Una posible extensión de la Gallaecia antigua |
Si bien es cierto que las fuentes nunca hablan de un reino de Asturias, sino que tal denominación es historiográfica, también es verdad que de acuerdo con la documentación estudiada por muchos historiadores, una monarquía debilisima que tuvo su continuidad con no pocas dificultades, sí que se formó, en el siglo VIII, en las estribaciones septentrionales de la cordillera Cantábrica en torno a Cangas de Onís y las comarcas de la cuenca minera actual, entre Oviedo, Gijón, Mieres... Los reyes "asturianos" nunca se llamaron a sí mismos reyes de Asturias, pero sí debieron de tener conciencia del papel histórico que les correspondía desempeñar ante la invasión musulmana y la necesidad de reorganizar el territorio en sus manos (nobleza goda del norte, campesinos, clero y cristianos huídos desde el sur). La prueba de que el "centro" de esa monarquía está en lo que hoy conocemos como Asturias es que las oleadas repobladoras se fueron produciendo más tarde en dirección a Lucus, la actual provincia de Santander, las montañas leonesas, los valles del Miño y del Sil, Valpuesta (aunque el documento de su repoblación es considerado falso por Sánchez Albornoz) y otros territorios mucho antes de llegar al valle del Duero.
La nobleza galaica, por ejemplo, fue renuente e incluso se resistió a perder su autonomía (en realidad sus privilegios) en favor de un Estado centralizado en Asturias y en torno a los herederos más o menos claros de Pelayo, entre los cuales, por cierto, hubo defecciones, rivalidades y discontinuidades. Si no existe en las fuentes documentación alguna que hable de "reino de Asturias", tampoco existe documentación que hable de "reino de Galicia" u otras denominaciónes (el primer "reino de Galicia" lo encontramos en el siglo X, mucho después del reinado de Alfonso I y sus sucesores más próximos). Además, en la época la palabra reino no significaba, necesariamente, que al frente de un territorio hubiese un rey con instituciones más o menos complementarias. "Reinos" fueron los de Sevilla, Jaén, Murcia, Toledo... como consecuencia de la tradición que quedó de la división en taifas en varios peíodos históricos de la ocupación musulmana.
Enrique Flórez, en su "España Sagrada" de finales del siglo XVIII, constata una fuente en la que se habla del rey Alfonso II (832) como "rey de la Gallaecia", pero lo cierto es que la primitiva corte del rey no estuvo en ningún punto de la Galicia actual, sino en el centro de la Asutrias actual. Es lógico que la fuente citada por Flórez hable de Gallaecia porque esta antigua provincia romana abarcaba un territorio muy superior a la actual Galicia, como es sabido, pero ello no autoriza a hablar, para fecha tan temprana, de un reino de Galicia. Como el rey Alfonso II es el que estuvo interesado en dar crédito al supuesto hallazgo de la tumba del apóstol Santiago el Mayor, y mandó construir una primitiva iglesita donde ahora está la catedral compostelana, ello debió de contribuir a los vínculos de la monarquía con los territorios más occidentales de la antigua Gallaecia, aunque la corte estuviese en Asturias trasmontana.
Cuando el fenómeno de las peregrinaciones esté en una de sus varias cumbres (el siglo XI) y se dé comienzo a la construcción de la actual catedral románica, ya las cosas estarán tan cambiadas que no tiene sentido discutir si la centralidad de dicho reino está en Oviedo, León o en Santiago. Más tarde, durante los reinados de Fernando II y de Alfonso IX, cuando Asturias-Galicia-León están separadas de Castilla, dichos reyes residirán con sus cortes en Ribadavia y algunas otras villas de Galicia, cobrando la nobleza de esta tierra un protagonismo que no había tenido antes. Pero el protagonismo de la nobleza no quiere decir que se pueda hablar de "reino de Galicia", en este momento, como no se puede hablar de "reino de Asturias". Las fuentes, ya entonces, empiezan a hablar del reino de León, y de hecho la extremadura leonesa serán las actuales provincias de Salamanca, Cáceres y Badajoz, dicho sea esto de forma aproximada.
También podemos decir de un condado llamado Castilla que luego pasaría a ser reino, sobre todo cuando dicho condado cuente con reyes distintos de los leoneses. La discusión -que apasiona a algunos- sobre si existió un reino de Asturias o no tiene poco sentido, pues si bien es cierto que las fuentes no hablan de él, en la Asturias que hoy conocemos como tal comenzó la construcción del entramado institucional de un reino, le llamemos como le llamemos.
ResponderEliminarHola L., no entiendo por qué pones reinos entrecomillado, para referirte a los taifas, realmente éstos eran reinos, con una corte, funcionarios y diplomáticos al servicio del Rey, si bien mucho menos poderosos y estables que el antiguo Califato de Córdoba del siglo X.
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EliminarPongo las comillas porque en muchas taifas no se llegaron a formar dinastías, siendo gobernadas por caudillos accidentales. En las que sí se formaron dinastías lo fueron por personas que no pertenecían a las dinastías "legítimas" (también aquí uso comillas pues la legitimidad es algo muy relativo hablando de esto). Estoy seguro de que algunas taifas fueron auténticas monarquías, pero las menos. Puede consultarse a Levi Provençal, entre otros, para este asunto. Un saludo.
ResponderEliminarEntiendo, o sea que unas serían reinos y otras, dictaduras regidas por algun caudillo, no?
ResponderEliminarY la República de Córdoba? siempre me ha llamado la atención ese nombre, pero, en qué consistía su gobierno?
A mí me gusta mucho la historia de al-Andalus, y siempre fantaseo "qué hubiera pasado si Sevilla hubiese sido capaz de resistir a Castilla-León y al Imperio Almorávide? hubiese habido un Califato de Sevilla?" jeje.
En cuanto a las denominaciones, la verdad es que a veces es complicado encontrar la adecuada, pero yo pienso que en la Edad Media, las "unidades nacionales" eran las "regiones-nación", de la misma forma que en la antigüedad eran las "ciudades-nación", es decir, el Ducado de Sajonia, el Ducado de Aquitania, el Condado de Castilla, el Taifa de Sevilla, etc. Por eso, yo me suelo enfrascar en una afición muy entretenida, que es renombrar los estados de la Edad Media, entendiendo que la nación dominante sería el ducado-condado-taifa dominante, por ejemplo:
- Sultanato de El Cairo, en lugar de Sultanato Mameluco.
- Imperio de Constantinopla, en lugar de Bizantino, o Romano de Oriente (es que en el año 1000, Bizancio no tiene nada que ver con el gran Imperio Romano de la antigüedad, aunque ellos seguían autodenominándose romanos...).
El Reino de Asturias, podría ser más bien, Reino de Oviedo, no?
En cuanto a las naciones tradicionales europeas -herejía!!- qué tal si les cambiamos el nombre? Reino de Burgos, en vez de Castilla -jaja- o Reino de París, en vez de Francia. El Sacro Imperio tendría que seguir siendo Germánico, puesto que es imposible encontrar un foco dominante, o sí? en fin, vaya empanada histórico-mental, jaja.
Un saludo.
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ResponderEliminarQue las fuentes no hablan del reino de Galicia??
ResponderEliminarCodice camaracense
Vita karoli magni
Annales regni francorum
Mapas
Beato de liebana
Cronistas arabes
Papas
Armoriales de toda europa en los que aparece el escudo
...
Nose
Muchas gracias. Esas fuentes son posteriores a la "formación" del reino de Asturias en el siglo VIII como núcleo de resistencia a la invasión musulmana.
ResponderEliminarBuenas: curioseando sobre este tema me encontré con tu blog. Creo que cuando dices "Si bien es cierto que las fuentes nunca hablan de un reino de Asturias" sitúas el problema en el lugar del que nunca debió salir: NUNCA EXISTIÓ UN REINO DE ASTURIAS en el sentido de que NADIE ni dentro ni fuera de la península lo denominó así: francos, Roma, Islam, normandos... TODOS se refieren al Reino de Gallaecia. Así aparece en todos los mapas de la época, Asturias es una parte de ese reino y primero Oviedo y luego León la sede de la corte (lejos del poder eclesiástico absorbente de Compostela)... además de las fuentes medievales la heráldica, la toponimia... todo refuerza que Modesto Lafuente y Menendez Pelayo practicaron una suerte de falsificación histórica en pro del bien de la nación española...
ResponderEliminarE dalle. No existio ningún reino de Asturias, Oviedo pertenecía a la diócesis de Lugo.
ResponderEliminarPor eso pongo interrogantes. De todas formas da igual cómo se denomine a una entidad política que empezó teniento su centro en Asturias y luego se extendión en todas direcciones. La diócesis de Lugo no se refundó hasta más tarde una vez se disolvió con la ocupación musulmana.
EliminarExisten muchas, pero que muchas dudas sobre la existencia del Reino de Asturias. El simple hecho de que no exista ni un solo documento medieval que lo mencione ya decanta la balanza bastante no? Desde Isidoro de Sevilla, los Concilios Toledanos hasta todas las crónicas europeas y árabes se hace referencia a un único espacio territorial denominado Gallaecia que deriva de la tradición romana y suevo-visigótica (que nada tiene que ver con la realidad actual de Galicia, como algunos presuponen y otros imaginan). Así pues, el reino reconocido en todo el mundo conocido era el de Gallaecia y no el de Asturias. De las aproximadamente cuarenta referencias a la denominación de este reino, sólo en una se cita a un rey de Asturias, cinco como rey de Gallaecia y Asturias, en este orden, y la treintena restantes, siempre como rey de Gallaecia.
ResponderEliminarEse reino de Gallaecia surgió inmediatamente después de los primeros caudillos astures. Estaba compuesto principalmente por la nobleza gallega (mayoritaria) heredera de la sueva. Los gallegos contaban con una estructura territorial fuerte y arraigada, ciudades altamente romanizadas y a partir del "descubrimiento" de la tumba de Santiago un centro de poder religioso. Incluso en la época posterior del Reino León los reyes leoneses se criaban en Galicia y usaban el gallego como lengua principal, el idioma por excelencia de la música y la poesía en los siglos XII y XIII.
Parece evidente que el Reino de Asturias es el resultado de una manipulación histórica del nacionalismo español.
Esas fontes son Contemporáneas a formación de ese mal chamado reino de Asturias primeiro e León despois cando realmente era o reino de Gallaecia, herdeiro do reino Suevo da Gallaecia.
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ResponderEliminar"... se levantó en tierras de Galicia un asno salvaje llamado Pelayo. Desde entonces empezaron los cristianos en al-Ándalus a defender contra los musulmanes las tierras que aún quedaban en su poder, lo que no habían esperado lograr. Los islamitas, luchando contra los politeístas y forzándoles a emigrar, se habían apoderado de su país hasta que llegara Ariyula, de la tierra de los francos, y habían conquistado Pamplona en Galicia y no había quedado sino la roca donde se refugia el rey llamado Pelayo con trescientos hombres. Los soldados no cesaron de atacarle hasta que sus soldados murieron de hambre y no quedaron en su compañía sino treinta hombres y diez mujeres. […] La situación de los musulmanes llegó a ser penosa, y al cabo los despreciaron diciendo ‘Treinta asnos salvajes, ¿que daño pueden hacernos?’" (Al-Maqqari Nafh al-tib)
Pretendo contestar a los últimos intervinientes. Los reinos en la Edad Media no tenían por qué ser Estados. Por ejemplo, el reino de Galicia tenía el mismo rey que el de León. Vale entonces decir reino de Galicia y León o de Castilla, León y Galicia... De hecho Galicia solo tuvo dos reyes que no llegaron a consolidar dinastía alguna, lo que para los gallegos de la época ni les iba ni les venía. Otra cosa es cierto chauvinismo posterior.
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