágidas de Egipto. Combates contra los
gálatas y de nuevo contra Macedonia (guerra de Cremónides, retor ateniense
partidario de los lágidas) jalonan esta etapa de Atenas, siendo el resultado
desastroso para la ciudad.
(1) José Pascual, “Epicuro y Atenas: la creación de una
comunidad identitaria distinta de la pólis”,
(2)
Sobre una
zona rocosa, cerca de la acrópolis, a más bajo nivel que esta.
(3)
Relacionado
primero con Platón y luego con Atistóteles.
(4)
Sobrino
de Demóstenes.
(5)
Se enfrentaron
diversos generales sucesores de Alejandro: Seleuco, Casandro y Lisímaco de
Tracia contra Antígono I y su hijo Demetrio, siendo derrotados estos últimos.
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