viernes, 11 de mayo de 2012

El joven Sandro

Entre los 20 y los 27 años Sandro Botticelli realizó una serie de obras influido por su maestro Filippo Lippi, en cuyo taller de Prato se formó. Hijo de una familia modesta, primero fue aprendiz de orfebre; pronto eligió el camino de la delicadeza en la representación de sus "madonnas", pero también en obras alegóricas y mitológicas. Botticelli es un apodo que alude a su gordura o a la de un miembro de su familia, pero lo cierto es que los personajes de sus obras suelen ser estilizados y elegantes, con una belleza lírica en muchos casos. 

Trabajó más tarde en el taller de Verrocchio, donde conoció a Leonardo, para en 1470 establecerse por su cuenta y entrar dos años después en el gremio de pintores. Su obra se realizó entre Prato, Florencia y Pisa. Algunos autores han puesto en duda que las primeras obras sean de Botticelli, pudiendo pertenecer a su maestro Lippi, pero las que aquí vamos a comentar parecen ser de él por el particular estilo que les imprimió. 

Madonna y niño con ángel
Ésta obra es de los años 1465-1467, de 87 por 60 cm. y se encuentra en el Hospital de los Inocentes de Florencia. La técnica es temple sobre tabla, y con ella empieza una serie de vírgenes con niño donde los personajes aparecen más o menos escalonados. El dominio del dibujo es aquí absoluto, logrando el volumen con leves tonalidades de sombra sobre una misma luz que ilumina toda la obra. También la arcada del fondo, abierta, da idea de tridimensionalidad. La virgen idealizada y ricamente vestida, el niño en movimiento y bajo la arcada dos capiteles clásicos. 

Madonna con niño y ángel
En esta obra vemos ya los vaporosos vestidos de los personajes que reaparecerán en obras posteriores. De igual manera el escalonamiento de los personajes, ocupando el niño la parte central, la misma delicadeza e idealización, tanto de la virgen como del ángel, pero también el sentido decorativo que conservará casi siempre, con las guirnarldas enmarcando la composición y, al fondo, se intuye un espacio abierto. El dibujo es aquí menos evidente, por lo tanto hay un mayor realismo, y la gama cromática es más rica que en la obra anterior. Pintó esta entre 1467 y 1468 al temple sobre tabla, mide 152 por 77 cm. y se encuentra en el Museo Fesch de Ajaccio.

Madonna y niño
Esta obra es conocida también como "Madonna de la Loggia", donde enmarca a los personajes en una arquitectura clásica y, al fondo, un espacio abierto. También la virgen idealizada, el niño en movimiento, los ropajes vaporosos y las actitudes delicadas. Es obra de 1467, al temple sobre tabla, de 72 por 50 cm. y se encuentra en la Galería de los Uffizi. 

La virgen y el niño con dos ángeles y Juan el bautista niño
Aquí el escalonamiento de los personajes es menos acusado, pero el tratamiento que da a la imagen de la virgen es casi el mismo, abriendo al fondo un paisaje en perspectiva. Los niños parecen sentir admiración por María, tocada con un velo donde Botticelli muestra su temprana maestría para pintar transparencias. El dibujo ha desaparecido para dar paso a los contrastes lumínicos. La técnica es temple sobre tabla, las dimensiones 85 por 62 y se encuentra en la Galería de la Accademia (Florencia). Es obra de 1465-1470.

Retorno de Judit a Betulia
Esta obra de 1472 muestra a la virtuosa Judit, una viuda hebrea, regresando a su ciudad, Betulia, tras dar muerte al general babilonio Holofernes, con quien los judíos estaban en guerra. Judit lleva todavía la daga con la que cortó la cabeza al babilonio, según la leyenda bíblica, y una criada, sobre su cabeza, la de Holofernes. El trágico suceso parece olvidarse aquí por la gracia con la que caminan las dos mujeres, con un movimiento muy poético, en un paisaje abierto y claro; sus ropajes -como se verá en obras de su madurez- movidas por el viento y por la liviandad de las telas. La técnica es óleo sobre tabla, las dimensiones 31 por 24 cm. y se encuentra en la Galería de los Uffizi.

No hay comentarios:

Publicar un comentario