miércoles, 19 de agosto de 2015

Cañaris y chachapoyas con los españoles


Fortaleza chachapoya de Kuélap,
sitio arqueoló(saltaconmigo.com/blog/2013/12/fortaleza-kuelap-capital-chachapoyas-amazonas/

Por el interior de Ecuador corre una parte de la cordillera andina, y en torno a la actual ciudad de Cuenca, cerca de la gran entrada del mar hasta la ciudad de Guayaquil vivían los cañaris, pueblo indígena que colaboró con los españoles en la conquista del imperio inca. Más al sur, en el actual Perú, también sobre las alturas andinas, vivían los chachapoyas, colaboradores también de los españoles.

La enemistad de estos pueblos con las autoridades incas había sido tradicional, y desde el inicio de la marcha sobre el Cuzco acompañaron a los españoles. El cronista Sancho de la Hoz, secretario de Pizarro, nos ha dejado importante información sobre estos pueblos, que colaboraron en el asentamiento de los españoles en Xanxa (Perú): ... celebrando mucho su venida, porque con ella pensaban que saldrían de la esclavitud en que los tenía aquella gente extranjera (refiriéndose en este caso a los incas). El mismo cronista nos informa también de que en Andahuaylas (al sur del actual Perú) hubo gente "procedente de comarcas vecinas que venían huyendo de las tropas quiteñas que desde el Cuzco dominado por Quizquiz (1) actuaban en toda la región en una campaña devastadora; y desde luego ha sido suficientemente resaltado el apoyo que Manco Inca brindó en un principio a los españoles" (2). 

Por su parte Diego Trujillo (3), sobreviviente en 1571 de las campañas de Pizarro, dice que los españoles contaron con la colaboración de varios grupos étnicos de los Andes centrales, hablando de una embajada de Hernando de Soto durante su avance entre Vilcas y el Cuzco, compuesta por dos indígenas enviados desde Tarama por su cacique, que se ofrecía a servir a los cristianos con trescientos hombres de guerra. Pero estos embajadores parecieron sospechosos a los españoles, Soto los sometió a tormento y los devolvió mutilados a su señor. Desde entonces hubo un cambio en actitud de algunos pueblos, según cuenta Cieza de León, en la marcha desde Cajamarca a Cuzco.

Chachapoyas y cañaris habían sufrido el rigor de las represalias de Atau Hualpa en sus campañas de avance desde Quito a Cajamarca. La colaboración de los mitimaes (4) cañaris y chachapoyas trasladados por Huayua Capac al Cuzco ha sido destacada por los cronistas: el jueves santo, que se vela la ciudad como las demás del Perú por razón de estar encerrado el Santísimo Sacramento y entierro de infieles, andan 300 dellos con sus lanzas acompañando la procesión y la justicia. Son grandes enemigos de la nación de los ingas (sic) . Cuando el Cuzco hace guerra, salen estos  [cañaris y chachapoyas] en servicio del Rey (5).

En la "Relación" de Tomebamba (localidad al norte del imperio inca) se afirma de la presencia del que quizá fue el primer español que pisó tierra de estos pueblos, Benalcázar (6), que más tarde, junto con Almagro (7) en tierra de los cañaris, fue motivada por el llamamiento que a ambos hicieran los principales caciques. En cuanto a la actitud que adoptaron los descendientes de los belicosos enemigos que Huayna Capac tuvo en los pueblos al norte de Quito, las informaciones demuestran que fue igualmente de absoluta lealtad a la Corona de España, y otro tanto cabe decir de los chachapoyas, no solo de los que estaban presentes en el Cuzco a la llegada de Pizarro, sino de toda la población de la tierra encomendada a Alonso de Alvarado. Cieza de León dice que cuando Alvarado llegó en compañía de sus hombres, trece en total, a Cochabamba (8): ... fueron bien recibidos de los naturales, porque de toda la comarca los vinieron por los ver mostrándose como amigos.

Localización de Vilcas, en los Andes peruanos
(arqueologiadelperu.com.ar/vilcashuaman.htm)

Como consecuencia de la enemistad de los chachapoyas con sus vecinos, la alianza con los españoles fue aún más firme. Cieza menciona un ejército de tres mil guerreros indígenas confederados con Alvarado para someter a los grupos indígenas de la región oriental de Chillao (en el centro del alto Marañón) que se habían mostrado hostiles a los españoles, y destaca la gestión decisiva de un principal de los aliados, llamado Guamán, que logró avenir las voluntades de los belicosos defensores de Chillao. La política de establecer alianzas con los indígenas fue una estrategia que Alonso de Alvarado cultivó con una prudencia que Cieza de León, tan crítico con la conducta de los conquistadores, reconoce sin reservas. De la firmeza de esas alianzas y de la lealtad de los indígenas que las suscribieron da fe una relación escrita por un indio "ladino", natural de Cochabamba, hijo de un cacique principal, que amplía la información de Cieza sobre el Guamán "embajador" de Alonso de Alvarado. A cambio, el indio hace una petición de mercedes a la Corona como recompensa por su larga colaboración en las campañas de la conquista del Perú.


(1) Militar inca subordinado a Huayna Cápac y Atahualpa. 
(2) María Concepción Bravo Guerreira, "Sometidos al Cuzco y aliados de España...". 
(3) Nos ha dejado una "Relación del descubrimiento del reino del Perú".
(4) Indígenas al servicio del imperio inca para controlar un determinado lugar estratégico o para cultivar la tierra en las fronteras.
(5) Jiménez de la España, nacido en Cartagena en 1831, en América a partir de 1862 como geógrafo y naturalista, participó en una expedición científica.
(6) Su apellido original era Moyano.
(7) Se le considera el primer europeo en pisar tierra de la actual Bolivia.
(8) Ver nota 2, a cuya autora y obra sigo para el presente resumen.

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