Rocas peladas de la sierra del Espadán |
Por entre las angosturas discurre un rio que, según su curso, recibe diversos nombres: Sonella, Sec, Anna y Veo, casi seco en verano y formando torrentes en el otoño. El clima mediterráneo y el suelo han permitido la explotación de olivos y alcornoques. No era muy distinto el paisaje cuando en 1938 los bandos contendientes quedaron enfrentados en la sierra de Espadán. Los republicanos eran más bien guerrilleros, mientras que el ejército profesional sublevado trataba de zafarse de la línea XYZ o línea Matallana, llevada a cabo durante el mando del general Manuel Matallana. Se trató de una serie de fortificaciones hechas durante el año citado, situadas al norte de la ciudad de Valencia y para defenderla de la presión rebelde.
Ya el ejército de Franco había llegado a Vinaroz, quedando dividido en dos el territorio bajo control republicano: al norte, Cataluña, y al sur desde el centro hasta el sudeste de la península. Mientras tanto, a un lado y otro del frente de Espadán bullían los espías, los agentes de uno y otro ejército y las escaramuzas. En Tales se encontraba el Cuartel General de la 108 División, que abandonaría el lugar a comienzos de 1939 y, cuando finalizó la guerra, en la sierrra de Espadán siguieron actuando los guerrilleros que no se querían sometar a las nuevas autoridades. Algo parecido a lo que ocurrió en las montañas orientales de Galicia, en las occidentales de León y en el sur de Asturias, así como en otras partes de España, generalmente montañosas.
Tales, cerca de Onda |
Alcudia de Veo, Algimia de Almonacid (topónimos árabes) junto con Chóvar, Eslinda, Matet, Tales, Torralba del Pinar, Suras y otros, son pueblos cercanos, en los que quizá no viva ya nadie que recuerde -o que haya vivido- los horrores de aquella guerra.
(Ver: http://mayores.uji.es/blogs/antrop/2011/12/01/los-diez-dias-de-asedio-durante-la-guerra-civil-en-la-poblacion-de-onda/ ).
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