viernes, 18 de mayo de 2012

Los "viriatos"


La guerra civil española de 1936 puso a las autoridades portuguesas en alarma ante la posibilidad de que el país se contaminase del conflicto español. Desde 1926 se había establecido una dictadura en el país vecino y Oliveira Salzar había sido nombrado ministro de Finanzas. En 1932 será nombrado Jefe del Gobierno. Entonces comenzará una política fantasiosa, ambigua en unos casos y decidida en otras. 

Fantasiosa en cuanto que habló al pueblo portugués de una supuesta invasión de Portugal por parte de España si la guerra en éste país era favorable a los republicanos, pues en sus filas había iberistas. Ambigua por cuanto siendo Portugal una colonia económica de "facto" de Gran Bretaña, no debía mostrar una hostilidad absoluta a un régimen legal y democrático. Decidida en la medida en que apoyó logística, diplomática y miliarmente al general Franco a partir de 1936, cuando ya Gran Bretaña desconfiaba de la solidez de la República española para mantener el orden en el país.

Oliveira Salazar, que era profesor universitario, no estaba embrutecido como el general Franco, por lo que sabía que el iberismo habá sido un sentimiento intelectual mutuo, que se remontaba al siglo XIX en ambos países. Sin ir más lejos publicaciones como "A Iberia" o la "Revista do Mediodía" (en portugués y castellano) y "A Península" habían nacido en Portugal, y personalidades como Casal Ribeiro, Henriques Nogueira y Teófilo Braga, entre otros, habían defendido la colaboración entre los dos estados con la vista puesta en una posible unidad política. Algo parecido, pero quizá con menos ímpetu, se había dado y se daba en España. No ignorando que estos sentimientos existían en los dos países y no participando Salazar de ellos, cortó por lo sano inventándose la posible invasión. Ello sirvió a Oliveira Salazar para exaltar el nacionalismo de sus compatriotas, muy atrasados, como los habitantes de otros países europeos, y para justificar su apoyo a un régimen que prometía parecerse al suyo, fascistoide, católico ultraconservador, autoritario y -como pronto se vio- criminal. 

Para participar en la guerra española las autoridades dictatoriales portuguesas enviaron un cuerpo expedicionario de unos cientos, quizá unos miles (los especialistas no se han puesto de acuerdo) para luchar en España al lado del ejército sublevado. El número y la eficacia de aquellos hombres era simbólico, lo que permitía a Salazar congraciarse con Franco, con la opinión conservadora y nacionalista portuguesa y no alarmar a las autoridades británicas. 

Seguramente hubo acciones heroicas entre los "viriatos", jóvenes imbuidos de vagas ideas fascistas aprendicas a toda prisa en el Portugal de la época (era lo que estaba en boga) y la propaganda anticoumunista haría el resto. Pero una cosa son las posibles acciones heroicas y otra la eficacia de estos "viriatos", una forma de hacer el ridículo pareja a la de la "división azul" que Franco mandó a Rusia para que otros jóvenes valientes españoles dejasen su vida en las heladas estepas. Todo a cambio de que unos pocos listillos se colocasen algunas medallas.

12 comentarios:

  1. ¡Qué gusto da leer algo tan imparcial! ¡Je,je!

    Canel.

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  2. Puede añadirse aquí otra interpretación más acertada. Un saludo.

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  3. 1.- "Decidida en la medida en la que apoyó (...) militarmente al Gebneral Franco". Pues y me dirá usted cómo es eso posible si, utilizando sus propias palabras, los "viriatos" vieneron aquí a "hacer el ridículo".

    2.- Oliveira Salazar no fantaseaba. Parece que lo que hizo fue "dirigir" el sentimiento nacionalista portugués. A lo que él tenía miedo no era al iberismo, sino al patente imperialismo de los comunistas. Temiéndose que eso no excitaría al pueblo contra el Frente Popular español e, incluso, que crearía disidencias internas, "tuneó", como se dice ahora, el mensaje contenido en sus discursos al respecto. El temor no era a España, sino al comunismo (le comprendo), aunque él lo falsease parea mantener unido a su pueblo. Nada de fantasía.

    3.- Decir que Franco estaba embrutecido o es sectarismo o es ignorancia. Me voy a permitir darle un consejo: cuando una persona presenta tantos puntos donde poder criticarle, aténgase a ellos que, en el caso de Franco, los encontrará por centenares. Ahora se ha puesto de moda decir que era homsexual, o que era mal militar (si llega a ser bueno...), que ganó la guerra por suerte, etc. Un error. Todas esas cosas (y muchas tonterías más), descalifican al que las dice. Tome nota para lo de embrutecido. Tal y como usted ha hecho conmigo, le ruego me haga saber los actos sintomáticos de embrutecimiento de Franco anteriores al 18 de julio del 36.

    4.- "Las autoridades dictatoriales portuguesas enviaron un cuerpo expedicionario..." eso, simplemente, no es cierto. Los "viriatos" fueron todos voluntarios y no vinieron enviados por las autoridades. Aceptaría el que las autoridades dictatoriales portuguesas hicieron la vista gorda o, incluso, promovieron bajo cuerda la recluta de esos voluntarios, pero no constituyeron una ayuda oficial como la de los alemanes o la de los italianos. Gran Bretaña no se lo hubiese permitido.

    Pero no le doy gran importancia a que su comentario sea erróneo. Lo grave es el atentado a la imparcialidad que contiene. Le voy a poner un ejemplo de cómo se redacta esa frase contando la verdad (su verdad) y sin pretender influir a los demás: "Las autoridades portuguesas enviaron un cuerpo expedicionario..."

    5.- "Una forma de hacer el ridículo". Si señor, un ecuánime criterio histórico.

    6.- "Franco mandó a Rusia para que otros jóvenes valientes españoles dejasen su vida en las heladas estepas". O sea, ¿Que cree usted que es correcto decir que Franco les envió para que muriesen?

    Pero mire: lo más grave de todo no es que sus comentarios tendenciosos sirvan para, además de instruir, adoctrinar. Estoy muy acostumbrado a leer cosas como estas y, desde luego, mucho más parciales. Lo más grave, como digo, es que usted actúa con toda su buena voluntad sin ser consciente, como advierto en su respuesta, de que ya que nos explica lo que eran los "viriatos", aprovecha para pegar una patada en el trasero a sus enemigos políticos.

    Si mantenemos esta conversación en su blog y usted me lo permite, le explicaré cómo eliminando sólo un par de docenas de palabras, se mantiene en su escrtito la explicación sobre qué eran los "viriatos" y se elimina el mensaje político.

    Un saludo y ¡Viva la Historia!

    Canel.

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  4. Se puede apoyar a alguien y no conseguir sino "hacer el ridículo" en la medida en que dicha ayuda fue de poco valor en comparación a otras. La expresión es un juicio de valor que puede ser criticada, pero ha de entenderse como aquí digo.

    Oliveira Salazar tendría temor al "iberismo" o al "comunismo", pero era un dictador más de los que proliferaron en la época. Si no lo fuera los portugueses habrían podido elegir a comunistas o anticomunistas, con los resultados que, por lo que ahora se ve, son tan desfavorables a los primeros.

    Está demostrada la brutalidad existente en la Legión donde sirvió Franco; pero la brutalidad a la que yo me refiero es su afición a fusilar sin demasiados miramientos. No son pocos los casos.

    Los "viriatos" fueron un cuerpo de voluntarios, en efecto, pero reclutados por el Estado portugués. Y esa es la fórmula que al gobierno británico no asustó, ya que por otra parte dicho gobierno no simpatizaba con la República española.

    Sabía bien Franco que enviar a los jóvenes de la "división azul" a Rusia era mandarles a la muerte, como así fue en muchos casos, pues fue la manera de colaborar con Hitler sin comprometer al ejército español. Así creo que se manifestaba la frialdad y el cinismo del general Franco.

    "Puede añadirse aquí otra interpretación más acertada" ¿es una patada a los enemigos políticos? ¿De que enemigos me habla? No los tengo.

    Estaré encantado de saber cuales serían las palabras que debieran desaparecer de mi artículo, pero un blog no es un libro de historia, sino un foro para comentar, de una forma menos rigurosa, hechos o fenómenos históricos. Por eso está abierto a otras opiniones e interpretaciones.

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  5. PARTE I (CANEL)
    Leo su respuesta con atención y en ella observo que se mantiene sin flaquear en su opinión de que su escrito es correcto en lo que a imparcialidad, que es lo que está en discusión, se refiere.

    Pero probablemente tenga usted razón y yo haya franqueado una frontera que no debía haber traspasado. Dice en el último párrafo de esta segunda respuesta, textualmente "que un blog no es un libro de historia, sino un foro para com,entar, de una forma menos rigurosa, hechos o fenómenos históricos. Por eso está abierto a otras opiniones e interpretaciones".

    Le confieso que a mi escasísimo conocimiento de las nuevas (ya no tan nuevas) tecnologías de la comunicación se le había ocultado esta circunstancia. Le aseguro que es cierto lo que digo y le pido que no vea en ello ironía alguna.

    Yo quería profundizar un poco en mi defectuoso conocimiento de los "viriatos" y, buscando en internet, caí en un artículo de su blog que se llama "Los viriatos".

    No se llama "Mi opinión sobre los viriatos", ni "El origen de los viriatos", ni "Los viriatos y su entorno"... Se llama, como digo, "Los viriatos" y yo , que iba buscando su número, su extracción social, su edad media, sus motivaciones, las unidades españolas en las que se encuadraron, cómo volvieron a su país, si había personal de las colonias, etc., creía haber encontrado una fuente más con la que poder surtir a mi conocimiento.

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  6. PARTE II (CANEL)
    Después de leer su artículo me entero de que:

    1.- Las autoridades portuguesas temían que nuestra Guerra Civil (G.C.)contaminase a Portugal.
    2.- En 1926 se estableció en Portugal una dictadura de la que Oliveira Salazar (O.S.) fue ministro.
    3.- En 1932 O.S. se alzó con la jefatura del gobierno.
    4.- Al empezar la G.C., O.S. inició una política fantasiosa, ambigua en unos casos y decidida en otra.
    5.- Fantasiosa porque asustó al los portugueses con que si ganaban los republicanos en España invadirían Portugal.
    6.- Ambigua porque Portugal no podía mostrarse hostil al gobierno legal español.
    7.- Decidida porque apoyó logística, diplomática y miliarmente a Franco cuando Gran Bretaña desconfió de la solidez de la República española.
    8.- O.S. era culto y conocía el movimiento iberista a ambos lados de la frontera.
    9.- Franco estaba embrutecido.
    10.- A pesar de que O.S. conocía el movimiento iberista no participaba de él.
    11.- O.S. se inventó lo de la invasión por parte de España.
    12.- La amenaza de invasión la usó O.S. para exaltar el nacionalismo.
    13.- Los portugueses estaban muy atrasados.
    14.- La amenaza de invasión por la República la uso O.S. también parea justificar su apoyo a un régimen que prometía parecerse al suyo.
    15.- El régimen que se parecería al suyo era fascistoide, católico ultraconservador, autoritario y -como pronto se vio- criminal.
    16.- Para participar en la G.C. al lado de Franco, Portugal envió a un número indeterminado de hombres.
    17.- El número y la eficacia de aquellas hombres era simbólico.
    18.- Su presencia en la G.C. permitía a O.S. congraciarse con Franco y con el conservadurismo luso, sin alarmar a los británicas.
    19.- Seguramente hubo acciones heroicas entre los "viriatos".
    20.- Los "viriatos" eran jóvenes con ideas fascistas aprendidas en Portugal, e influidos por la propaganda anticomunista.
    21.- Las ideas fascistas estaban de moda en Portugal.
    22.- Una cosa son las posibles acciones heroicas y otra la eficacia de estos "viriatos".
    23.- Los viriatos hicieron el ridículo como lo hizo la División azul.
    24.- Franco envió la División Azul para que muriesen jóvenes españoles en Rusia.
    25.Franco mandó a morir a estos jóvenes para que unos cuantos listillos se colocasen algunas medallas.

    He organizado su artículo en 25 ideas diferentes y, lamentablemente, creo que para hablar de los "viriatos", le hubiesen bastado los puntos 16, 17, 18, 19, 20, 22, y 23; 7 en total.

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  7. PARTE III (CANEL)
    Usted comprenderá mi decepción al ver que en un artículo que se presenta con el escueto nombre de "Los viriatos", encuentro que sólo un 28 % de las ideas se dedica de verdad a los "viriatos", siendo opinión el 72 %.

    Pero le repito que acepto que la culpa de mi decepción no es suya, sinio exclusivamentye mía (repito que me crea si le digo que no hay ironía) por dar a un blog una valoracion distinta a la que yo debería haber esperado.

    Por otra parte, aunque ya no tiene importancia pero para para cumplir mi compromiso, le hago llegar el texto que, en mi opinión, se debe escribir cuando se quiere ser imparcial.

    He "clavado" el suyo pero eliminando 78 palabras y añadiendo otras cuatro ("imprecisa", "patrocinaron" y dos conjunciones copulativas "y") además de una desinencia adverbial "mente".

    Yo le ruego que lea ambos textos y vea si hay mentira o tergiversación en lo que digo o si, quien leyese "mi" texto, no se enteraría exactamente igual que con el suyo de quiénes eran los "viriatos". Pero en el "mío" no se opina de política, sino de viriatos.

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  8. PARTE IV (CANEL)
    La guerra civil española de 1936 puso a las autoridades portuguesas en alarma ante la posibilidad de que el país se contaminase del conflicto español. Desde 1926 Oliveira Salazar había sido nombrado ministro de Finanzas. En 1932 será nombrado Jefe del Gobierno. Entonces comenzará una política fantasiosa, imprecisa en unos casos y decidida en otras.


    Fantasiosa en cuanto que habló al pueblo portugués de una supuesta invasión de Portugal por parte de España si la guerra en éste país era favorable a los republicanos, pues en sus filas había iberistas. Ambigua por cuanto siendo Portugal una colonia económica de "facto" de Gran Bretaña, no debía mostrar una hostilidad absoluta a un régimen legal y democrático. Decidida en la medida en que apoyó logística y diplomáticamente al general Franco a partir de 1936, cuando ya Gran Bretaña desconfiaba de la solidez de la República española para mantener el orden en el país.

    Oliveira Salazar, que era profesor universitario, sabía que el iberismo había sido un sentimiento intelectual mutuo, que se remontaba al siglo XIX en ambos países. Sin ir más lejos publicaciones como "A Iberia" o la "Revista do Mediodía" (en portugués y castellano) y "A Península" habían nacido en Portugal, y personalidades como Casal Ribeiro, Henriques Nogueira y Teófilo Braga, entre otros, habían defendido la colaboración entre los dos estados con la vista puesta en una posible unidad política. Algo parecido, pero quizá con menos ímpetu, se había dado y se daba en España. No ignorando que estos sentimientos existían en los dos países y no participando Salazar de ellos, cortó por lo sano inventándose la posible invasión. Ello sirvió a Oliveira Salazar para exaltar el nacionalismo de sus compatriotas, muy atrasados, como los habitantes de otros países europeos, y para justificar su apoyo a un régimen que prometía parecerse al suyo, fascistoide, católico ultraconservador y autoritario.

    Para participar en la guerra española las autoridades portuguesas patrocinaron un cuerpo expedicionario de unos cientos, quizá unos miles (los especialistas no se han puesto de acuerdo) para luchar en España al lado del ejército sublevado. El número y la eficacia de aquellos hombres era simbólico, lo que permitía a Salazar congraciarse con Franco, con la opinión conservadora y nacionalista portuguesa y no alarmar a las autoridades británicas.

    Seguramente hubo acciones heroicas entre los "viriatos", jóvenes imbuidos de ideas fascistas (era lo que estaba en boga) y la propaganda anticomunista haría el resto. Pero una cosa son las acciones heroicas y otra la eficacia de estos "viriatos".

    Gracias y un saludo.

    Juan Manuel Cárdenas Gallego (Canel).

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  9. Permítame decirle que en mi artículo no se "opina de política" porque para eso hay otros foros. Me parece muy bien, y se lo agradezco, que me muestre otra forma de redactar el artículo, pero comprenderá que tantos como quisiésemos redactarlo, tantas redacciones distintas habría. Es tan respetable la suya como la mía. Nada tienen de tendenciosos mis comentarios y mucho menos pretenden adoctrinar, pues supongo a los lectores inteligentes como para tener su propio criterio: los que sí son tendenciosos, e inútiles, son esos otros a los que hace usted alusión (supuesta homosexualidad de Franco, deficiente formación militar...)pues no aportan ni demuestran nada, además que de aluden a posibles situaciones personales tan respetables como otras. La alusión que hace usted a mi ignorancia la doy por demostrada, pero para sacarme de ella ya tenemos a otros más sabios que yo.

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  10. Agradezco que haya desentrañado usted con tanto detalle mi artículo, lo que no merecía, pero sigo creyendo que el que publiqué es lo que quería decir, mientras que usted lo reduciría a una extensión menor, también muy respetable.

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  11. Vuelvo a decirle que no opino, sino que resumo algo de lo mucho que se ha investigado sobre los "viriatos". No hay historiador que no haga juicios de valor en sus exposiciones, pero si los hace debe sustentarlos en datos contrastados y usted no discute ni que el régimen de Salazar era una dictadura, ni que el ejército de Franco se sublevó contra la legalidad republicana, ni que ambos regímenes eran afines y de ahí la ayuda de uno a otro, por pobre e ineficaz que fuese (no lo fue en el control de la fontera común y en el ámbito diplomático). Por lo tanto está perfectamente justificado que yo titulase el artículo Los "viriatos". Si diese mi opinión entraría en detalles que nada aportan al fenómeno; una opinión es algo más propio de una charla amigable que de un artículo. Si está interesado en este asunto le diré las obras que yo leí por si le son de utilidad, aunque supongo las conocerá: la de Stanley G. Payne, la de Gabriel Jackson, la de Antony Beevor y la de Paul Preston. Algunas otras son, en mi opinión, de menor calidad, y no cito a los autores españoles porque sería muy largo. Un saludo.

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  12. De acuerdo, doy el asunto por cerrado.

    Sólo le pido que si algún día, en una discusión sobre mi calidad como rematador de cabeza en el saque de córner, oye a alguien decir que, además de lo malo que soy mi padre era carterista, le conteste que eso será verdad (que no lo es, por supuesto), pero que la discusión sobre mi calidad futbolística puede seguir idéntica sin la aportación de ese dato en el que, lo siento, se aprecia poca ecuanimidad y cierta inquina.

    Yo lo haría por usted.

    Ha sido un placer. Gracias y un saludo.

    Juan Manuel Cárdenas (Canel).

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