"Un fuerte viento", 1856 |
Feodosia es una pequeña
ciudad que se encuentra al sudeste de Crimea, asomada al mar Negro. Cuando
nació allí Iván Aivazovsky, en 1817, era aún más pequeña, y el ambiente marino debió
inspirar al autor citado, pues ha pintado muchas marinas animado por el
espíritu romántico. Técnicamente se diferencia de Turner, pero en cuanto al
tema gusta de los ambientes nubosos e indefinidos.
Turner era bastante mayor
que él, pues había nacido en 1775, pero su pintura, entre otros temas, se basó
en los paisajes. Ya en 1796 pintó Turner su “Pescadores”, óleo sobre lienzo de
91 por 122 cm. que se encuentra en la Tate Gallery de Londres. Luego vendría su
“Mañana entre los páramos de Coniston”, con un gran contraste entre los cielos
por donde se filtra la luz y los páramos sombríos. De la década de 1830 es el “Paisaje
con un río y una bahía al fondo”, donde parece interesarle más el marco
colorista que los elementos del título. Y ya de 1842 es su obra “Tormenta de
nieve: barco de vapor en la desembocadura de un puerto”. Aquí la confusión es
máxima, siendo lo más definido la arboladura del buque.
Aivazovsky debió de
conocer la obra de Turner, pues viajó por muchos países europeos, incluido Gran
Bretaña, la segunda vez en 1843, y sus paisajes marinos son todos desde 1850 en
adelante. Uno de ellos, “Un fuerte viento”, de 1856, hecho con lápiz y gouache sobre papel (23 por 32,7 cm.), forma parte de una colección privada. Antes había pintado “La novena ola”,
un óleo sobre lienzo de 22,1 por 33,2 cm. que se encuentra en el Museo Estatal
Ruso de San Petersburgo. Aquí es el color lo que le interesó: amarillos, rojos
y grises… y más adelante volvió al lápiz con “Naufragio”, sobre papel de 2,30
por 3,27 m. (colección privada).
De 1887 es su “Barco en
el mar tempestuoso”, un óleo sobre lienzo de 63 por 97 cm. que se encuentra en
el Hermitage de San Petersburgo. En su obra “Un fuerte viento”, ya citada
antes, se muestra la violencia del mar, que parece jugar sin piedad con la
embarcación, rodeada de agua y nubarrones.
Iván Aivazovsky fue
reconocido en vida sobradamente, no limitándose a los paisajes marinos con
tormentas y barcos zarandeados. Su ascendencia armenia le hizo también un
devoto de las costumbres de éste pueblo, siendo en éste caso los temas
principales, las escenas religiosas.
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