El Puerto de Santa María (Cádiz) |
En 1771 nació en El Puerto de Santa María Martín de Garay y Perales, un militar influido seguramente por las ideas fisiocráticas del siglo. Estuvo la mayor parte de su vida empleado en oficios para la Administración pública, sobre todo en los territorios de la antigua Corona de Aragón y en Murcia, Baleares y Extremadura. Debió ser liberal templado, porque el rey Fernando VII le nombró en 1816 (a la postre por breve tiempo) Ministro de Hacienda.
Antonio Santovena y Miguel Ángel Gutiérrez (1) señalan que las necesidades de la Hacienda española durante el reinado de Fernando VII, tras la guerra de 1808, eran apremiantes, por lo que se sucedieron en aquel ministerio una serie de personajes que no duraron mucho, sobre todo por la oposición que la nobleza presentaba ante los proyectos de reforma. También tuvo oposición Martín de Garay, pero le dio tiempo a dirigir la elaboración de los Cuadernos de la Riqueza, que no sirvieron sino para que hoy, tras su estudio, podamos saber como era la riqueza agraria de España a principios del siglo XIX, completando lo que ya se sabe por la elaboración del Catastro de Ensenada a mediados del XVIII.
Los autores citados han estudiado los Cuadernos de la Riqueza para el caso de Cantabria, que se encuentran dispersos por varios centros de documentación (archivos y bibliotecas). Seguramente ocurrirá así en otras provincias españolas, pero en muchos casos estos "cuadernos" están pendientes de localizar y estudiar. El proyecto de Garay consistió en suprimir las rentas provinciales (2) y sus equivalentes en la Corona de Aragón y sustituirlas por una contribución general, pero para ello había que conocer la riqueza de cada cual. El sistema sería mixto: una contribución directa sobre la producción y otra indirecta sobre los productos que llegasen a las ciudades para ser objeto de compraventa.
Los "cuadernos" se elaboraron pueblo a pueblo, en los que se recogían los bienes y la producción de cada vecino y hacendado forastero. Las Juntas de Repartimiento y Estadística, creadas con este fin, harían el recuento, medición y tasación de los bienes inmuebles y semovientes. A la vista de estos datos, una Junta Principal habría de proceder a ajustar los cupos de la contribución de la provincia por partidos y por entidades de población. La gran diversidad de situaciónes planteadas -señalan los autores que hemos citado- hicieron necesaria la elaboración de un modelo práctico que sirviese de referencia.
En los "cuadernos" se hicieron constar el número de habitantes, la riqueza territorial, la industrial y la comercial. En el capítulo dedicado a la riqueza territorial se encontraban los datos referidos a agricultura, ganadería y edificios. A continuación se hacía constar la riqueza industrial (fábricas, artesanía...) así como las profesiones de cada individuo, con excepción de los dedicados al comercio, que tenían su propio capítulo.
Para el caso de Cantabria, los autores citados han encontrado cuarenta y tres "cuadernos", incluyendo datos sobre Villaverde de Trucios, enclave cántabro en la provincia de Vizcaya. Los "cuadernos" estudiados han permitido conocer el total de la superficie dedicada a cultivo y a prado en cada localidad, el reparto del terrazgo y su grado de concentración o de dispersión, así como otros datos. La Contribución de Garay pretendía gravar la producción y no la propiedad, por lo que también constan las rentas de los que, siendo propietarios de tierras, no las trabajaban directamente.
Santovena y Gutiérrez señalan que los "cuadernos" tienen "un valor comparable al del Catastro de Ensenada, al que en algunos aspectos incluso superan.
---------------------(1) "Los Cuadernos de la Riqueza (1817-1820): una fuente para el estudio de la historia rural española".
(2) Alcabalas, cientos, millones, servicio ordinario y extraordinario, y su quince al millar, martiniega, tercias reales, fiel medidor, renta del aguardiente y licores, quinto y millón de la nieve, renta del jabón, de la rosa y barrilla, diezmo del aljarafe y ribera de Sevilla, cargado y regalía, renta de la abuela, renta de la población, renta de la seda, renta del azúcar del reino de Granada, renta de las yerbas, renta del viento, servicio de milicias, moneda forera, frutos civiles y derecho de intervención.
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