martes, 1 de septiembre de 2020

Extranjeros en las guerras de España

Castellar de Nuc
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Las insurrecciones liberales en diversas partes de Italia, en torno a 1820, y los sucesivos fracasos sufridos, trajo a España a no pocos italianos comprometidos con la causa liberal. Barcelona es una de las ciudades a las que llegaron los italianos, como también Tarragona. En 1822, al calor del aparente triunfo liberal en España de dos años antes, los exiliados italianos se convirtieron en voluntarios para luchar en España contra los numerosos intentos absolutistas, más concretamente en el Ampurdán. Este hecho y otros de parecida naturaleza hicieron que las autoridades españolas pensasen en dar a estos italianos una organización regular dentro del ejército liberal. Algo así como lo que hizo Francia con los polacos que habían sido derrotados bajo la dirección de Kosciusko[i]. También en Francia se formaría años más tarde otro ejército con los italianos vencidos en la batalla de Novara[ii].

Para que la España liberal aceptase a esos italianos inmigrados, tendrían que demostrar que habían formado parte de la lucha a favor del liberalismo en sus países. Por su parte una reacción absolutista que estalló en Manresa, Girona y Castellar de Nuc[iii] en 1821, mientras Barcelona sufría una epidemia de fiebre amarilla, había terminado en derrota para dicha facción, teniendo que refugiarse los antiliberales en Francia.

Siguiendo al general Miláns, los inmigrantes italianos tomaron las armas y muchos oficiales que habían luchado en el ejército del Piamonte, sirvieron como soldados; también estudiantes jóvenes de familias notables, pero éste ejército perdió muchos efectivos en Vic (2 de julio de 1822). En un período de tiempo relativamente corto, todos los inmigrantes italianos que se encontraban en diversas partes de España se unieron a los liberales, entre los cuales Carlo Beolchi, Pacciarotti, el conde Ceppi, Pietro Gilio y Giovanni Allegra.

A finales de 1821, una vez acabada la peste amarilla, otros inmigrados italianos se reunieron en Barcelona y pidieron al capitán general que se les armase para luchar contra los absolutistas, lo que éste aceptó. En Gerona luchó contra Misses[iv] un escuadrón constitucional de voluntarios con bandera italiana, entre los que se encontraba Vittorio Ferrero, héroe de San Salvario, en las proximidades de Turín. También Olot fue cercado por tres decenas de italianos exiliados, consiguiendo expulsar de dicha ciudad a los absolutistas.

En cuanto a portugueses, la primera leva para luchar en España (guerra de 1833) fue la de Granaderos de Oporto, pero no fue tarea fácil el traslado. El Ministerio de la Guerra portugués hizo una relación en 1835 de los voluntarios para luchar en España, entre los cuales hubo recelos porque todavía se le debían pagos por su lucha contra el miguelismo en Portugal. Pero pronto el número de los enrolados aumentó día a día. En el contexto de la Cuádruple Alianza, de la que formaban parte Portugal y España, se firmó un convenio entre los dos países para que llegase a éste último la llamada Auxiliar Portuguesa, que no estuvo preparada hasta finales de año, haciendo su entrada por Zamora, pero también embarcaron para Barcelona 150 belgas, siguiendo luego otras remesas de portugueses.

Los portugueses lucharon sobre todo en Cataluña, pero también en otras partes de España, mandados en ocasiones por oficiales británicos. La recluta se dio por terminada a mediados de 1836, pero el Gobierno español se vio obligado a cubrir las bajas de esas unidades que formaban, frecuentemente, la vanguardia de las tropas isabelinas.

Los regimientos de granaderos y de cazadores de Oporto estuvieron formados por ingleses, portugueses, franceses, italianos, alemanes, belgas, españoles y de otras nacionalidades, como si la causa del liberalismo fuese asumida sin distinción de estados. Otro contingente de Cazadores de Oporto llegó a Barcelona a principios de 1836, pues los soldados fueron cayendo a medida que avanzaba la guerra. Los granaderos procedentes de Portugal, que llegaron a Barcelona a finales de 1835, fueron recibidos con alegría en la ciudad, como reflejó la prensa, saliendo pocos días después para Vilafranca, primer bautismo de fuego para ellos en España.

La segunda intervención la realizaron cuando acababa el año 1836 tras haber ocupado Sant Pere de Ribes los carlistas, siendo estos vencidos de forma contundente. Otro desembarco en Barcelona y otro más en Tarragona completaron la colaboración del liberalismo portugués con el español.

Bonaparte, en su ocupación de la península Ibérica (1808) empleó polacos y soldados de otras nacionalidades, en la guerra de sucesión a la corona de España lucharon soldados de diversas nacionalidades en unos ejércitos y en otros, como en los tercios de Flandes del siglo XVII, pero estos ya es otros contextos distintos del aquí tratamos[v].



[i] Nacido en 1746, murió en 1817. Es considerado un héroe en Polonia y en Bielorrusia. Participó en la guerra de independencia de Estados Unidos. En 1794 participó en una insurrección contra el absolutismo del Imperio Ruso.
[ii] Entre el reino de Cerdeña y el Imperio Austríaco en el marco de las guerras de independencia italiana (1849). Novara se encuentra en el noroeste de Italia.
[iii] En el extremo norte de la actual provincia de Barcelona.
[iv] Tomás Costa, natural de Figueras. Afrancesado durante la guerra de 1808, después anduvo por las montañas como bandido. Prisionero en Gerona hasta finales de 1821 a donde había ido para tomar parte en una conspiración absolutista.
[v] El presente resumen está basado en la obra de Josep Sánchez Cervelló.

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