viernes, 14 de septiembre de 2012

El osado Milón

Milón de Crotona, 1754

Crotona es una ciudad del sur de Italia, en Calabria, donde antiguamente habitaron los brucios, pueblo prerromano. Cuando la región ya estaba en manos de colonizadores griegos, a finales del siglo VI antes de Cristo, el atleta Milón era un niño, pero con el tiempo se convirtió en un competidor destacado como luchador en los juegos. En los juegos ístmicos, que tenían lugar cereca de Corinto, fue vencedor varias veces; en los juegos píticos también cobró fama y en los juegos olímpicos destacó varias veces por encima de otros. 

Etienne Maurice Falconet, escultor francés del siglo XVIII, interpretó así (ver arriba) la desgracia de Milón, que sería destrozado por un león. Pitágoras llevó a Crotona sus conocimientos y allí conoció a Milón, mezclándose aquí historia con leyenda, sin que podamos decir hasta que punto las cosas son ciertas o producto de la imaginación antigua. Obviamente no pudo haber sostenido el techo de la estancia donde Pitágoras discurseaba cuando aquel se vino abajo, pero se la atribuye dicha hazaña. En otra ocasión Milón quiso partir el árbol que unos leñadores habían empezado a talar, pero cuando metió la mano en la hendiduda ya hecha en el tronco quedó atrapado y este fue el momento que un león aprovechó para destrozarle. Un héroe, un gran atleta, pero un hombre limitado al fin. Milón se esfuerza en un escorzo que nos recuerda el carácter agónico de la cultura helenística; el león muerde y se agarra a uno de los muslos del forzudo. El mito queda reflejado en el tronco de árbol que Falconet esculpe donde Milón tiene atrapada su mano.

Falconet fue alumno del escultor Lemoyne y llegó a trabajar para la marquesa de Pompadour. Más tarde Catalina de Rusia, en ese afán de europeizar su corte, le llamó y trabajó en San Petersburgo varios años. Estudioso de la antigüedad clásica, no es extraño que algunas de sus obras se inspiren en mitos o en personajes de la cultura greco-latina. También fue un teórico del arte, publicándose su obra a finales del siglo XVIII.

No hay comentarios:

Publicar un comentario