Unos años atrás Tiziano había
pintado un retrato de cuerpo entero del que luego sería rey español Felipe II,
con más detalle y colorido que este, de 1554. Aquí el monarca se muestra en una
pose tradicional en la época, majestuoso y sereno, vestido elegantemente para
aquel gusto y ante un edificio clásico.
Se trata de un óleo sobre lienzo de
185 por 103 cm. que se encuentra en la Galería Palatina del Palacio Pitti
(Florencia). El autor debió de ser alguien que se educó bajo la dirección o
influencia de Tiziano, teniendo a la vista (o conociendo) el cuadro que pintara
el veneciano unos años antes. Al rey parece que le gustó más el del pintor
desconocido para nosotros que el del propio Tiziano, quizá por la austeridad
carente de colorido, lo contrario de la brillante obra de Vecellio.
Algunos opinan que el cuadro fue
iniciado por Tiziano y luego continuado, en su mayor parte, por ese discípulo
del que no sabemos su identidad, pero lo que sí está claro es que el modelo que
le sirvió es el del pintor veneciano. Puestos a especular, podría tratarse de
una obra de Girolamo Denti, quizá un familiar lejano de Tiziano, que estuvo
casi siempre a la sobra de su maestro. También podría aquel haber pintado el
retrato y luego Tiziano retocarlo, por lo que algunos se lo atribuyen.
Si la obra de arriba no es
enteramente de Tiziano, se puede decir que el único retrato que este hizo a
Felipe II fue el que citamos al principio.
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