lunes, 7 de septiembre de 2020

Galicia y América

Monte Real en Baiona (Pontevedra)
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Begoña Fernández Rodríguez[i], en un trabajo sobre el descubrimiento de América y Galicia, aporta importantes datos sobre las relaciones entre la región noroccidental de España y América, que según ella son intensas a partir del siglo XVI, cuando algunos puertos recibieron autorización para comerciar con los territorios americanos descubiertos.

Baiona, en el extremo suroccidental de Galicia, se convierte entonces en un punto de referencia de culturas, tradiciones e intercambios diversos dependiendo del momento histórico (señala la autora citada). Primero fueron las relaciones comerciales; a partir del siglo XIX mediante el fenómeno migratorio, que llevaría a hablar de una Galicia exterior, la población asentada, con mucho la más numerosa de España, en tierras americanas. Pero no todas las comarcas de Galicia tuvieron el mismo papel en este asunto: destacaron las que tenían una “vocación” marinera y, en especial, las que desde los primeros momentos establecieron relaciones con las nuevas tierras descubiertas. Particularmente el puerto de Baiona se transformó como consecuencia de estas relaciones comerciales.

Desde el primer momento hubo una mínima presencia indígena americana en Baiona, pues en La Pinta, embarcación que llegó a dicho puerto de regreso, viajaban junto con la tripulación y la carga, tres “indios procedentes de la isla Guanahani”. Fallecido uno de ellos, fue sepultado en las inmediaciones de la fortaleza de Monte Real (estamos aún a finales del siglo XV). Dice Begoña Fernández que luego se formó una creencia popular de que la embarcación, junto con las labores de carenado para mantener el estado de poder navegar hasta el puerto de Palos, debió de abastecerse en Baiona de víveres y de agua, elemento éste que se obtuvo en el llamado pozo de la aguada, que todavía se conserva en el Paseo de la Ribera.

En el siglo XVI la relación de Baiona con América aumenta gracias al comercio, teniendo importancia la Real Cédula del rey Carlos, en 1529, por la que se concedió autorización para despachar navíos con mercancía hacia Indias, aunque a la vuelta debían pasar por Sevilla para los correspondientes controles; pero el puerto de Baiona reúne las condiciones de abrigo tan necesarias entonces. En 1500 llegó un navío procedente de Margarita con un cargamento de perlas y en 1503 una nao. En cuanto a las mercancías que eran llevadas a Indias, la Real Cédula citada establecía que debían ponerse en conocimiento de los oficiales de destino, que no podían navegar en tiempo de guerra sin licencia y, como queda dicho, que el retorno debía hacerse por el puerto de Sevilla.

La profesora Saavedra Vázquez, a quien cita nuestra autora, considera que entre las condiciones más favorables que presentaba Baiona con respecto a A Coruña, está la mayor conexión que se produjo en aquella con los intereses de los grupos foráneos, como el acuerdo firmado entre el Concejo de Baiona y mercaderes ingleses en 1556.

El progreso de Baiona se reducirá sensiblemente en el siglo XVII, debido en parte a la inestabilidad por los numerosos conflictos bélicos con los países vecinos, entre los que destaca la guerra de restauración portuguesa de 1640, que se prolongo durante varias décadas con mayor o menor intensidad. De ahí los refuerzos de las fortalezas, como el que se encuentra en el núcleo de Monte Real. Esta política de refuerzo defensivo –dice Begoña Fernández- condicionó el desarrollo urbano, tal y como se constata en la capilla de la Misericordia, monumento que recuerda el valor del tráfico comercial entre esta villa gallega y América. Éste templo, sede de la organización asistencial más antigua de la población, alberga –según la tradición- uno de los ejemplos que aluden a la riqueza procedente de América. Otro de los factores que influyó negativamente fue la política de Felipe III contra los países protestantes, prohibiendo el mantenimiento de relaciones comerciales con estos territorios; y también conviene tener en cuenta las incursiones de las flotas holandesas e inglesas en las costas de Galicia, que aunque no atacaron directamente a la villa, sí causaron incertidumbre ante la situación de que se produjeran situaciones parecidas a las de A Coruña o Vigo.


[i] “Un viaje desde Occidente…”.

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