Desde hace 6,7 millones de años en que
existieron los sahelanthropus tchadensis
(según denominación de Michel Brunet)[i]
hasta el homo sapiens que remonta su
mayor antigüedad a 200.000 años aproximadamente, se han sucedido una serie de
seres como los ardipithecus, los australopithecus, los parántropos y los homo.
Entre estos últimos cabe distinguir a rudolfensins, habilis, ergaster, erectus,
antecesor, heidelbergensis, denisovanos, neandertales, florisiensis y el citado
sapiens.
Junto con Brunet han sido muchos los
estudiosos de estas cuestiones: Linneo en el siglo XVIII, siendo considerado
como el creador de la clasificación de los seres vivos, labor verdaderamente
monumental, pero también Haile-Selassie, un paleontólogo etíope que ha
estudiado a varios homínidos, el estadounidense White que participó en el
descubrimiento de “Lucy”, Leakey que sugirió el origen africano del ser humano
(siguiendo a Darwin) y otros.
Ángel Sánchez-Palencia Martí, en un
artículo sobre la hominización[ii],
señala que la mayor antigüedad que arroja la arqueología sobre evidencias de industria
lítica data de, aproximadamente, 3,3 millones de años, estando el yacimiento
cerca de la ribera oeste del lago Turkana (Kenia). A lo largo de todo el
Paleolítico (sigue diciendo Sánchez-Palencia) la técnica es acumulativa, lo que
quiere decir que ha ido evolucionando según aumentó la inteligencia de los homo.
En relación al origen del hombre
conviene distinguir bien lo que es causa y el autor citado recuerda a Sócrates
en un texto de “Fedón”[iii].
En esta obra Platón pone en boca de su maestro que si uno dijera que sin tener
tendones, huesos y lo demás que forma nuestro cuerpo, no seríamos capaces de
hacer lo que decidimos, sería correcto. Pero decir que hacemos lo que hacemos a
causa de esas partes es un error. Es decir, las partes de nuestro cuerpo son
necesarias pero no son la causa de nuestro hacer.
Volviendo a homo dice Sánchez-Palencia que tal concepto seguramente obedece a
una gran variedad morfológica dentro de una sola especie humana, es decir, de
una misma esencia. En cuanto a la fabricación de herramientas (parece que no
antes de 3,3 millones de años) implica una idea preconcebida en la mente y
ordenada a un determinado fin y esto, por primitivo que sea, supone un
conocimiento conceptual de la inteligencia humana que no tienen los demás
animales.
Para Tomás de Aquino –sigo el artículo
de Sánchez-Palencia- la esencia humana (el alma) es forma de lo corporal y no
algo añadido, lo que explicaría que la materia en los actos del entendimiento
es condición, siendo el genuino acto del entendimiento humano la abstracción y
su representación mental en forma de concepto. “La existencia de esta dimensión
espiritual marcaría el inicio de la existencia del hombre” según Udías[iv],
el cual añade que en la “infancia” del ser humano esta faceta espiritual no
estaría del todo desarrollada. Y Xabier Jordana[v]
señala que “el proceso paulatino de especialización del hombre –su hominización-
es posterior a su humanización: lo primero es ser hombre, y después su
variación morfológica… Es el alma humana quien gobierna pasivamente… el propio
destino morfológico del hombre hasta llegar a su plenitud de expresión… La mejor
adaptación del espíritu… independiza al hombre con respecto al medio… el hombre
adapta el medio a sus necesidades”, contrariamente a lo que señaló Darwin con
respecto al mundo animal.
Los parántropos, australopitecus,
ardipitecus etc. no parece que tuviesen inteligencia en el sentido en que sí homo. Aquellos se extinguieron porque no
pudieron adaptar el medio a ellos mismos; homo permanece en una evolución que
no ha concluido porque tiene inteligencia… para lo bueno y para lo malo.
(En el mapa, localización del lago Turkana en Kenia: https://www.freepng.es/png-pu2zb5/).
[i] Nacido en Francia fue el que descubrió a un homínido del Mioceno al que se llamó Toumai. El Mioceno es un período geológico entre 23 y 5 millones de años de antigüedad. Toumai es un homínido extinguido habiéndose encontrado el fósil en el desierto del Diurab (Chad).
[ii] “Sobre hominización y humanización”.
[iii] Como no se nos conserva nada escrito por Sócrates fue su discípulo Platón el autor de esta obra que trata del alma humana, otros dirán su inteligencia o su psique.
[iv] Agustín Udías Vallina es un jesuita autor de un interesante artículo titulado “La ‘Gran Historia’… y el Antropoceno: dos nuevos enfoques del pasado y del presente”.
[v] Biólogo y antropólogo ha estudiado, entre otras cosas, las características demográficas, de estilo de vida y de salud de las poblaciones humanas del pasado.
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