Basílica de San Antonio en Padua |
Según Bernardo Bayona (1) Marsilio de Padua es
el autor de la primera teoría medieval no clerical del Estado, proponiéndose
combatir la doctrina de “plenitudo potestatis” papal. Marsilio defiende la
unidad de la soberanía frente al dualismo medieval de que estaba repartida
entre el papa y el emperador, sostuvo que no existe fundamento
espiritual para un poder diferente del que emana del legislador humano y que la
capacidad de legislar para la cristiandad (en el lenguaje de la época) no
corresponde al papa.
Estamos en la primera mitad del siglo XIV y
ante un personaje que se ocupó de varias disciplinas del saber: teología,
medicina, filosofía, política… La
Padua del siglo XIV era pujante bajo el mando de la familia
Carraresi (Jacopo, Marsilio, Ubertinello y Marsilietto para el tiempo en que
vivió nuestro personaje). No hay precedentes –según el autor citado- de una
forma de pensar como la de Marsilio de Padua y, por lo tanto, no tuvo éxito en
su tiempo, “pero influyó en la posterior reforma anglicana y en el pensamiento
de Hobbes".
No se trata de un personaje marginal, sino que
había contado con el favor del papa antes de que expusiese sus teorías: parece
que visitó la Curia
de Aviñón, y siendo Padua una ciudad güelfa (partidaria de la supremacía del
papa sobre el emperador) Marsilio se pasó al bando gibelino después de haber
sido rector en París (1312) y de que el papa lo beneficiase con una canonjía en
1316. Desde la muerte del emperador Enrique VII y la negativa del papa Clemente
V a reconocer al sucesor electo de aquel, Luis de Baviera, Marsilio abandona la
medicina y se enfrasca en sus pensamientos políticos. Cuando murió en 1343, el
papa Clemente VI le calificó como el “mayor hereje jamás conocido”.
Marsilio había escrito contra el poder temporal
de los papas, pero no
lo reivindicaron los teólogos de la gran reforma religiosa del siglo XVI.
Asombra pensar que Marsilio planteó, en pleno siglo XIV, el papel de los laicos
en la Iglesia,
algo que esta no ha retomado hasta el concilio Vaticano II. En el siglo XIX sí
despertó interés este pensador, que en cierto modo se había anticipado al “Risorgimento”
o conjunto de planteamientos para la unificación de Italia. Cuando Marsilio
escribe, aquella se encontraba dividida en múltiples estados enfrentados entre
sí.
(1) “El poder y el Papa. Aproximación a
la filosofía política de Marsilio de Padua”, Isegoría, 2007.
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