martes, 3 de abril de 2012

La iglesia del Gesù en Roma

Fachada de la iglesia del Gesù
Es la iglesia más emblemática del tránsito entre el renacimiento y el barroco; incluso para algunos estudiosos es la primera iglesia barroca, sobre todo por la decoración y formas tortuosas de su interior, obra de Vignola. Todo el proyecto corresponde a éste arquitecto y pintor nacido en la villa del mismo nombre, cerca de Mantua, para luego trabajar en Bolonia, en Roma, para la familia Farnesio, con Miguel Ángel y en algunas cúpulas menores de San Pedro del Vaticano. Como teórico descacó con sus "Reglas de los cinco órdenes de la arquitectura", con lo que se puede comparar al antiguo Vitruvio, Alberti (en el siglo XV) y Vasari en el XVI. La obra citada fue publicada en 1562. La iglesia se empezó en 1568.

Planta
La portada fue transformada por Giacomo della Porta, que vive en la segunda mitad del siglo XVI (Vignola durante los tres primeros cuartos de dicho siglo). Della Porta fue escultor y arquitecto, siguiendo en esto la tradición de otros artistas de Renacimiento, como Rafael, Leonardo, Miguel Ángel, el propio Vignola... Nació en Lombardía y trabajó con Miguel Ángel, siendo discípulo de Vignola. A ambos, pero no solo, les preocupó la ornamentación urbanística de las ciudades, por lo que a della Porta le debemos el diseño de fuentes para varias plazas romanas (la de Neptuno y la del Moro) así como la fachada de la iglesia que aquí comentamos fue concebida en función del exterior, la plaza de mismo nombre.

El barroco -y esta iglesia solo lo es en parte- abandona la racionalidad del renacimiento para impresionar a los sentidos; de ahí su decoración exuberante y fuera de todo límite. En cuanto a las fachadas están en función del exterior más que del interior del propio edificio, por eso al observar la fachada de la iglesia del Gesù no adivinamos el número de naves (que es solo una), contrariamente a lo que ocurría hasta ese momento. La planta carece de nártex y está formada por una sola nave (como el resto de las iglesias jesuíticas, de la que éta es la primera) cubierta con bóveda de cañón. A los lados hay capillas que se comunican entre sí, y mediante grandes arcadas de medio punto con la nave. Sobre estas arcadas, grandes entablamentos incurvados, rompiendo con la tradición clasicista de entablamentos rectos y diáfanos, sin decoración. Cerca de la cabecera se levanta una cúpula (recordemos la de Brunelleschi en Sante María de las Flores y la de Miguel Ángel en el Vaticano) sobre cuatro grandes pilares (fuera de toda proporción), arcos torales y pechinas. 
Nave y cúpula

La fachada de della Porta será modelo para otras iglesias jesuíticas (esta orden había nacido en 1541 para combatir la reforma luterana y para engrandecer la figura del papa y de la Iglesia tradicional). Este modelo de fachada también se extendió a América dado el papel que los jesuítas realizaron allí. 

La obra es una muestra más de mecenazgo, tan propio del renacimiento, pues en su financiación intervino Alejandro Farnesio, nieto del papa Paulo III. En cuanto a los elementos observamos frontones rectos y curvos, pilastras y columnas, una cornisa bajo el entablamento en el exterior ligeramente dislocada, como la línea inferior del frontón que remata la fachada: estas "rupturas" son propias del barroco, aquí todavía leves, pero más acusadas cuando pasen unos años. Las volutas laterales del segundo cuerpo sirven para salvar la diferencia de altura con la "calle" central, algo que ya había usado Alberti en Santa María Novella y más tarde Miguel Ángel. En la fachada aparecen nichos, decoración (que no existía apenas en el pleno renacimiento) y escudos. 

El interior sí que es claramente barroco, obra de Vignola y de otros artistas posteriores (incluso algunas esculturas son de Bernini). Decoración mediante frescos y esculturas muy movidas y alusivas al espíritu contrarreformista que se vivía: "El triunfo de la fe" y "La religión flagelando a la herejía" (clara alusión a la reforma protestante). Los amplios ropajes de la figuras nos hablan ya del barroco, e igualmente las composiciones muy abiertas y con un movimiento exagerado y dramático. 
Nave y capillas laterales

La fachada está compuesta de tres "cuerpos": el inferior hasta el grueso entablamento; el intermedio flanqueado por las dos grandes volutas y el superior con el gran frontón sin decoración en su tímpano. 

Tal influencia tuvo esta iglesia en las jesuíticas de toda Europa que puede comparase -como simples ejemplos- con la iglesia de San Carlos Borromeo en Amberes, también frente a una plaza, obra de François D'Aguillon entre los siglos XVI y XVII, aunque continuada por otros. También la iglesia de San Bartolomé de Pontevedra, ya plenamente barroca, obra del siglo XVII pero para los jesuitas de la ciudad.

1 comentario:

  1. En Valencia existe una iglesia (Santiago apóstol y san Felipe Neri) cuya fachada se inspira directamente en la del Gesù de Roma aunque, obviamente, es muchísimo más modesta. Felices vacaciones. Un abrazo.

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